EL MÁGICO SECRETO DEL HADA DE LOS DIENTES

Este pequeño cuento infantil, nos ayuda para que nuestros pequeños pierdan su miedo cuando se debe sacarles sus dientecitos, además invita a todos los niños del mundo a cuidar sus dientes y a realizar un buen cepillado todos los días.
“EL MÁGICO SECRETO DEL HADA DE LOS DIENTES”
Había una vez una pequeña hada muy especial llamada lila, más conocida como el hada de los dientes.
Lila Era muy diferente de las demás hadas del bosque de los sueños, ya que tenía una misión única.
cuidar de los dientes que los niños del mundo dejaban bajo sus almohadas Cuando se les caía uno.
Lila volaba por todo el mundo cada noche, recogiendo los pequeños dientes.
y dejando, una moneda brillante a cambio.
pero lo que pocos sabían, era que esos dientes no se perdían.
El hada de los dientes los llevaba a un lugar mágico llamado el castillo de los dientes, donde usaba esos dientes para crear polvo de estrellas que ayudaba a mantener La magia viva en todo el mundo.
Una noche, Lila voló a la casa de un niño llamado Gael.
Era un niño muy valiente, pero también un poco nervioso porque era la primera vez que se le caía un diente.
Gael, Había escuchado historias sobre el Ada de los dientes, pero no sabía si realmente existía.
Antes de dormir, colocó su diente cuidadosamente bajo la almohada y se acostó con la esperanza de ver a Lila, pero esa noche no podía dormir por la emoción.
Así que decidió hacer algo que nunca antes había intentado, esperar despierto.
Lila, sin saber que Gael estaba despierto, entró en su habitación volando suavemente por la ventana.
Con su pequeña Bolsa de terciopelo brillante, se acercó a la almohada de Gael.
Para recoger el diente.
Pero justo cuando iba a tomarlo, escuchó una voz suave.
¿Eres el hada de los dientes?
Preguntó Gael con los ojos llenos de asombro.
Lila se sorprendió al ver a Gael despierto, pero no se asustó.
Con una sonrisa dulce se posó suavemente En la cama junto a él.
Sí, soy yo, respondió con una voz melodiosa.
Vine a recoger tu diente y dejarte un regalito.
Gael, aún emocionado, le preguntó.
¿Qué haces con todos los dientes que recolectas?
Lila se sentó junto a su diente y le explicó.
Cada diente que recojo es especial porque lo uso para hacer polvo de estrellas.
Ese polvo de estrellas es lo que mantiene la magia en el mundo, gracias a los niños como tú la magia nunca desaparece.
Guau, exclamó Gael, fascinado por la historia.
¿Entonces ayudo a mantener la magia cuando se me cae un diente?
Así es, respondió Lila.
Cada niño que pierde un diente ayuda a que la magia del mundo siga viva.
Por eso es tan importante cuidarlos y cepillarse los dientes todos los días.
Gael sonrió ampliamente y dijo, prometo cuidar muy bien mis dientes para que tengas muchos años para tu polvo de estrellas.
Lila sonrió de vuelta sabiendo que Gael entendía lo especial que era su misión le dio un pequeño toque en la frente con su varita mágica y en un instante Gael se quedó profundamente dormido.
Antes de irse, lila dejó Una moneda brillante debajo de su almohada, tomó el diente y desapareció en la noche volando hacia su próximo destino.
Desde entonces, Gael nunca más sintió nervios cuando se le caía un diente.
Sabía que estaba ayudando a mantener la magia del mundo.
Y siempre se aseguraba de cepillarse bien los dientes antes de acostarse, y así el hada de los dientes siguió cumpliendo su misión gracias a los valientes niños que cuidaban de sus dientes y mantenían viva la magia con cada uno de ellos.