SAN BARTOLOMÉ DE LA TORRE (VERANO 2020) - HUELVA
HTML-код
- Опубликовано: 29 дек 2024
- San Bartolomé de la Torre, santo y torre, ambos decidieron hacer un complot festivo e histórico para dar nombre a una maravillosa localidad onubense situada en la Tierra Llana, lindando con el Andévalo, a tan solo 32 kilómetros de la capital, de la vieja Onuba.
Vamos a dar un paseo para conocer un poco más este municipio de 3.736 habitantes (2019) ubicado “en una corta llanura, junto al nacimiento y a la izquierda de un pequeño arroyo que lleva su nombre”. Y comenzaremos este paseo por uno de los símbolos bartolinos, el antiguo depósito elevado de agua, hoy dedicado a las comunicaciones, situado a las afueras del pueblo, cercano al embalse de San Bartolomé, alimentado por el arroyo del mismo nombre, y de la carretera que tras atravesar el pueblo toma dirección Alosno.
Atravesamos los campos teñidos de ocres para acercarnos al caserío bartolino. Este núcleo urbano data de 1589, año en el que el marqués de Gibraleón otorga una carta puebla para el poblamiento del lugar de San Bartolomé, en el sitio de “la torre”. En el documento citado se recogen los derechos y deberes que contraían las personas que decidían acudir a este nuevo pueblo, en su mayoría gente humilde de los alrededores y de la vecina Portugal.
Mucho ha llovido hasta encontrarnos con el actual San Bartolomé de la Torre. Su caserío alberga el casco antiguo, formado por la zona más antigua del núcleo urbano, caracterizado por una estructura de manzanas cerradas. El ensanche del casco antiguo (áreas residenciales) es el territorio que lo rodea, con una estructura urbana similar, si bien aparecen también edificaciones con nuevas tipologías tales como viviendas con antejardín, chalets, etc. También encontramos pequeñas barriadas de diseño homogéneo. En los exteriores se encuentran las áreas industriales; las áreas recreativas, instalaciones docentes y deportivas se ubican en “Paraje La Chaparra”, por la salida sur del pueblo y lindando con el mismo.
Tras recorrer su caserío, nos vamos de nuevo a los exteriores de San Bartolomé para acercarnos a su famosa torre, esa que le aporta la toponimia. En la Avenida de la Torre y enclavada a unos 700 metros del núcleo urbano, sobre una loma de 128 metros de altitud, se encuentra la Torre medieval.
No está clara la fecha de su construcción, de hecho existe una leyenda que dice que fue tartésica y su función consistía en servir de descanso de caravanas que salían de Tharsis cargadas de oro con destino a la construcción del templo de Salomón. Al margen de la leyenda, parece ser que esta torre es de época bajomedieval con influencias almohades, de entre mediados y finales del siglo XIII. Esta torre debió servir de vigilancia del territorio, de control de los caminos y de delimitación entre jurisdicciones, en este caso creadas por las disputas entre el señorío de Gibraleón y el reino de Niebla.
Podemos comprobar esas reminiscencias árabes, y es que durante el periodo musulmán la villa debió ser una alquería (pequeña comunidad rural que se situaba en las inmediaciones de las ciudades) de cierto valor estratégico para las comunicaciones entre la costa y el Andévalo. Aparte de esas influencias almohades, la torre es de planta cuadrada, de 9 metros de altura y 6,5 de base, apoyada sobre un zócalo de sillares sobre el que se levantan las paredes de tapial, limitadas en las esquinas por hiladas de ladrillos. Este modelo constructivo coincide con otras fortificaciones de la zona, como el denominado castillo de la Nicoba en San Juan del Puerto, cuyo emplazamiento coincide con los antiguos límites jurisdiccionales de Niebla, Gibraleón y Huelva.
Con las imágenes de la torre atalaya de San Bartolomé de la Torre, en la actualidad hábitat perpetuo de palomas, gorriones y otras aves, acabamos nuestro paseo por este bello municipio.