Eugenio estira las palabras a un nivel tan profundo . aún en la propia limitación del lenguaje, que me conmociona. Gracias por tal aporte. Gracias infinitassss ❤.
Me siento conmovida y emocionada . La sutileza, la maestría y la manera de utilizar las palabras como lo hace Eugenio , es el propio lenguaje del corazón. Siento que ésta transición de ser un ser humano automático y casi robotizado, quiebra la cáscara o mejor dicho las máscaras sociales y psicológicas. Estoy profundamente agradecida a los dos, porque han hecho música en la conversación. Gracias!!!
Me ha maravillado!! Es como contemplar un amanecer, una obra de arte o una pieza musical. Una Piscis a la que desde pequeña me ha costado mucho pronunciar “yo” siempre decía y digo nosotros…. Como me ha resonado. Muchas gracias por compartir.
Hola Cristián gracias por trearnos a Eugenio...y me quedo con la sensación que la psicología, la astrología son simples instrumentos del nuevo vínculo que estamos pariendo y esperando que surjan otros instrumentos que los jóvenes descubrirán para una mayor resonancia
Para mí, la situación planetaria es el reflejo del estado del sistema del que formamos parte. Así como el mercurio del termómetro no determina el calor que hace sino que refleja el efecto que éste tiene sobre la dilatación del mercurio, que es lo que medimos y nos indica, análogamente, las posiciones de los planetas reflejan el estado cósmico en el que nos encontramos y que nos constituye. Soy física y filóloga de formación y a mí me satisface esta explicación. Gracias a ambos, especialmente a Carutti, por tanto 🙏🏼
Sí, pero es curioso este diálogo, en principio de astrología, pero que prescinde de ella, excepto un guiño a un par de arquetipos. La verdad, no hace falta embarcarse en un análisis simbólico, a no ser que ello permita observar cómo la mente tecnológica (el pensamiento, la fragmentación) opera.
El cerebro de mi hijo opera desde el derecho, fue detectado que es zurdo desde el nacimiento, Es "muy zurdo" y tiene luna en escorpio entre otras coordenadas. Como madre estoy maravillada , hace 15 años, y desesperada. Gracias por esta charla, tengo tanto que aprender todos los días
Muchas gracias por abrirnos el corazón y hacernos entender de forma tan precisa conceptos tan complejos. No veo tan difícil el hecho de llegar a no dominar y ser responsable de mí misma, como el hecho subsiguiente de encontrar el punto óptimo de comunicación para manifestar, por ejemplo, desacuerdos. (Y veo que ya estoy dando por sentado que el otro no ha hecho su trabajo) La complejidad de la relación pone nuestra excitacion y nuestra incoherencia de manifiesto. Cómo no, en los vínculos juegan dos, o más... El otro ser, o los otros, juegan el mismo papel que nosotros, pero realmente todo depende de uno, da igual si dieron o no dieron el paso 💗🌹 GRACIAS
Hola. Es muy interesante la mirada de Carutti, la inteligencia vincular. Me es muy "familiar", la misma familiaridad de cuando escuché a Krishnamurti por primera vez, o a David Bohm. Es decir, son voces que confluyen, no que se apoyan unas en otras. Ahí está el vínculo. Sin haber escuchado todavía la parte en la que aparece la astrología (si aparece; no queda claro qué tiene que ver la astrología con esto), me gustaría hacer una reflexión al respecto. Yo, personalmente, incursioné en la astrología, me pareció fascinante. De un tiempo para acá, dejé de hacerlo. (Destacar que el relato personal carece de toda relevancia, solo es útil para articular el resto de la reflexión; cosas del lenguaje, como se comenta en el video). Excesiva e innecesaria complejidad conceptual, analítica, simbólica, por expresarlo de alguna manera condensada. Si nos fijamos, la sustitución del lenguaje habitual por el astrológico, se está produciendo, solo hace falta mirar RUclips, las redes. Canales de conocidos astrólogos españoles o de Latinoamérica han multiplicado sus audiencias desde la pandemia. Programas de TV con signos solares formando parte de la descripción de los invitados sobreimpresa en pantalla. El detalle de dicho boom es curioso: "maestro" es una palabra recurrente, el halago, la demostración de satisfacción, incluso de adicción; y todo lo contrario, la repulsa, el ataque feroz y ciego, tanto como lo es el halago. ¿Se puede separar la astrología, como ideal o concepto (objeto), del hecho astrológico tangible? No se pueden separar, el vínculo es eso, también aquí está presente, por supuesto. Es evidente la creciente identificación con los descriptores astrológicos. "Mi Sol, mi casa 12, mis tránsitos...", de igual modo que, como explica Carutti, hay identificación, que es posesión, con "mi cuerpo" o "mi hijo". Entre un tipo de identificación y el otro, no hay ninguna diferencia fundamental, solo cambia el envoltorio. En este sentido, ¿es posible darse cuenta de que la astrología se repliega sobre sí misma? ¿Al querer definirse (diferenciarse) y sacar la cabeza en el tejido de la sociedad, justamente, se profana? No suelen encontrarse espacios de diálogo donde esto se trate, pues se cae rápidamente y automáticamente en la polarización ciencia vs pseudociencia, u otras. Gracias.
