Homenaje en Daniel Bravo a los bravos corredores y a los que la pelean siempre aunque no corran. Claves para entender el video: • La importancia de seguir luchando, aunque ya no tengas fuerzas para hacerlo. • Sentir que cuando más se acercan los miedos es cuando menos se puede aflojar. • Reconocer -algunas veces- al tiempo como una amenaza, al pasaje de los días como sentimiento de postergación de sueños, pero a pesar de eso encarar la vida con felicidad. • Determinar como trascendente el apoyo de los que te quieren. • Proponer la fe en uno mismo como la plataforma de lanzamiento hacia la felicidad, • No negar la existencia de elementos externos que te impedirán avanzar con certezas y te propondrán nuevos miedos. • Saber que el verano -en esta zona del país- además de sinónimo de trabajo y de progreso es sinónimo de encandilamiento, consumos, marcas, mareos y deslumbramientos circunstanciales. • Reconocerse en la soledad. Ser capaz de ser “uno mismo” a pesar de las multitudes. Ser uno, y a pesar de la insignificancia del ser humano en un mundo convulsionado ser capaz de ser dueño de su destino, manteniéndose firme en sus principios aunque no sean los mismos que los del colectivo. • Tener claro que la soledad debe ser un propósito, una consigna, pero no una imposición: la soledad es una decisión personal, no depende del acompañamiento o de la falta de éste. • Sentir que se puede estar con los que quieres, aunque ellos no puedan estar contigo. Tener claro que los miedos repartidos entre muchos se hacen muy chiquitos. • Saber que los que ya partieron pueden y deben seguir siendo parte fundamental de tu vida. Y los que hoy te esperan en la meta. Y los hijos y los nietos que sabrán algún día de tus carreras. • No tenerle miedo a la soledad. Se puede disfrutar de ella. A veces una debilidad se puede transformar en fortaleza con el único secreto de determinarlo firmemente. • Creer que una cosa es lo que somos y otra lo que los demás creen que somos, reconocernos en nuestras limitaciones y debilidades, pero saber que la solución -muchas veces- depende exclusivamente de nosotros • Ser consciente de la existencia de la adversidad, pero simultáneamente saber que por más que falte lo necesario para la competencia de la vida, igualmente puedes colocarte al frente. • Que cuando pasas la mitad de tu vida, ya has recorrido cientos de caminos, vivido miles de días y que lo has hecho con intensidad, con felicidad, sin renuncias, tranquilo. Sin deberle explicaciones a nadie. • Que son muchos a los que le colocan otra subida en su vida, como una constante, como un designio y que son otros los que gozan de bajadas que alguien les regaló antes de nacer. • Pero que al final, el destino es una decisión tuya. Lo que seas lo serás porque así lo resolviste. Porque te seguirás levantado de madrugada para ir al trabajo sabiendo que las bajadas ya las repartieron antes de que vos llegaras. • Tener presente que muchos apostaron por tu vida. Que otros son tan solidarios con vos como vos con ellos, que las carreras por postas son las más lindas que las individuales y no regalarse… porque podés estar siendo espejo de otros sin saberlo. • Saber que algún día el destino te puede marcar cambio de rumbos, retornos parciales, “vueltas al pueblo” retrocesos aparentes. • Tener claro que a veces el viento en contra puede dejar de ser un obstáculo y convertirse en impulso solo con girar en el momento oportuno. • Ser consciente que la mayoría de los habitantes de este planeta está transitando otros caminos: consumiendo, comprando, mostrándose, poniendo en lo material todos los acentos. • Sentirte feliz, saber que sos mejor que antes de empezar y de esa manera intentar mejorar las carreras de los que te anotaron en ésta. • Y saber que pesar de todo…podés ganarle a la vida.Sin llorar, sin echarle la culpa a los demás, convencido que todo depende de vos.
Homenaje en Daniel Bravo a los bravos corredores y a los que la pelean siempre aunque no corran.
Claves para entender el video:
• La importancia de seguir luchando, aunque ya no tengas fuerzas para hacerlo.
• Sentir que cuando más se acercan los miedos es cuando menos se puede aflojar.
• Reconocer -algunas veces- al tiempo como una amenaza, al pasaje de los días como sentimiento de postergación de sueños, pero a pesar de eso encarar la vida con felicidad.
• Determinar como trascendente el apoyo de los que te quieren.
• Proponer la fe en uno mismo como la plataforma de lanzamiento hacia la felicidad,
• No negar la existencia de elementos externos que te impedirán avanzar con certezas y te propondrán nuevos miedos.
• Saber que el verano -en esta zona del país- además de sinónimo de trabajo y de progreso es sinónimo de encandilamiento, consumos, marcas, mareos y deslumbramientos circunstanciales.
• Reconocerse en la soledad. Ser capaz de ser “uno mismo” a pesar de las multitudes. Ser uno, y a pesar de la insignificancia del ser humano en un mundo convulsionado ser capaz de ser dueño de su destino, manteniéndose firme en sus principios aunque no sean los mismos que los del colectivo.
• Tener claro que la soledad debe ser un propósito, una consigna, pero no una imposición: la soledad es una decisión personal, no depende del acompañamiento o de la falta de éste.
• Sentir que se puede estar con los que quieres, aunque ellos no puedan estar contigo. Tener claro que los miedos repartidos entre muchos se hacen muy chiquitos.
• Saber que los que ya partieron pueden y deben seguir siendo parte fundamental de tu vida. Y los que hoy te esperan en la meta. Y los hijos y los nietos que sabrán algún día de tus carreras.
• No tenerle miedo a la soledad. Se puede disfrutar de ella. A veces una debilidad se puede transformar en fortaleza con el único secreto de determinarlo firmemente.
• Creer que una cosa es lo que somos y otra lo que los demás creen que somos, reconocernos en nuestras limitaciones y debilidades, pero saber que la solución -muchas veces- depende exclusivamente de nosotros
• Ser consciente de la existencia de la adversidad, pero simultáneamente saber que por más que falte lo necesario para la competencia de la vida, igualmente puedes colocarte al frente.
• Que cuando pasas la mitad de tu vida, ya has recorrido cientos de caminos, vivido miles de días y que lo has hecho con intensidad, con felicidad, sin renuncias, tranquilo. Sin deberle explicaciones a nadie.
• Que son muchos a los que le colocan otra subida en su vida, como una constante, como un designio y que son otros los que gozan de bajadas que alguien les regaló antes de nacer.
• Pero que al final, el destino es una decisión tuya. Lo que seas lo serás porque así lo resolviste. Porque te seguirás levantado de madrugada para ir al trabajo sabiendo que las bajadas ya las repartieron antes de que vos llegaras.
• Tener presente que muchos apostaron por tu vida. Que otros son tan solidarios con vos como vos con ellos, que las carreras por postas son las más lindas que las individuales y no regalarse… porque podés estar siendo espejo de otros sin saberlo.
• Saber que algún día el destino te puede marcar cambio de rumbos, retornos parciales, “vueltas al pueblo” retrocesos aparentes.
• Tener claro que a veces el viento en contra puede dejar de ser un obstáculo y convertirse en impulso solo con girar en el momento oportuno.
• Ser consciente que la mayoría de los habitantes de este planeta está transitando otros caminos: consumiendo, comprando, mostrándose, poniendo en lo material todos los acentos.
• Sentirte feliz, saber que sos mejor que antes de empezar y de esa manera intentar mejorar las carreras de los que te anotaron en ésta.
• Y saber que pesar de todo…podés ganarle a la vida.Sin llorar, sin echarle la culpa a los demás, convencido que todo depende de vos.