ODS N° 3: Salud y bienestar

Los Objetivos para el Desarrollo Sostenible, conocidos como ODS, son una serie de 17 objetivos globales establecidos por las Naciones Unidas en el año 2015 como un llamamiento universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para el año 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad. Se trata de un plan de acción a nivel mundial del que tienen que participar coordinadamente los Estados, las empresas, las asociaciones civiles y cada uno de nosotros y nosotras. En MTH Escuela estamos conociendo y revisando los 17 ODS, qué metas se establecieron y cuáles son los avances o retrocesos en estos años.
El ODS N° 3 pretende garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades. Este objetivo es uno de los que tiene la mayor cantidad de metas, debido a la complejidad de los temas que aborda. En total son 9 metas. Algunas hacen referencia a ciertos índices, como la meta 3.1 que plantea la reducción de la mortalidad materna y la 3.2 que se propone reducir la mortalidad infantil.
Otras apuntan a la disminución de enfermedades, como la 3.3 para poner fin a la pandemia de SIDA, la tuberculosis, la malaria y las enfermedades tropicales y la 3.9 para acabar con las enfermedades producidas por productos químicos peligrosos y la contaminación del aire,
el agua y el suelo. También hay metas para luchar contras las adicciones, reducir a la mitad las muertes por accidentes de tránsito, garantizar el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva y lograr una amplia cobertura de salud.
Del 2015 a la actualidad este objetivo es uno de los pocos que muestra algún avance en las metas plateadas. Si bien solo se alcanzó el 10% de las metas, sí se registraron progresos en el 65% restante, siendo el segundo ODS con mejores resultados entre los 17.
Entre los logros más importantes se destaca la reducción de la mortalidad infantil, algo en lo que Misiones también tiene resultados muy esperanzadores. Para el año 2021 ya eran 133 los países que habían alcanzado esta meta. También hubo avances en materia de salud reproductiva y en la inversión pública en los servicios de salud, esto último impulsado por la pandemia de Covid-19, que obligó a los Estados a una fuerte intervención en el sector de salud.
Lo llamativo de este caso es que la mayor inversión pública no fue suficiente para garantizar que todos puedan acceder a servicios de salud de calidad sin tener que sufrir apuros económicos. Hoy por hoy, el objetivo de lograr una cobertura sanitaria universal está lejos de concretarse.
Por último, fue alarmante el descenso de la vacunación infantil, que registró el mayor retroceso en 30 años y que deja a las niñas y los niños vulnerables a diversas enfermedades prevenibles.
Tanto en la Argentina como en Misiones el acceso a la salud es un derecho garantizado por la constitución e, históricamente, la salud pública en nuestro país siempre fue reconocida como una de las mejores de la región. Si bien los índices argentinos están cercanos a los objetivos del ODS, todavía tenemos mucha tarea por hacer, como luchar contra la pandemia de dengue que afecta a buena parte del país y, especialmente, a nuestra región del NEA.
En los últimos años, Misiones desarrolló una nueva infraestructura sanitaria que modernizó o construyó nuevos hospitales, tanto en Posadas como en las principales ciudades del interior. En la actualidad la provincia supera las mil dependencias médicas, ya sean hospitales, sanatorios, clínicas o consultorios, tanto públicos como privados. Un elemento importante es que se amplió la cantidad de CAPS, los centros de Atención Primaria de la Salud, que permiten una rápida atención de la ciudadanía. También se incorporó tecnología de avanzada, como el robot Da Vinci, que funciona en el Hospital Madariaga.
Toda esta inversión pública se tradujo en que Misiones hoy tiene los índices más bajos del NEA en mortalidad infantil y mortalidad materna, como así también tuvimos la tasa de mortalidad más baja del país durante la pandemia de COVID. En contra partida, se registran preocupantes datos en torno a la obesidad y la diabetes, resultado de la generalización de malos hábitos alimentarios.
Garantizar una vida sana y el bienestar para toda la población es un desafío de la humanidad que acá, en Misiones, podemos alcanzar si nos ponemos a trabajar en forma mancomunada y solidaria. ¡Manos a la obra!