Sobre una fortaleza medieval se inició la construcción del actual, en 1465, perteneciendo desde entonces a la misma familia. Una de sus propietarias, Eugenia de Montijo, se convirtió en emperatriz de Francia al casarse con Napoleón III. La condesa encargó una serie de reformas que han dejado un aire francés en el castillo
Sobre una fortaleza medieval se inició la construcción del actual, en 1465, perteneciendo desde entonces a la misma familia. Una de sus propietarias, Eugenia de Montijo, se convirtió en emperatriz de Francia al casarse con Napoleón III. La condesa encargó una serie de reformas que han dejado un aire francés en el castillo