La astrología representa una manera diferente, nueva, de mirar la realidad. En sí misma, es una expresión inteligente: genera asociaciones (vínculos) entre elementos que, aparentemente, eran inconexos. Los movimientos y posiciones planetarias se vinculan con los acontecimientos o pautas de comportamiento humanos. Ahora bien, y aquí yace el quid de la cuestión: ¿es relevante la astrología, por sí misma, o lo es la inteligencia que la contiene y articula? Si contestamos que la astrología en sí misma es relevante, esta se establece, se sedimenta y se convierte en una habitación cerrada, limitante y susceptible de crear dependencia. Esto no es bueno ni malo, simplemente nos quedamos igual, por tanto, es un espejismo más, propio de la mente tecnológica. Ejemplos prácticos de este asentamiento astrológico actual hay muchos. Los descriptores astrológicos ya forman parte de la materia que conforma el mundo exterior o realidad consensuada: "si vas a formar una empresa, sería conveniente que tu Sol natal estuviese bien posicionado respecto de la carta natal de la empresa o de tu socio". No hace falta buscar mucho para encontrar este recetario en los canales astrológicos más seguidos. Es evidente como "empresa", "socio", "Sol" y "carta natal" ocupan posiciones análogas en el entramado que la mente tecnológica dispone. Por tanto, está tan establecido (cristalizado) el concepto "empresa" como el de "Sol" o "carta natal". El resultado de este nuevo ejercicio de instrumentalización es que la libertad de poder mirar la vida de manera tangencial, cuestionando sus propios cimientos, queda, una vez más, enterrada debajo de la mecanicidad de los instrumentos tecnológicos. Expresado en palabras llanas: "me doy cuenta de algo insólito, misterioso, que escapa de la lógica mundana, un efluvio de las calderas insondables de la Inteligencia, pero, así y todo, lo profano, lo instrumentalizo y lo empleo para saber cuándo me he de casar, con quién he de formar una empresa o cuáles son mis talentos profesionales ocultos. Acabo intentando apresar dicha Inteligencia, me autoengaño, y sigo atrapado en la carrera vital por obtener resultados y seguridad...". Así, sin duda, la astrología vende. Mientras estuvo durmiendo en bibliotecas polvorientas, escondida del mundanal ruido, se aburrió de tal manera que ahora decide salir al mundo, exponerse y sedimentarse. Quizá sea lo más natural, acabar devorada por la vorágine del mundo, liberando, así, la inasible Inteligencia que quiso retener. La vida se abre camino.
