26 - El sabio no actúa con astucia o engaño (Iglesia Bautista Betel - Clarksville)

Proverbios 10:10
El que guiña el ojo acarrea tristeza;
Y el necio de labios será castigado.
El guiñar el ojo tiene una práctica muy usada en todo lugar, y el propósito detrás de esa acción muchas veces tiene el deseo de engañar al alguien, sea para algo sencillo o algo complicado, pero en el contexto de este versículo podemos ver que detrás de esa acción viene un deseo malicioso para conseguir beneficio propio y hacer mal a alguien por medio del engaño.
Aunque muchas veces la gente trata de justificar la idea de aprovecharse del engaño o la mentira, aunque el propósito de ello no sea necesariamente hacer daño a alguien, sino, conseguir un bien que de otra manera tal vez no se lo consiga, se debe entender que el engañar no es bien visto ante los ojos de Dios.
Pero antes de entrar a estudiar un poco esto, debemos recordar que todo hombre tiene la tendencia a engañar o mentir. Salmos 116:11; Números 23:19.
En primer lugar, debemos recordar que:
1. El engaño fue lo que introdujo el pecado al hombre. Génesis 3:1-6
2. El engaño corporal puede ser ejecutado de muchas formas. Proverbios 6:13
3. El engaño causó grandes problemas en las familias. Génesis 27:22-27
a. Hizo que su padre quedará engañado.
b. Hizo que su hermano quedará privado de la bendición.
c. Hizo que su hermano se enojara por mucho tiempo.
d. Hizo que la familia se fraccionara.
4. El engaño trató de ocultar un pecado mayor. 2 Samuel 11:14-17
5. El engaño generalmente viene acompañado de palabras lisonjeras. Salmos 55:21; Proverbios 9:17
6. El engaño muchas veces es detener o evitar decir la verdad. Isaías 59:15; Romanos 1:18; 3:13
7. El engaño nos aparta de la comunión con Dios. Salmos 101:7; Proverbios 11:1