4.2. La nueva Monarquía Borbónica Los Decretos de Nueva Planta. Modelo de Estado y reformas

Поделиться
HTML-код
  • Опубликовано: 26 окт 2024

Комментарии • 18

  • @evamaritzazavaletapimentel1422
    @evamaritzazavaletapimentel1422 3 года назад

    Muchisimas gracias , muy interesante . Me ha sido muy útil, didácticamente explicado. Me ha gustado mucho.

  • @oscargonzalez-ruano
    @oscargonzalez-ruano 3 года назад

    Gracias.

  • @carloszufia-xu9yl
    @carloszufia-xu9yl Год назад

    Hola. Según tengo entendido no se prohibió el catalán sino que fue el latín el que fue sustituido por el castellano, no el catalán. Un cordial saludo

    • @prof.jaimeariasjimenez9869
      @prof.jaimeariasjimenez9869  Год назад

      Muchas gracias por el comentario.
      Los territorios de la Corona de Aragón tenían situaciones diversas:
      En Cataluña, aunque el castellano había ido ganando pujanza como lengua de comunicación, literaria y científica, el catalán estaba generalizado y se empleaba en todos los niveles de la administración. Un ejemplo característico son las Constituciones Catalanas, como puede verse en esta edición de 1588:
      bvpb.mcu.es/es/consulta/registro.do?id=448486
      En el Reino de Aragón, la lengua de la administración ya era el castellano. Esto puede verse, por ejemplo, en las actas de las Cortes de Aragón de 1664: www.cortesaragon.es/fondoHistorico/es/consulta/resultados_busqueda.do?autor_numcontrol&materia_numcontrol&id=84587&forma=ficha&posicion=1
      Las Cortes de Valencia habían ido perdiendo progresivamente poder político (Felipe III fue el último en convocar Cortes en territorio valenciano, en 1604), pero la lengua se mantenía. El Manual de las Diputaciones del General del Reino de Valencia (1687) está escrito en valenciano, aunque sí presenta partes en latín:
      savex.gva.es/flora/jsp/system/win_main.jsp?welcomePage=jsp/everdoc/archivo/udocs/udocs_consulta_simple_opac.jsp&success=/jsp/system/win_main.jsp&profile=anonimo_opac
      Un saludo.

  • @billycorgan3934
    @billycorgan3934 3 года назад

    Como bien refleja el artículo 40 que expones, deja bien claro que los reinos son extranjeros entre sí. Por tanto, no existía ningún estado llamado España sino que existía un estado llamado Corona de Castilla que invadió la Corona de Aragon.
    Además de que sí hubiese existido un estado previamente llamado España no habría hecho falta imponer ninguna jurisdicción castellana a la Corona de Aragon ya que ya la estarían compartiendo previamente...
    Los Fueros no tiene el significado actual del término. Los Fueros son un término histórico para referirse al equivalente a una constitución actual. Es decir, por tradición en Cataluña se le llamaban Constituciones catalanas y en Aragón y Valencia fueros. Los Fueros garantizaban la independencia de estos territorios para evitar que el Monarca se viese tentado a alterar fronteras ya que el Monarca lo era de muchos Estados.
    El Virrey no tenía ninguna importancia específica más allá de representante del rey cuando éste no se hallaba en la península española. Por tanto, los virreyes que tenían poder eran los que estaban en América, al no estar presente el rey allí.

