El buen trato en educación es igual al amor entre pares

Es el tercer día de la Semana del Buen Trato. El trato solo existe en contextos de relación: relación conmigo y relación con los otros. Por eso el punto de partida para el buen trato es el amor a uno mismo, porque cuando tengo amor propio me siento bien conmigo mismo y entrego a los demás el amor que emana de mí.
Pero ese amor al otro tiene que ser en una relación entre iguales.
¿Entre iguales? Sí, el buen trato solo es posible entre pares: entre personas que se respeten, colaboren y crezcan mutuamente. Entre un superior y un inferior el amor no puede existir en razón a que al otro no se le está dando la legitimidad y el reconocimiento que merece. No se respeta sus saberes, conocimientos y experiencias.
Para que el amor exista se necesita que las personas sean pares. En ese sentido la escuela debe ser el espacio de crecimiento mutuo entre los miembros de la comunidad educativa, es decir, si los docentes son mis pares, si los estudiantes son mis pares, si los padres de familia son mis pares, si el personal administrativo es mi par.
El amor nos hace crecer a ambos igualmente dignos y legítimos. Yo le otorgo al otro tanta legitimidad como me la otorgo a mí mismo.
“El amor solo puede existir entre iguales”, Humberto Maturana