Bellisimo dialogo! Pense en el oxigeno y las bacterias y como la mente tecnologica que no se percibe unida créa la forma de matar insectos "molestos" sin advertir que intoxica el mismo aire que somos respirando, envenena los mares y rios con petroleo y deshechos quimicos en su afan por seguir creando un mundo ··perfecto· para el ego y poder seguir sosteniendo su destino fatal porque no se siente parte del universo y no registra su inevitable final. Por lo demas, maravillosa clase practica de como aprender a vincularse con Cristian en este caso( impecable su participacion) , que me dejo dada vuelta. Igual me quede con ganas de saber cual hubiera sido el planteo de Eugenio si no hubiera habido preguntas. :)
Para que haya vínculo se necesitan elementos separados más el elemento vinculante. Y así funciona la existencia con éstos elementos vinculados y los nexos vinculantes en hiper-conexión. Si no, volveríamos a la sopa primal. Sucede que el hemisferio izquierdo no está preparado para percibir el nexo vinculante, sólo percibe elementos con la categoría de "cosas". Y cuando los conecta lo realiza a través de articulaciones mecánicas que son su constructo. Y que nada tienen que ver con la conexión sincrónica que no es construida sino percibida cuando hay madurez perveptiva...
Min 1:22:00. "Tu pregunta me desvió de lo que pretendía decir. ¿Qué hago? ¿Me impongo o trato de escucharte?". Aquí hay que ser cuidadosos, pues la complejidad estriba en no equiparar una salida con la otra, solventando aparentemente la disyuntiva. Es decir, supongamos que decido olvidar mi pregunta y reconducir el diálogo en función de tu inesperada pregunta. Cabe la posibilidad, en ese punto, de observar como, subreptíciamente, el yo opera, disfrazándose de "consideración por la opinión del otro". Ese respeto y tener en cuenta al interlocutor simplemente es la necesidad de encontrar empatía, complicidad, resguardo. Solo cuando todos esos movimientos de la mente fragmentadora son observados, la acción que se derivará del diálogo estará desnuda de artificios formales. Esa desnudez de toda forma y separación es el vínculo. Como vemos, el "peligro" aquí es confundir vínculo con empatía por el otro, lo cual sigue siendo separación tú-yo, obviamente. El fruto de un diálogo es el diálogo mismo, no lo que de él conceptualmente se derive. Si somos meridianamente sinceros, ningún diálogo de aquellos en los que participamos se aprovecha de esa manera, pues solo interesa el contenido conceptual del mismo. Dicho contenido es infinitamente intrincado: es la mente fragmentadora, tecnológica, el pensamiento, la consciencia, lo conocido, las formas separadas. Es así como la red formal crece sin parar, metastásicamente, opacando lo vincular. Pero esa red infinita es nada en esencia, como la espuma de la bañera, que se desborda, pero que se disipa sin dejar rastro si se deja de inflar con aire (vacío). La mente fragmentadora opone un fragmento a otro, los compara. Se pregunta cómo es posible escuchar abiertamente al otro, de modo que ambas opiniones cohabiten sin chocar, sin reaccionar una a la otra. Pero el vínculo es creativo, y no sería creativo llegar a una suerte de consenso (esto nos sonará, más si estamos en periodo electoral😅) donde ambas opiniones simulen tolerarse mutuamente. El consenso, generar una idea nueva que se base en las diversas ideas personales combinadas, es absurdo, no es creativo, es un refrito. La inteligencia se basa en la aparición no estimulada de una función totalmente nueva, ortogonal a la función conceptual. En palabras llanas: la coexistencia de opiniones dispares pero que, a la vez, no implique reacción, equivale a la pérdida de toda relevancia de cada una de esas opiniones puntuales, pasando a ser relevante el mecanismo que las genera y gestiona. Del diálogo emerge otra función, que no es la función conceptual, pero que a su vez es complementaria de esta. Dicha función solo puede ser la percepción de la totalidad de la función conceptual (o inteligencia tecnológica), es decir, la percepción de su estructura íntima. Así pues, como un par de ejes de coordenadas X e Y, ortogonales (perpendiculares) entre sí, percepción y pensamiento son la matriz generatriz, son acción real, son la inteligencia creativa o vincular. (En matemáticas, dos variables X e Y son ortogonales cuando son linealmente independientes: una no se puede expresar en términos de la otra. Son mundos aparte, pero, sin embargo, combinando ambos se genera un espacio, el plano XY). Al final, vivimos en una inmensa construcción cuyos ladrillos son vacío. Pero vacío es irrelevancia. Se vive en la sumisión a esa