Buenas tardes Profesor Castro: A mi modo de ver; Los críticos de arte, junto al restaurador, historiador y hasta cierto punto, el curador o comisario; Son los únicos que realmente, disfrutan de la obra de arte, como objeto y suceso Alejandrino; Al igual que para el coleccionista, y el vendedor; Para rendirse al placer de la exclusividad, y rentabilidad -del objeto irresistible-. Por el contrario; Los artistas, somos unos bobos, como el público ignorante del populacho; Que apenas entendemos lo que hacemos, como liberación de la critica a uno mismo como ejemplo social utópico; Frente a los pocos que notaron lo conceptual del seminario Fenix, para alcanzar, la fama y riqueza como talento. No fueron más que unos esclavos, traidores y oportunistas, a lo sumo decoradores o financieros de metafísica materialista -llamada política burguesa-. Ya que para el mundo del arte; Sólo la realeza historiográfica vale la pena -el comunismo en el arte-, es una herética conferencia surrealista de control poblacional de cierta forma, que como tendencia reaccionaria frente a su posibilidad consciente de capital de consumo suntuoso mediante la eugenesia; Que se relaciona con la misma acción abstracta, de llevar la contraria como objeto fantasma capitalista; Saqueando el mundo con la mirada, como dogma que se conserva de forma liberal, en la vanguardia misma como revolución científica, imitando el proceso local de rechazo y aprehensión, frente a lo no superado en la retaguardia académica. -Como cuando use a Greenberg estilo Pierre Menard-, para un poema experimental como dieta, (pero le cambie el nombre, a Dement Treenberg). Una gran saludo a la clase.
¡Muchísimas gracias Fernando!
A full con este tema de vanguardia. Gracias Fernando.
Buenas tardes Profesor Castro:
A mi modo de ver;
Los críticos de arte,
junto al restaurador, historiador y hasta cierto punto,
el curador o comisario;
Son los únicos que realmente,
disfrutan de la obra de arte,
como objeto y suceso Alejandrino;
Al igual que para el coleccionista,
y el vendedor;
Para rendirse al placer de la exclusividad,
y rentabilidad -del objeto irresistible-.
Por el contrario;
Los artistas,
somos unos bobos,
como el público ignorante del populacho;
Que apenas entendemos lo que hacemos,
como liberación de la critica a uno mismo como ejemplo social utópico;
Frente a los pocos que notaron lo conceptual del seminario Fenix,
para alcanzar,
la fama y riqueza como talento.
No fueron más que unos esclavos, traidores y oportunistas,
a lo sumo decoradores o financieros de metafísica materialista -llamada política burguesa-.
Ya que para el mundo del arte;
Sólo la realeza historiográfica vale la pena -el comunismo en el arte-,
es una herética conferencia surrealista de control poblacional de cierta forma,
que como tendencia reaccionaria frente a su posibilidad consciente de capital de consumo suntuoso mediante la eugenesia;
Que se relaciona con la misma acción abstracta, de llevar la contraria como objeto fantasma capitalista;
Saqueando el mundo con la mirada, como dogma que se conserva de forma liberal,
en la vanguardia misma como revolución científica,
imitando el proceso local de rechazo y aprehensión,
frente a lo no superado en la retaguardia académica.
-Como cuando use a Greenberg estilo Pierre Menard-,
para un poema experimental como dieta,
(pero le cambie el nombre,
a Dement Treenberg).
Una gran saludo a la clase.