El mejor PATÉ.

Como los buenos patés de antaño, pero sin sabores químicos. Inténtalo y te sorpenderás.
PATÉ
• ½ Kilo hígados bien lavados de pollo sin sangre ni grasa; los que tengan hiel desecharlos. O bien, hígado de cerdo en cuadros pequeños sin hiel (partes verdosas) ni pellejos duros.
• ¾ de taza de aceite
• 2 cebollas medianas fileteadas
• 5 ó 6 huevos cocidos (duros)
• Sal (al gusto)
• Pimienta (al gusto)
Finas hierbas, licor, vino, coñac, (opcional)
Poquito caldo de pollo espeso, del que cuaja (opcional)
En el aceite freír la cebolla, apenas dorándola.
Escurrir las cebollas y ponerlas aparte y
Apartar ¼ de taza del aceite en que se frió la cebolla.
En el resto del aceite donde se frió la cebolla freír a fuego lento los hígados o el hígado de cerdo en cuadritos pequeños.
Deben quedar bien cocidos, pero NO quemados.
Sacarlos ponerlos junto a la cebolla.
Ya a temperatura ambiente los huevos, la cebolla y los hígados, molerlos intercalados, ya que si se muele el hígado solo, se puede atascar la máquina.
Ya estando todo molido como una pasta, colocarlo en un tazón grande de metal o vidrio. Agregarle el aceite que habíamos apartado de la cebolla y menear con un tenedor, incorporando bien.
Se agrega el licor o coñac, se incorpora.
Se sala con cuidado, igual, meneando con el tenedor, poco a poco, probar de sal antes de agregarle más.
La sal se disuelve instantáneamente.
También se agrega pimienta y/o hierbas, etc.
Ya listo, se acomoda en cazuelas u otros pequeños recipientes, para proteger se le puede agregar hasta arriba caldo de pollo tibio con gelatina disuelta o del que cuaja; o bien, un poco manteca de cerdo caliente.