    • @prof.jaimeariasjimenez9869
      @prof.jaimeariasjimenez9869  2 года назад +1

      Muchas gracias por el comentario.
      Suelo aclarar en mis clases que, efectivamente, en el siglo XVII no existía el concepto de Estado español que tenemos actualmente, pues la misma idea de Estado moderno se estaba todavía fraguando.
      Empleo el término España como una simplificación, pero no sin una base histórica: los reyes de la monarquía Hispánica se denominaban a sí mismos, en el interior y en el extranjero, como reyes de España. En tiempos de los reyes católicos se empleaba la intitulación completa: "reyes de Castilla, de Aragón, de León, de las Dos Sicilias, de Jerusalén, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia...", pero ya a finales del siglo XV, especialmente en los tratados internacionales, adoptarán el nombre de reyes de España.
      Los territorios de la monarquía mantenían sus propias instituciones, sus leyes y sus tradiciones de gobierno, y no fueron bienvenidos los intentos unificadores (como la Unión de Armas del conde duque de Olivares). Sin embargo, el término "España" era empleado y reconocido como forma de denominar a un territorio, un agente político y una nación (en el sentido que esta palabra tenía en la Edad Moderna, más cercano a lo que hoy llamaríamos un "pueblo" o una "cultura": se hablaba de la nación española igual que la italiana o la alemana, por un conjunto de rasgos compartidos). Es por ello que yo -no quisiera llevarle la contraria a los diplomáticos del siglo XVII- empleo el término España.
      Conviene recordar que entonces no existía la idea de que un Estado tuviera que ser políticamente homogéneo: incluso el país más centralizador, Francia, reconocía fueros de territorios, ciudades o incluso profesiones y grupos sociales. Los territorios eran diferentes ante la ley, igual que lo eran las personas. Pero todos formaban parte del mismo conjunto político.
      A ello se suma que existía una visión patrimonial de los territorios: el monarca era soberano en sus territorios, era la fuente de poder y el último órgano de decisión. Las leyes y decisiones debían hacerse por el bien del pueblo, pero porque esa era la función de un buen monarca, y no porque el pueblo tuviera derecho a ello. Es una cuestión sutil, pero de gran importancia.
      Por todo ello, los reinos estaban unidos porque tenían el mismo monarca: cuando un ejército formado por castellanos actuaba en Italia o en Flandes no se veía como una fuerza extranjera, sino como las tropas del rey (que, por definición, siempre eran "multinacionales"). Especialmente, en territorios que llevaban doscientos años bajo los mismos monarcas (como es el caso de Castilla, Aragón, Navarra y Granada), la identificación era mucho mayor. Cada uno de estos territorios defendía sus tradiciones de gobierno y exigía que los cargos políticos locales estuvieran ocupados por uno de los suyos, pero eso no quiere decir que se consideraran mutuamente como extranjeros, al nivel de un italiano, un flamenco o, especialmente, un francés o un inglés.
      Con todo ello, y siento haberme extendido tanto, quiero decir que los contemporáneos, tanto nacionales como extranjeros, tenian una conciencia de España: se referían a ella en la literatura, en la política y en las representaciones artísticas. No era un Estado moderno, pero era un Estado en el sentido amplio del término. En el siglo XVII, Castilla, León, Aragón, Navarra, Granada, no eran Estados independientes, federados ni subyugados: eran, como se decía entonces, los Reinos de España.