red, en un absurdo y forzado respeto por el otro, que al final son todo ideas, formas, nada. Perder el respeto por el prójimo (el egocentrismo se protege a sí mismo disfrazándose de formas derivadas, como el altruismo) no es atacarlo, no es polarizarse en el no respeto, sino desnudar el vínculo de dualidades, de respeto/no respeto. En ese cómico escenario, donde nos reímos unos de otros, y de uno mismo, pues no hay uno ni otro, el vínculo se descubre. Miremos por la ventana, al mundo de ahí afuera (esto es, que la mente tecnológica actúe): no hay rastro de ese encuentro cómico, al contrario, solo hay gravedad, peso, atracción gravitatoria asfixiante y no creativa. La inteligencia cósmica también es cómica, es la irrelevancia de toda forma. La inteligencia es darse cuenta que no existe tal mundo exterior, tal orden creado, tal imaginario, más allá del deseo de sostenerlo a cada instante. Fijémonos en como explicar el vínculo en términos positivos ("qué tengo que hacer para vincularme"), conduce, precisamente, a obstruir el vínculo. "En el vínculo te transformas a cada instante", que llevado a la práctica, equivale a "pues me da miedo". Y de ahí a "pues debes afrontar el miedo", y así sucesivamente... Pero aprehender las cosas, positivamente, es la mente tecnológica. El vínculo es el desnudar, deshojar la margarita, desarmar; y, simultáneamente, el vínculo es el resultado de tal acción, por tanto, es una acción en sí misma, sin causa ni consecuencia, es acausal. No hay que hacer nada para ser vínculo, pues este ya está ahí.
eugenio, he encontrado que es difícil determinar un absoluto total y que elaborar los conceptos aplicables para introvertidos y extrovertidos, ayuda enormemente a afinar la puntería
Exacto, la identidad colectiva no está separada de la identidad individual. El individuo es una partícula escindida (aislada, recortada, extraída) del núcleo o matriz (de lo indiviso). Por tanto, es inestable por definición (ver acelerador de partículas del CERN): buscará rodearse de otros individuos para confirmarse a sí misma, esto es, para "estabilizarse". Pero es obvio que partiendo de lo fragmentario, siempre se llegará a lo fragmentario: la pareja, clan o nación son altamente inestables también. Como dice Carutti, para nada son permanentes: el experimento nuclear del CERN (hagamos el paralelismo, metafóricamente, o no...) es un efecto ilusorio, la recreación de entidades individuales, tan exóticas (genuinas) como irreales. Podríamos decir que la sociedad, la civilización, y todos los tipos de agrupamientos menores que la conforman, son la "superestructura del yo". Para entendernos, la superestructura del yo no es diferente del yo, sino simplemente son dos niveles dentro de un mismo todo; al igual que la estructura primaria de una proteína es la cadena de aminoácidos y la estructura terciaria es el pliegue tridimensional (la superestructura) de dicha cadena monodimensional de aminoácidos. Ver todo esto equivale a descartarlo, de una tacada, todo, pues toda agrupación es solo la transcripción (copia) en otro nivel o dimensión de la identidad puntual, la cual es puro vacío en esencia. Esa "nada" (que, al final, es la totalidad indivisa jugando a ser algo concreto) plegándose en infinidad de caleidoscópicas y complejas estructuras (familias, clanes, países, estados, leyes, instituciones, colectivos, ideologías, religiones, empresas, pactos, tratados, etc.), tan ilusorias y huecas como la nada de partida, es lo que llamamos civilización. Volvamos al punto de origen: nada de eso puede permanecer, sueña con permanecer justamente porque es impermanencia. Siempre llega el incivilizado Atila o Gengis Khan de turno (metafóricamente o no...) que lo pone todo patas arriba. Y todo vuelve a empezar. Aunque es crucial subrayar un aspecto: ¿existe realmente la civilización? Por tanto ¿ese agente de desorganización (mongoles, hunos, cambio climático, el caos, en definitiva) existe realmente? Echamos la mirada atrás y vemos cambios, del imperio A al B, del clima A al B, etc., pero si nos fijamos detenidamente esa mente que analiza y departamenta es fragmentación, por supuesto. Esa mente tecnológica o fragmentadora (el Yo, en su estructura primaria o en su superestructura) buscará organizarse de nuevo, autoprotegerse, crear una nueva sociedad que nazca de las cenizas de la anterior, anclada a nuevos paradigmas, a nuevas religiones. Pero esa mente se está viendo a sí misma, ve que no hay nada, que no hay familia en realidad, no hay clan ni nación. Esa vacuidad es, aunque parezca paradójico, el vínculo. El vínculo duerme debajo de multitud de capas de orden creado, ficticio.
