La verdad que es difícil... Yo en el lugar que menos he entrenado ha sido 6 años y es cierto que con el tiempo más que perder el respeto lo más fácil es perder la etiqueta y se empieza por la etiqueta y se sigue con lo demás. Yo me tengo que recordar a diario que las formas en el dojo no se pueden perder porque cuanta más confianza más laxo el comportamiento en clase.... Es difícil no caer en ello. Pero lo que comenta usted, sensei, es otro nivel. Sí he visto faltas de respeto enormes hacia instructores y maestros hasta el punto de marcharse casi todo el grupo a la vez a otro sitio echando pestes de su maestro cuando todo lo que sabían lo habían aprendido de él :S. Luego ese grupo descubrió que lo que tenía era mejor que a donde fue. Pero eso forma parte del aprendizaje y de la vida no? Nuestro sensei actual más de una vez ha tenido que recordar en clase que el instructor es él y quien está para corregir es él. Así como le cuento, a viva voz. Pero no lo hace con enfado porque sabe que al menos en este grupo la intención de explicar algo al compañero es buena. Y los alumnos que vamos siendo más avanzados encontramos el equilibrio y ya distinguimos entre dar algunas pautas muy escuetas a un compañero perdido (pon el pie aquí, coloca la mano de esta manera..) y explicar la técnica. Y por supuesto, cuando ha tenido problema con algún alumno (recuerdo un caso bastante exagerado y especial con uno nuevo) lo ha acabado echando después de pedirle varias veces que cambie su conducta. Creo que ese es un buen equilibrio, la verdad. Se genera un ambiente sano. Todos cometemos el error de creer en algún punto que sabemos más de lo que realmente sabemos XD Yo incluido. El tema es saber apreciar si la persona lo hace con buena o mala intención y actuar en consecuencia en cada caso. Porque si la intención era buena pero el instructor tiene una respuesta exagerada, injusta o no avisa antes para que se corrija la conducta acaba destruyendo su grupo y su imagen. Los alumnos no tenían la culpa. Es muy difícil esta "diplomacia". Pero el equilibrio es fundamental en ambos casos. Tanto por parte del alumno como por parte del sensei.
La verdad que es difícil... Yo en el lugar que menos he entrenado ha sido 6 años y es cierto que con el tiempo más que perder el respeto lo más fácil es perder la etiqueta y se empieza por la etiqueta y se sigue con lo demás. Yo me tengo que recordar a diario que las formas en el dojo no se pueden perder porque cuanta más confianza más laxo el comportamiento en clase.... Es difícil no caer en ello.
Pero lo que comenta usted, sensei, es otro nivel. Sí he visto faltas de respeto enormes hacia instructores y maestros hasta el punto de marcharse casi todo el grupo a la vez a otro sitio echando pestes de su maestro cuando todo lo que sabían lo habían aprendido de él :S.
Luego ese grupo descubrió que lo que tenía era mejor que a donde fue. Pero eso forma parte del aprendizaje y de la vida no?
Nuestro sensei actual más de una vez ha tenido que recordar en clase que el instructor es él y quien está para corregir es él. Así como le cuento, a viva voz. Pero no lo hace con enfado porque sabe que al menos en este grupo la intención de explicar algo al compañero es buena. Y los alumnos que vamos siendo más avanzados encontramos el equilibrio y ya distinguimos entre dar algunas pautas muy escuetas a un compañero perdido (pon el pie aquí, coloca la mano de esta manera..) y explicar la técnica.
Y por supuesto, cuando ha tenido problema con algún alumno (recuerdo un caso bastante exagerado y especial con uno nuevo) lo ha acabado echando después de pedirle varias veces que cambie su conducta.
Creo que ese es un buen equilibrio, la verdad. Se genera un ambiente sano. Todos cometemos el error de creer en algún punto que sabemos más de lo que realmente sabemos XD Yo incluido. El tema es saber apreciar si la persona lo hace con buena o mala intención y actuar en consecuencia en cada caso. Porque si la intención era buena pero el instructor tiene una respuesta exagerada, injusta o no avisa antes para que se corrija la conducta acaba destruyendo su grupo y su imagen. Los alumnos no tenían la culpa.
Es muy difícil esta "diplomacia". Pero el equilibrio es fundamental en ambos casos. Tanto por parte del alumno como por parte del sensei.
Wow! Tremendo aporte, muchas gracias y saludos