      Muchas gracias por el comentario y la oportunidad de discutir estas ideas (que, por supuesto, sobrepasan lo que un comentario de RUclips puede abarcar).

    • @billycorgan3934
      @billycorgan3934 2 года назад +1

      @@prof.jaimeariasjimenez9869 el término reyes de España era un término no oficial, como lo eran el de católicos. Era más bien usado fuera de la península por 2 razones principales : porque era más sencillo que enumerar el listado de Estados y porque la población tampoco tenía un gran conocimiento del mapa geopolítico europeo debido al gran número de Estados europeos que había. Sólo hay que ver los mapas europeos de la época. La gente solia utilizar términos geográficos.
      Los Austrias siguieron utilizando la misma intitulación. De hecho, Carlos I jamás se intituló rey de España...
      Me parece muy osado decir que existía una nación (la española) cuando ni siquiera compartían lengua. La prueba la das tú mismo, se hablaba de Italia cuando todo el mundo sabe que Italia nace en 1861 ya que hasta entonces eran estados independientes entre ellos y con diferentes lenguas. Ídem de lo mismo con Alemania. España, Italia y Alemania eran términos geográficos que determinadas naciones se apropiaron.
      Francia es la excepción, no la norma, debido al Absolutismo tan temprano que experimentó.
      Como deberías saber si eres profesor, el poder no emanaba de un rey sino que habían diferentes fuentes de poder fruto de los contratos feudales tal como la Iglesia, las Cortes y las Constituciones/Fueros. De hecho, el poder del rey en la época de los Austrias se vio tan limitado en la Corona de Aragon, que se produjo una gran crisis y muchas tensiones entre la Monarquía y la Corona de Aragon. El rey no podía contradecir las Constituciones/Fueros aprobadas en las Cortes que no le permitían hacer la transición feudal hacia el Absolutismo que sí había conseguido en Castilla. Por tanto, el pueblo "las élites" sí tenían derechos.
      No es cierto que los reinos de la Corona de Castilla estuviesen Unidos con los de la Corona de Aragon. De hecho, ni libraban las mismas batallas. El ejército era imperial, defendía los intereses de la Monarquía, no de España. Pero el Rey no disponía de los soldados sin la aprobación de las Cortes tal como ocurrió en la Fallida Unión de Armas, donde las diferentes Cortes de la Corona de Aragon, de Portugal etc se negaron a aportar soldados y dinero.
      Las tropas castellanas eran extranjeras en la Corona de Aragon y por tanto tenían prohibido pisar territorio de la Corona de Aragon porque así además estaba dispuesto en las Constituciones catalanas y los Fueros. Es este hecho el que llevó a la crisis de 1640 y el Principado de Cataluña, viendo como la Monarquía y Castilla socaban la soberanía de la Corona de Aragon deciden nombrar al rey de Francia como Conde de Barcelona, para echar del Principado a las tropas castellanas que habían violado la legalidad catalana (y de la Corona de Aragon).
      El derecho de extranjería establecía que eran extranjeros entre ellos (incluso entre los Estados de la Corona de Aragon).
      La supuesta conciencia de España es más un deseo que una realidad. Esa fue la intención cuando en el siglo XIX se inventó el término Reconquista, dar a entender algo que no sucedió para justificar la existencia de un nuevo Estado llamado España.
      No existía tal conciencia. Tanto es así que se puede leer en Obras ejemplares de Cervantes, que él es el primero en escribir una novela en castellano ya que hasta entonces habían sido traducidas de lenguas extranjeras.
      Por tanto, Tirant lo Blanc era una novela escrita en lengua extranjera, por tanto, dudo que pudiera sentirse parte de una misma nación.