@@andromedacarioni6736 Gracias a ti. Lo que está "afuera" es solo un espejismo, una ilusión, porque realmente no hay adentro ni afuera. Solo hay experiencia, es decir, consciencia (un sujeto amorfo testimoniando y conteniendo toda la existencia). Cuando afirmamos que ahí afuera está sucediendo algo independientemente de que yo lo observe -sea consciente de ello- o no, justo eso mismo es una experiencia particular dentro del campo de la consciencia, que podemos etiquetar como "experiencia de lo objetivo o externo". Pero la consciencia es el principio fundamental e irreductible que unifica todas las percepciones o experiencias: todo es subjetividad, incluso la objetividad es subjetiva, como hemos dicho antes, pero la consciencia o subjetividad se esconde y se pierde en sus propias percepciones. Es como eliminar el factor común en una ecuación: ¿realmente desaparece, o solo se esconde de la vista, de su propia vista? De hecho, el "sentido común", tal y como era entendido en la antigüedad, apuntaba a esto, a la consciencia como base de toda la existencia, y no a la simple agudeza racional que entendemos hoy. El "factor común", el "sentido común", no desaparece, al revés, es el contenedor ilimitado de todas las ecuaciones, de todas las medidas, del infinito cúmulo que forman todas las comparaciones entre percepciones y que llamamos "vida". La consciencia, el factor común, "no importa" si se pretende destacar una ecuación particular, pero sin consciencia no es posible ninguna de ellas. Si te interesa está manera radicalmente diferente de hacer pie en la realidad, te aconsejo los libros en español del filósofo Bernardo Kastrup. De manera magistral, señala algo que se nos escapa sistemáticamente, que es la asunción arbitraria de que existe un mundo objetivo fuera de la mente o consciencia. Esta asunción de base no es más que una metafísica muy elusiva: el materialismo metafísico. También aconsejo los libros del filósofo Peter Kingsley, en especial, "En los oscuros lugares del saber" y "Realidad". En consonancia con Kastrup, dirigen la atención hacia la incuestionada y esquiva base materialista, cientificista, que rige nuestro mundo.
@@andromedacarioni6736Gracias a ti. Para no extenderme: quizá te ponga sobre la pista el libro "¿Por qué el materialismo es un embuste?", del filósofo Bernardo Kastrup. También "En los oscuros lugares del saber" y "Realidad", del filósofo Peter Kingsley. Difícilmente te dejarán indiferente.
@@jorgegarciapla6880 gracias Jorge! No sabés lo que aprecio tu respuesta!Despues de gastar tanta suela de zapato esotérico, necesito caminar descalza y vover a ser terrícola cardíaca! abrazos desde la Bavaria...
