Visita a la Estación de Francia (Barcelona)

Поделиться
HTML-код
  • Опубликовано: 11 окт 2024
  • Hacemos una visita a la estación de Francia, también conocida como la Estación-Término en Barcelona.
    Quizá ya conoces por su nombre y localización esta estación ferroviaria, la segunda más importante de Barcelona después de la Estación de Sants por ser la estación de partida de los trenes de larga distancia que se dirigen a Francia, y de algunos trenes regionales que provienen del sur y del este de Cataluña.
    Si estás de visita en Barcelona o buscando alojamiento turístico para una temporada en la ciudad por estudios, trabajo o vacaciones, seguro que has pasado más de una vez por delante de la Estación de Francia y te han impresionado sus dimensiones interiores y su aspecto de estación de película.
    Esta estación está situada en la Avenida Marquès de l’Argentera, en el distrito de Ciutat Vella y se empezó a construir en 1926 y entró en servicio en 1929 con motivo de la Exposición Universal de ese año, sustituyendo a la estación de Granollers o Barcelona Término, construida el 1854.
    La estructura de la estación fue proyectada por el vasco Pedro Muguruza y el ingeniero Andreu Muntaner. El primero fue arquitecto y Consejero Nacional y Procurador en las Cortes Españolas durante dos legislaturas franquistas, así como autor del Palacio de la Prensa de Madrid.
    La estación se llevó a cabo con colaboración de Raimon Duran i Reynals, pero de la cubierta de los andenes se encargó Pelagi Martínez, el mismo que participó, junto a Duran, en la proyección del Palacio de las Artes Gráficas y el autor del Museo Arqueológico de Barcelona.
    De la decoración del conjunto se encargó Santiago Marco. Fue Alfonso XIII quien inauguró la estación justo para la Exposición del 1929, que llenó Barcelona de nuevas construcciones y proyectos arquitectónicos y la hizo despegar definitivamente como una de las capitales españolas más importantes. Esta línea uniría por primera vez Barcelona con Francia.
    El conjunto de la Estación de Francia está formado por dos partes: las naves, que se extienden sobre las doce vías y siete andenes como una marquesina metálica y curvada de 29 metros de alto y 195 metros de largo, claro ejemplo de la arquitectura de hierro, que le confiere luz y espacio a aquello que cubre; y el vestíbulo, un espacio de estilo novecentista diseñado por Duran i Reynals, elegante y coronado por un enorme reloj que indica la hora para que nadie pierda su tren.
    En este último espacio se utilizaron materiales lujosos como el mármol y el bronce, que le da a la entrada del recinto un aspecto antiguo que no poseen otras estaciones más modernas.
    Como curiosidad, si pasas algún día por la Estación de Francia, fíjate en las estatuas de búhos colocados estratégicamente en algunos puntos exteriores e interiores del recinto. Su utilidad no vas más allá que asustar a las palomas que se posan en los puntos más altos de la estación, pero también son pequeñas estatuas de gran belleza.
    Actualmente la estación ha recuperado gran parte de su esplendor del pasado ya que es el punto de partida de muchos trenes de media distancia que se dirigen al sur y al oeste de Cataluña, así como del Trenhotel que va a París y los trenes de cercanías con dirección a Vilanova i la Geltrú y Sant Vicenç de Calders. Está previsto que esta estación sea desmantelada gracias al equipo de gobierno actual de la ciudad condal.

Комментарии •