    • @prof.jaimeariasjimenez9869
      @prof.jaimeariasjimenez9869  2 года назад

      @@billycorgan3934 Muchas gracias por el comentario y los datos que aporta.
      Es totalmente cierto que los diferentes territorios de la monarquía tenían instituciones y leyes propias, igual que las tenían los estamentos, las ciudades e incluso los gremios. La herencia del feudalismo seguirá viva durante toda la Edad Moderna, y gobernar la monarquía será un complicado juego entre los derechos y reivindicaciones privadas y las disposiciones del rey.
      Lo que he tratado de explicar es que la idea de una unidad política de España no sería algo inventado en 1707. Los Decretos de Nueva Planta fueron unas reformas de profundo calado, pero antes de ellos ya se habían dado pasos hacia una integración política más acorde a los Estados que conocemos.
      Esto se produjo en todos los ámbitos, pero, por hablar solo del aspecto territorial, el ejemplo más claro es la Unión de Armas del conde duque de Olivares, que intentó homogeneizar los reinos hispánicos en cuesiontes fiscales y militares. Fue un fracaso, pero el hecho de que se emprendiera ya indica que había una idea que asociaba a los territorios hispánicos más allá de lo territorial. Hay una razón de que ya Carlos I empleara en las monedas la expresión Hispaniarum Rex (por el contrario, la intitulación completa tiene razones propagandísticas: por eso se enumeran territorios claramente integrados en las Coronas, como León, Granada o Toledo, e incluso aquellos sobre los que ya no se tenía poder efectivo, como Jerusalén o Atenas y Neopatria… No quiere decir que cada uno de los territorios mencionados se viera como una entidad independiente).
      Los reinos hispánicos compartían instituciones, como el Consejo de Órdenes Militares y el Consejo de la Inquisición. Este último, por ejemplo, aparece en la famosa anécdota de Antonio Pérez, secretario de Estado con Felipe II que, siendo acusado de asesinato, se refugió en Zaragoza bajo la jurisdicción del Justicia de Aragón. Para evitar negociar con este, el rey empleó a la Inquisición, que tenía jurisdicción en todos los reinos. Esto provocó protestas, por supuesto, pero ya indica que la monarquía hispánica contaba con herramientas para extender el poder real a todos los territorios.
      Por el contrario, el episodio de 1640 demuestra que las Constituciones e instituciones regionales, especialmente catalanas, seguían muy vivas. En la revuelta de Cataluña, el odio a los castellanos se hizo patente, y la separación de la monarquía hispánica fue un hecho. Sin embargo, era generalizado en la época que diferentes territorios tuvieran sus propias leyes, incluso en Estados centralizadores como Francia, por lo que esto no es incompatible con una conciencia creciente de unidad nacional. Por supuesto, esta era solo una más en el juego de ideas y estrategias de la época, aceptada o rechazada según posiciones e intereses de grupos o individuos (en todos los levantamientos de 1640 se enfrentaron rebeldes y lealistas), pero existía.
      Por eso, cuando Felipe V decide regular y homogeneizar institucionalmente los territorios de España (a partir de aquí el término, en mi opinión, puede emplearse sin ambages), no actúa por un impulso súbito ni inesperadamente, sino como parte de un complejísimo proceso que llevaba siglos en marcha: la formación del Estado moderno, que supone la centralización del poder y el establecimiento de la homogeneidad legal. Un proceso acelerado por la victoria borbónica en la guerra de sucesión.
      Este hecho es fundamental, pues muestra que la actuación de Felipe V no fue la anexión a Castilla de un territorio extranjero, sino el castigo a unos súbditos rebeldes, que por haber apoyado al archiduque Carlos vieron sus fueros derogados. Esto indica que los fueros y las instituciones propias se consideraban (en este momento de la Historia, muy diferente de la situación en el siglo XIV) un privilegio que el rey podía retirar. La prueba es que sus súbditos vascos, fieles a Felipe V, mantuvieron sus fueros, sin que por ello fueran considerados un territorio extranjero.
      Llegados a este punto quiero insistir en que este se trata de un tema muy delicado y proclive a las generalizaciones: tratamos temas que caen dentro de la filosofía política e incluso de la Historia de las mentalidades, y estamos combinando épocas muy distintas. Por supuesto que estas ideas sufrirían una evolución, con avances y retrocesos, y no eran compartidas por todos. Pero creo que, a la vista de la Historia, la situación en el siglo XVIII era como la he presentado.
      Respeto al término “nación española”, sé que puede llevar a error, pero he querido emplearlo como se hacía en la época, para designar a un conjunto de personas que compartían unas características territoriales y (en términos actuales) culturales. El Tesoro de la lengua castellana o española, de Covarrubias (1611) define nación como “de un reino o provincia extendida, como la nación española”. He citado Italia y Alemania conscientemente, pues ya en la época se hablaba de la “nación italiana” y la “nación alemana”, pese a la obvia división de lenguas y a la fragmentación política, teniendo en cuenta una cierta homogeneidad cultural.
      España no era, en absoluto, un Estado moderno, no era una unidad política homogénea y la división territorial (en lo que entonces llamaban Reinos y la tradición historiográfica suele llamar Coronas) seguiría muy viva durante toda la edad moderna. Sin embargo, creo que en la conciencia de la época se fue desarrollando la idea que los territorios de la península ibérica compartían más que la localización geográfica o un monarca común.
      El ejemplo más claro es la España defendida, de Francisco de Quevedo, donde se reconoce a las tres coronas de su tiempo (Castilla, Aragón y Portugal) pero se habla conjuntamente de ellas como dotados de un carácter y una causa comunes, destacando sus héroes y mitos, como el Cid o Santiago, e incluso remontándose a la antigüedad latina (como Marcial). Por supuesto, habría quien discutiesen esta idea, pero indudablemente, existía.
      Por último, aunque es cierto que Cervantes dice ser “el primero que he novelado en lengua castellana”, hay que tener en cuenta que este término era muy restringido en la época: se refiere al género específico de novella, traído de Italia, y no a lo que hoy entendemos como tal. Ya se habían publicado anteriormente obras como El Lazarillo o Guzmán de Alfarache, que Cervantes no podía ignorar.
      Sin ánimo de profundizar en un tema demasiado sutil para tratar de resolverlo aquí, y dejando a un lado cuestiones como la Reconquista o la visión (idealizada) del reino visigodo, que merecen un tratamiento específico, le agradezco una vez más los datos que proporciona, en la mayoría de los cuales estoy de acuerdo con usted.

