Discurso íntegro de S.M. el Rey en los Premios Princesa de Asturias 2015

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  • Опубликовано: 22 окт 2015
  • Su Majestad el Rey pronunció su discurso, que comenzó expresando su emoción por volver "a esta querida capital asturiana" para reconocer y distinguir "a quienes contribuyen de manera relevante al progreso y al entendimiento de la Humanidad; a quienes con su trabajo, su excelencia, su genio y su compromiso son portadores de los profundos valores a los que, en última instancia, aspiramos a que nos definan como personas".
    "Somos inmensa mayoría los que queremos un mundo en el que la vida digna, para todos, y la solidaridad sean la norma; y seguimos el ejemplo de quienes, como nuestros galardonados, alzan su voz con valentía y responsabilidad para proteger a los más débiles, a los desfavorecidos, a los más vulnerables. Y somos cada día más quienes aspiramos a que el afán de saber y entender, la pasión por descubrir, crear o imaginar, y el impulso a superarnos sean auténticos motores de progreso y civilización; siempre bajo un espíritu de concordia entre culturas y de armonía con nuestro planeta", recalcó Don Felipe.
    El Rey expresó su agradecimiento y rindió un "homenaje muy especial" a "esta querida tierra asturiana, que nunca ha fallado al conjunto de la Nación española. Aquí ofrece su solar, su nombre y su empuje a este faro de cultura y de concordia que son los Premios Princesa de Asturias. Por eso, gracias a todos los asturianos por compartir con el resto de los españoles, en éste y en todo momento, lo mejor que os caracteriza. Gracias de corazón a toda Asturias".
    Don Felipe concluyó sus palabras abogando por seguir "construyendo España, convencidos y muy conscientes de que una Nación europea con raíces milenarias y vocación universal, como la nuestra, seguirá unida en su camino hacia un futuro de mayor concordia y progreso, con la dignidad, el respeto y el orgullo que merece su historia y su memoria".
    Su Majestad el Rey advirtió que "cuando se levantan muros emocionales -o se promueven divisiones- algo muy profundo se quiebra en nosotros mismos, en nuestro propio ser, en nuestros corazones. Que nadie construya muros con los sentimientos. Las divisiones nunca hacen grande a un pueblo; solo lo empobrecen y lo aíslan. Evitemos las fracturas sociales que tanto daño hacen a las conciencias de las personas, a los afectos, a la amistad y a las familias, a las relaciones entre los ciudadanos".
    "Reflexionemos, y valoremos con sinceridad y honestidad lo que los españoles hemos construido juntos, que nos une y nos fortalece; alejemos lo que nos separa y nos debilita; y apartémonos, especialmente, de todo lo que pretenda señalar, diferenciar o rechazar al otro", pidió Don Felipe, que puso de relieve que "en toda sociedad democrática como la nuestra, la defensa de la legalidad y de los principios constitucionales es la garantía de los derechos y libertades de todos los ciudadanos. Por tanto, los españoles debemos preservar esa convivencia que fortalece y enriquece nuestra vida colectiva".

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