Tren correo MSP Villablino - Ponferrada. Máquina de vapor.

Cuando Suso, Alfonso y Roberto cogieron una cámara de vídeo a finales de los años setenta para grabar el traqueteo del tren Correo de la MSP por el Alto Sil seguramente no sabían que estaban haciendo también un reportaje de antropología industrial con la banda sonora del vapor silbando a través de las chimeneas de las antiguas locomotoras. Casi cuarenta años después aquellas viejas imágenes con el tren y su gente, largamente dormidas en un cajón durante cuarenta años, vuelven a la vida para revelar a los ojos de la gente nueva que hubo una época en que el Alto Sil parecía Kansas en pleno Oeste americano.
Todavía en 1979 en la línea de ferrocarril de la MSP Ponferrada-Villablino estaba operativo un tren de viajeros tirado por una máquina de vapor que, ruidosa y voluntariosa, arrastraba aquellos vagones verdes de madera con su característica franja amarilla en los costados y las tres categorías: primera con sus lujosos asientos mullidos en tela blanca, segunda con una tela azul más basta y la tercera en madera. Estos últimos eran los que iban siempre llenos en la mejor época del ferrocarril; gentes que bajaban al médico, al economato o 'arreglar unos papeles' a Ponferrada. Y por supuesto antes de subir a comer rápido una tapa de pulpo o de mollejas en el 'Tres Portiñas'.
Pese a que la calidad del vídeo no es buena, se ve en su máximo esplendor a la vieja locomotora 31, con Epifanio el maquinista haciendo una pequeña parada en la estación de Palacios del Sil con Alfredo el cartero esperando la llegada de la correspondencia, con Miguel, Gino y otros trabajadores de la compañía que se bajan del tren en ese retrato en movimiento que congela unos pocos minutos de historia. Y allí, con sus entrañas de fuego para alimentar el vapor está la 31, esa máquina que restaurada hace años por la Junta espera que algún día (no perdamos la ilusión) se haga realidad el viejo proyecto de tren turístico.
Construida por la factoría alemana Maffei en 1913 en la ciudad alemana de Múnich, la 31 ya era toda una veterana a pesar de que tiraba con orgullo de los convoyes de viajeros y de los negros vagones de carbón con las letras en blanco de MSP en sus costados. Sus 41 toneladas daban para mucho en aquella época. Estuvo hasta el año 1943 prestando servicio en la línea Pamplona-Lasarte de la Sociedad Minera de Guipúzcoa, hasta que la compró la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) para su ferrocarril, por la que pagó 268.000 pesetas y la renumeró como ‘PV 31′. Desde entonces y hasta 1989, cuando la compañía pasó del carbón al diesel, estuvo operativa, siendo de las últimas de Europa de su categoría.
Las imágenes ilustran de manera clara el importante patrimonio industrial que todavía en los años setenta y ochenta tenía una presencia notabilísima desde la capital del Bierzo hasta el corazón de Laciana con el ferrocarril y la minería cosiendo la identidad de toda una zona en esos poco más de cincuenta kilómetros. Recuerdos de una época sepultada ahora por la muerte del carbón.
(Diario de León)