La realidad es que era/es imposible para los condenados salvarse, pues no es posible querer ser salvo en el momento de la muerte sin previamente estar predestinado (cosa que depende de la previsión de obras). Esa es una razón lo suficientemente valida que tienen los condenados para odiar a Dios. Eso de que Dios quería con voluntad antecedente que se salven los que serán réprobos, es una tontería, pues el sabe que nadie se salva sin ser predestinado.
La Gracia viene de Dios, es precedente. Dios quiere que todos se salven y les da la posibilidad real de salvación. Los que NO se salvan es porque NO quisieron, en el sentido de resistirse a la Gracia (don gratuito de Dios) por el uso de la libertad. Dios no impone la Gracia, nos la regala. Perseverar hasta el final es abrazar toda la gracia. De otro modo no habría mérito alguno en ningún santo, pues ya Dios habría impuesto su voluntad sobre esas personas para que sean santas. Dios nos da la Gracia precedente a toda voluntad humana, pero el ser humano debe colaborar. Afirmar que Dios creó a un grupo para salvarlos y a otro para condenarlos (como afirma el calvinismo), no habla de un Dios Padre misericordioso y amoroso, sino perverso.
Brillante
La realidad es que era/es imposible para los condenados salvarse, pues no es posible querer ser salvo en el momento de la muerte sin previamente estar predestinado (cosa que depende de la previsión de obras). Esa es una razón lo suficientemente valida que tienen los condenados para odiar a Dios. Eso de que Dios quería con voluntad antecedente que se salven los que serán réprobos, es una tontería, pues el sabe que nadie se salva sin ser predestinado.
Misterio inefable
La Gracia viene de Dios, es precedente. Dios quiere que todos se salven y les da la posibilidad real de salvación. Los que NO se salvan es porque NO quisieron, en el sentido de resistirse a la Gracia (don gratuito de Dios) por el uso de la libertad. Dios no impone la Gracia, nos la regala. Perseverar hasta el final es abrazar toda la gracia. De otro modo no habría mérito alguno en ningún santo, pues ya Dios habría impuesto su voluntad sobre esas personas para que sean santas. Dios nos da la Gracia precedente a toda voluntad humana, pero el ser humano debe colaborar. Afirmar que Dios creó a un grupo para salvarlos y a otro para condenarlos (como afirma el calvinismo), no habla de un Dios Padre misericordioso y amoroso, sino perverso.
Totalmente de acuerdo, el pensamiento de la santa iglesia católica