RASTROJERO Esteban Álvarez 20151110 Prácticamente nacido en un Rastrojero, cuenta anécdotas

Pasamos a saludar a Esteban Álvarez por su casa, en la ciudad de San Fernando, y cuando llegamos estaba haciendo mecánica a otro de sus vehículos, pero no tardo en levantarse, ponerse a charlar con nosotros sobre el Rastrojero doble cabina que está armando, y en cuestión de segundos colocó una batería de solo 65 amperes, calentó y dio marcha a su motor Indenor, que hacía varios meses que no ponía en funcionamiento.
Esteban compartió algunas anécdotas de su vida sobre un Rastrojero, y se emocionó al recordar viajes, alegrías y tristezas, pero junto a este camión liviano con el que trabajó de fletero durante muchos años. "A veces tenía veinte mangos en el bolsillo, y decís no sé si comés a la noche o no,... le echas gasoil a la camioneta y un viaje hacés y comés! La verdad que uchas veces me ha dado de comer. Me ha dado de comer y muchas cosas que tengo hoy en la vida las tengo gracias a él. Por eso yo nunca lo voy a vender. Podrá estar así, tirado, bajo un árbol, pero nunca, nunca lo voy a vender. Este queda para mi familia, para mi hijo, para mis hijas, pero este es algo que me dio la vida, que me dio mi viejo. Y me encanta tenerlo", comentó en un momento de la larga charla que mantuvimos durante la entrevista.
Este entusiasta propietario dio exactamente UN MINUTO de precalentamiento de bujías, y luego de tres o cuatro meses puso en marcha el Indenor.