Al fin se ha desvelado la relación entre el pensamiento y la salud física

Se ha llevado en secreto pero ahora la ciencia lo avala: Ha sido demostrado el estrecho vínculo entre el pensamiento y la salud física. Un sólo pensamientos puede cambiar momentáneamente todo tu cuerpo pero lo sorprendente es cómo una forma de pensar sostenida en el tiempo puede llegar a destrozar (o proteger) radicalmente tu salud.
Nuestro estado mental y emocional puede tener un impacto significativo en nuestro bienestar físico, nuestro cabello, la piel, la resistencia a infecciones, la salud del corazón y la fertilidad. ¿Lo sabías?
El estrés crónico, provocado por pensamientos negativos, preocupaciones constantes o ansiedad, puede desencadenar una serie de respuestas físicas en el cuerpo, incluida la liberación de hormonas del estrés como el cortisol. El exceso de cortisol puede tener efectos adversos en la piel y el cabello, como el acné, la sequedad, la sensibilidad y la pérdida de cabello. Además, el estrés puede interferir con los procesos de reparación y regeneración celular, lo que puede contribuir a una piel opaca, arrugada y un cabello frágil y sin brillo.
El sistema inmunológico también está influenciado por nuestros pensamientos y emociones. El estrés crónico puede suprimir la función inmunológica, lo que hace que el cuerpo sea más susceptible a enfermedades por infecciones, virus, bacterias... Esto se debe en parte a la capacidad del cortisol para inhibir la respuesta inmunitaria y deteriorar los telómeros en los cromosomas. Como resultado, las personas que experimentan altos niveles de pensamientos negativos pueden ser más propensas a enfermedades.
Cuida de ti.
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