@@andromedacarioni6736 😄 De nada, gracias a ti por tu interés! Pero me gustaría introducir, quizá con el ejemplo más representativo, aquello de lo que estamos hablando (lo encontrarás muy bien desarrollado en los dos libros de Kastrup). El cerebro humano, los procesos neuronales. Es dogma de fe que las neuronas causan la consciencia; solo hace falta colocar los instrumentos necesarios y monitorizar la actividad cerebral para ver como cambia en consonancia con la experiencia subjetiva de su portador. Pero, ¿qué está pasando realmente, en toda su amplitud factual? Pues que hay una correlación de experiencias o percepciones, situadas en dimensiones muy diferentes, pero en absoluto una causalidad: la experiencia subjetiva -en primera persona- del paciente se correlaciona, sincronísticamente, con la experiencia del analista que observa en un monitor la actividad cerebral -en segunda persona-. Ambas percepciones son caras de la misma moneda, son imágenes correlacionadas del mismo proceso en la consciencia. La consciencia que comparten las dos personas, que no son más que centros disociados de la misma y única consciencia. Es como medir el campo magnético terrestre y observar la orientación "magnética" de los salmones: una cosa no causa la otra, sino que "campo magnético" y "comportamiento orientado del salmón" son exactamente la misma cosa expresada en dimensiones diferentes. Fíjate en esto. Al afirmar que las reacciones químicas del cerebro generan el epifenómeno llamado "consciencia", se está justificando la naturaleza humana, porque el cerebro humano es el rasgo diferencial respecto del resto del cosmos. El cosmos ha tenido a bien crear esa máquina compleja que es capaz de estudiar el propio cosmos, el cual es preexistente respecto del ser humano, su cerebro y su consciencia. Es decir, aparentemente se llega a cerrar el círculo. Pero nada más lejos de la realidad: no se cierra el círculo, porque ello requeriría que las reacciones químicas del cerebro y la consciencia FUERAN UNA MISMA COSA, y NO UNA RELACIÓN CAUSAL; es esto último lo que, contradictoriamente, se asume y con ello se da por hecho que se cierra el círculo. Con una línea abierta, no circular, efectivamente la energía, en general, se está escapando por el hueco. Metafóricamente, es lo que vivimos. Ser humano y consciencia son literalmente lo mismo. Un abrazo desde la provincia romana de la Tarraconense.😊
Imagínate que respondemos tu pregunta. Ello implicaría determinar, fijar algo. Esa determinación se registra en forma de memoria y esta será empleada en posteriores actuaciones. Lo de posterior no es baladí, aunque lo parezca: la memoria implica tiempo, de hecho, es tiempo, es pasado. Ese proceso de experimentar algo concreto (objeto), registrar en la memoria y la subsiguiente acción condicionada en el futuro es el movimiento del pensamiento. Carutti lo llama "inteligencia o mente tecnológica", pero es el mismo "pensamiento" que explicaba Krishnamurti el siglo pasado. Por tanto, cualquier pregunta, trate sobre lo que trate, cualquier aleteo sutil de las actuaciones básicas que ocupan la vida, sirve para ser observada, cortar el infinito proceso de registro y copia y constatar que la vida genera el tiempo y el espacio (en lugar de estar esta contenida en ellos, lo cual equivale a una prisión).
Es un psicólogo neto. La astrología es psicología antigua entre tantas otras cosas....se olvidó que es astrologo tambien.... Se olvidó le falta el diván haja
Es un hombre culto Eugenio, pero solo reflexiona en términos filosóficos y psicológicos no habla de astrologia. Quiero que Eugenio nos hable en términos astrológicos lo que él reflexiona de modo contrario, astrológicamente hablando, no tiene validez. Por ejemplo: Las conexiones sociales con el otro me son imprescindibles para tomar consciencia de la importancia de cumplir mis obligaciones en los compromisos, traducido Mercurio en conjunción con el Sol en casa 7 al idioma astrológico quedaría así: "las conexiones sociales" es Mercurio, "el otro" es la casa 7, "me son imprescindibles para tomar consciencia de la importancia" es el Sol, "en cumplir mis obligaciones en los compromisos" nuevamente la casa 7. Este tipo de explicación es lo que yo quiero y busco, lo contrario no sirve para aprender o iluminarse astrológicamente. Una cosa es explicar la filosofía o psicología de los vínculos en sus leguajes respectivos y otra cosa es explicar la filosofía y la psicología en términos astrológicos. No importa si lo que esta explicándonos sea erróneo o no, eso les corresponde solucionar a sus respectivas disciplinas académicas pero sí me interesa que esa filosofía vincular sea errónea o no, la psicología sea acertada o no en los vínculos me lo explique en términos astrológicos, eso es lo que interesa y enriquece a la astrología.
Justamente, lo que explica es que las explicaciones, las palabras, las interpretaciones, tanto astrológicas como cualquier otra, tienen un alcance limitado, y aun así, representan un mecanismo hegemónico. Emplear la astrología como lenguaje básico impide ir más allá de él.