    • @billycorgan3934
      @billycorgan3934 2 года назад

      @@prof.jaimeariasjimenez9869en los Decretos de Nueva Planta figura la desaparición de la Corona de Aragon en la que el propio Felipe V afirma que los súbditos dejarán de ser extranjeros entre sí. Por tanto, no podía haber una idea de unidad política compartida.
      Por esta regla de tres, la idea de una unidad política existe en Ucrania porque Rusia quiere anexionarsela!
      Que las élites castellanas quisieran anexionarse la Corona de Aragon, no significa que estos últimos compartiesen la idea.
      Ya que sacas la Fallida Unión de Armas, si algo quedó claro, es que no existía tal idea de unidad política. Sólo hay que ver la espantada de Portugal y Cataluña.
      Lo que estos Estados no querían era pagar las guerras de Castilla.
      (Castilla fue el Estado que más veces ha quebrado en Europa).
      Pero qué monedas, si la Corona de Aragon y la de Castilla no compartían divisa.
      Carlos I jamás se intituló como Rey de España. Si sólo hay que ver el documento de las Cortes Catalanas en Monzon de 1533, se dirigen a él como emperador y rey de Castilla y de Aragon.
      Si hubiese existido el Rey de España, el Conde Duque Olivares, en su memorial, no le habría pedido a Felipe IV que se convirtiera en Rey de España. Se lo pide porque no existía ese título ni esa concepción política que hoy existe.
      Yo entiendo que España ha vivido 3 siglos de amnesia colectiva fruto del Absolutismo y diversas dictaduras pero los hechos desmienten el relato impuesto por la Real Academia de Historia creada por Felipe V.
      Los Reinos hispánicos compartieron Monarquía, poco más. Si el Rey consiguió atrapar al secretario que nombras no fue por su poder sino porque dependiendo de los delitos que se cometían era la Iglesia o la Monarquía la encargada de juzgar. Tu mismo reconoces que fue la Iglesia la encargada de atraparlo...
      Y respecto a lo de instituciones regionales, refiriendote a Cataluña, yo no conozco a ninguna región española que tenga aduanas y fronteras con otras regiones españolas 😅, como fue el caso de Cataluña y el resto de Estados.
      Hombre, cuando un ejército extranjero invade tu país, viola y comete todo tipo de pillajes y crímenes contra la población civil puede ser que la población no te tenga en estima 😅.
      Pero si quieres hablar de odio podrías echar un vistazo a Quevedo en "la rebelión de Barcelona ni es por el huevo ni es por el fuero' donde se despacha a gusto contra los catalanes y los judíos. 😅
      La unidad nacional se produce cuando todas las partes quieren, no cuando es impuesta de una parte contra otra parte.
      Felipe V obedece a los intereses de quienes le han puesto en el trono: Castilla.
      Los Decretos de Nueva Planta demuestran que son una anexión de un territorio por parte de otro (obviando que el propio Felipe V de Castilla y IV de Aragón llama a sus súbditos a dejar de ser extranjeros), no habría sido necesario imponer la jurisdicción castellana en la Corona de Aragon ya que compartirían jurisdicción de haber formado parte de un mismo Estado. Por tanto, queda claro que se produjo una anexión.
      Si entras en política, podemos hablar de cómo Felipe V robó el trono de los Austrias asesinando al heredero al trono que Carlos II había designado en su testamento, al joven Jose Fernando de Baviera, que "casualmente" es envenenado con 7 años de edad y a escasos meses de morir Carlos II en su lecho de muerte. Considerando que el cardenal Portocarrero fue quien escribió el testamento final, el término rebeldes está bastante fuera de lugar teniendo en cuenta que los Austrias jamás habrían entregado su patrimonio a sus enemigos los Borbones tras 2 siglos de guerras...
      Me haces trampas con los "Fueros" vascos ya que los vascos y el Reino de Navarra fueron asimilados por la Corona de Castilla en el siglo XVI. Por tanto, no tiene nada que ver con las Constituciones/Fueros de la Corona de Aragon.
      Creo que se trata más de un deseo de justificar la existencia de España que la propia realidad de la península fruto de la época de los nacionalismos como el español, británico, alemán o italiano.
      Es que existen muchos documentos antiguos en los que se hace mención a la nación catalana y a otras en la península.
      España era la ensoñación de una élite castellana. Simplemente.
      Francisco de Quevedo precisamente reconoce que España es un término geográfico.
      Cómo profesor, lo último que me esperaba leer era el término Reconquista inventado en el siglo XIX por políticos ya que no existen documentos antiguos que mencionen tal Reconquista. Hay que separar los deseos de los hechos.

    • @billycorgan3934
      @billycorgan3934 2 года назад

      @@prof.jaimeariasjimenez9869 y por si seguías teniendo dudas de la anexión tras la guerra de sucesión de 1700 sólo tienes que ver el mapa político de 1850 en el que se indica la España uniforme, la foral y la ASIMILADA.