Tengo la siguiente duda respecto de los criterios de adjudicación: desde mi punto de vista cualquiera de ellos es reconducible a un precio. No olvidemos que los precios son señales que, libremente conformados en un mercado competitivo (entiendo por tal aquél en el que no hay barreras de entrada y salida), indican las preferencias de la población o en este caso de la Administración (conforman una suerte de democracia permanente, a través de la cuál expresamos nuestros deseos, me gusta mucho o lo necesito muchísimo, mucho o poco tienen su traducción en el precio que estamos dispuesto a pagar por ello). Por lo tanto ¿no sería preferible dedicar tiempo a una correcta y detallada elaboración del pliego técnico y establecer el precio máximo que estamos dispuestos a pagar por ello?. Cuando la ley habla de cómo justificar las ofertas que realizan las empresas para ver si es viable o no, indica que hay que atender al conjunto de la oferta, pero no se me ocurre cómo hacer esa valoración conjunta si no es reduciendo todos los criterios de adjudicación a una unidad de medida común, es decir, el precio, de manera que cada criterio supondrá una parte del precio.
No estoy de acuerdo en instaurar en la contratacion menor el arraigo territorial, todos tenemos los mismos derechos a participar ya sea contrato mayor o menor, incurririamos en no aplicar la igualdad de oportunidades. Efectivamente la contratación menor es maldita y tal vez sea por los abusos que se han realizado con ella y se siguen haciendo actualmente.
Tengo la siguiente duda respecto de los criterios de adjudicación: desde mi punto de vista cualquiera de ellos es reconducible a un precio. No olvidemos que los precios son señales que, libremente conformados en un mercado competitivo (entiendo por tal aquél en el que no hay barreras de entrada y salida), indican las preferencias de la población o en este caso de la Administración (conforman una suerte de democracia permanente, a través de la cuál expresamos nuestros deseos, me gusta mucho o lo necesito muchísimo, mucho o poco tienen su traducción en el precio que estamos dispuesto a pagar por ello). Por lo tanto ¿no sería preferible dedicar tiempo a una correcta y detallada elaboración del pliego técnico y establecer el precio máximo que estamos dispuestos a pagar por ello?. Cuando la ley habla de cómo justificar las ofertas que realizan las empresas para ver si es viable o no, indica que hay que atender al conjunto de la oferta, pero no se me ocurre cómo hacer esa valoración conjunta si no es reduciendo todos los criterios de adjudicación a una unidad de medida común, es decir, el precio, de manera que cada criterio supondrá una parte del precio.
No estoy de acuerdo en instaurar en la contratacion menor el arraigo territorial, todos tenemos los mismos derechos a participar ya sea contrato mayor o menor, incurririamos en no aplicar la igualdad de oportunidades.
Efectivamente la contratación menor es maldita y tal vez sea por los abusos que se han realizado con ella y se siguen haciendo actualmente.