Eugenio estira las palabras a un nivel tan profundo . aún en la propia limitación del lenguaje, que me conmociona. Gracias por tal aporte. Gracias infinitassss ❤.
Me siento conmovida y emocionada . La sutileza, la maestría y la manera de utilizar las palabras como lo hace Eugenio , es el propio lenguaje del corazón. Siento que ésta transición de ser un ser humano automático y casi robotizado, quiebra la cáscara o mejor dicho las máscaras sociales y psicológicas. Estoy profundamente agradecida a los dos, porque han hecho música en la conversación.
Gracias!!!
Me ha maravillado!! Es como contemplar un amanecer, una obra de arte o una pieza musical. Una Piscis a la que desde pequeña me ha costado mucho pronunciar “yo” siempre decía y digo nosotros…. Como me ha resonado. Muchas gracias por compartir.
Hola Cristián
gracias por trearnos a Eugenio...y me quedo con la sensación que la psicología, la astrología son simples instrumentos del nuevo vínculo que estamos pariendo y esperando que surjan otros instrumentos que los jóvenes descubrirán para una mayor resonancia
escuchar a carutti me deja flipando gratamente. a mayor consciencia más íntegra y sana es la existencia 🤍 ¡!
Gracias por compartir un pensamiento tan transformador como el del maestro Carutti!!!
Eugenio gracias! Escucharte conmueve mí ser y lo clarifica y me trae certezas, paz y me conecta profundamente, gracias nuevamente!!!
Para mí, la situación planetaria es el reflejo del estado del sistema del que formamos parte. Así como el mercurio del termómetro no determina el calor que hace sino que refleja el efecto que éste tiene sobre la dilatación del mercurio, que es lo que medimos y nos indica, análogamente, las posiciones de los planetas reflejan el estado cósmico en el que nos encontramos y que nos constituye. Soy física y filóloga de formación y a mí me satisface esta explicación. Gracias a ambos, especialmente a Carutti, por tanto 🙏🏼
Sí, pero es curioso este diálogo, en principio de astrología, pero que prescinde de ella, excepto un guiño a un par de arquetipos. La verdad, no hace falta embarcarse en un análisis simbólico, a no ser que ello permita observar cómo la mente tecnológica (el pensamiento, la fragmentación) opera.
El cerebro de mi hijo opera desde el derecho, fue detectado que es zurdo desde el nacimiento, Es "muy zurdo" y tiene luna en escorpio entre otras coordenadas. Como madre estoy maravillada , hace 15 años, y desesperada. Gracias por esta charla, tengo tanto que aprender todos los días
¡Fascinante! Muchas gracias. "No ser el mismo ser de antes de la conversación". Así es... algo interno se siente así. ¡Gracias! 🙏
Tal cual... Es tremenda su energia....
Totalmente deacuerdo ✨🙏🏻
Excelente entrevista , gran maestría la de Eugenio.Gracias ❤️
Maravilloso
Muchas gracias por abrirnos el corazón y hacernos entender de forma tan precisa conceptos tan complejos. No veo tan difícil el hecho de llegar a no dominar y ser responsable de mí misma, como el hecho subsiguiente de encontrar el punto óptimo de comunicación para manifestar, por ejemplo, desacuerdos. (Y veo que ya estoy dando por sentado que el otro no ha hecho su trabajo) La complejidad de la relación pone nuestra excitacion y nuestra incoherencia de manifiesto. Cómo no, en los vínculos juegan dos, o más... El otro ser, o los otros, juegan el mismo papel que nosotros, pero realmente todo depende de uno, da igual si dieron o no dieron el paso 💗🌹 GRACIAS
Una grata sorpresa y muy necesaria para comprender estos momentos.
Excelente charla!! Gracias! 🙌🏽
Inmensa gratitud 🙏🏽 por Brindarno Este Conocimiento que Enriquece el Almaaaaa
HERMOSOOOO
Impecables palabras y descripciones del comportamiento humano. Eternamente gracias Eugenio por acercarnos a esta sabiduria que nos hermana.
Oh que alegría, este video hace el día maravilloso! Gracias!!!
Hola. Es muy interesante la mirada de Carutti, la inteligencia vincular. Me es muy "familiar", la misma familiaridad de cuando escuché a Krishnamurti por primera vez, o a David Bohm. Es decir, son voces que confluyen, no que se apoyan unas en otras. Ahí está el vínculo.
Sin haber escuchado todavía la parte en la que aparece la astrología (si aparece; no queda claro qué tiene que ver la astrología con esto), me gustaría hacer una reflexión al respecto. Yo, personalmente, incursioné en la astrología, me pareció fascinante. De un tiempo para acá, dejé de hacerlo. (Destacar que el relato personal carece de toda relevancia, solo es útil para articular el resto de la reflexión; cosas del lenguaje, como se comenta en el video). Excesiva e innecesaria complejidad conceptual, analítica, simbólica, por expresarlo de alguna manera condensada. Si nos fijamos, la sustitución del lenguaje habitual por el astrológico, se está produciendo, solo hace falta mirar RUclips, las redes. Canales de conocidos astrólogos españoles o de Latinoamérica han multiplicado sus audiencias desde la pandemia. Programas de TV con signos solares formando parte de la descripción de los invitados sobreimpresa en pantalla. El detalle de dicho boom es curioso: "maestro" es una palabra recurrente, el halago, la demostración de satisfacción, incluso de adicción; y todo lo contrario, la repulsa, el ataque feroz y ciego, tanto como lo es el halago. ¿Se puede separar la astrología, como ideal o concepto (objeto), del hecho astrológico tangible? No se pueden separar, el vínculo es eso, también aquí está presente, por supuesto.
Es evidente la creciente identificación con los descriptores astrológicos. "Mi Sol, mi casa 12, mis tránsitos...", de igual modo que, como explica Carutti, hay identificación, que es posesión, con "mi cuerpo" o "mi hijo". Entre un tipo de identificación y el otro, no hay ninguna diferencia fundamental, solo cambia el envoltorio. En este sentido, ¿es posible darse cuenta de que la astrología se repliega sobre sí misma? ¿Al querer definirse (diferenciarse) y sacar la cabeza en el tejido de la sociedad, justamente, se profana? No suelen encontrarse espacios de diálogo donde esto se trate, pues se cae rápidamente y automáticamente en la polarización ciencia vs pseudociencia, u otras.
Gracias.
La astrología representa una manera diferente, nueva, de mirar la realidad. En sí misma, es una expresión inteligente: genera asociaciones (vínculos) entre elementos que, aparentemente, eran inconexos. Los movimientos y posiciones planetarias se vinculan con los acontecimientos o pautas de comportamiento humanos. Ahora bien, y aquí yace el quid de la cuestión: ¿es relevante la astrología, por sí misma, o lo es la inteligencia que la contiene y articula? Si contestamos que la astrología en sí misma es relevante, esta se establece, se sedimenta y se convierte en una habitación cerrada, limitante y susceptible de crear dependencia. Esto no es bueno ni malo, simplemente nos quedamos igual, por tanto, es un espejismo más, propio de la mente tecnológica.
Ejemplos prácticos de este asentamiento astrológico actual hay muchos. Los descriptores astrológicos ya forman parte de la materia que conforma el mundo exterior o realidad consensuada: "si vas a formar una empresa, sería conveniente que tu Sol natal estuviese bien posicionado respecto de la carta natal de la empresa o de tu socio". No hace falta buscar mucho para encontrar este recetario en los canales astrológicos más seguidos. Es evidente como "empresa", "socio", "Sol" y "carta natal" ocupan posiciones análogas en el entramado que la mente tecnológica dispone. Por tanto, está tan establecido (cristalizado) el concepto "empresa" como el de "Sol" o "carta natal". El resultado de este nuevo ejercicio de instrumentalización es que la libertad de poder mirar la vida de manera tangencial, cuestionando sus propios cimientos, queda, una vez más, enterrada debajo de la mecanicidad de los instrumentos tecnológicos. Expresado en palabras llanas: "me doy cuenta de algo insólito, misterioso, que escapa de la lógica mundana, un efluvio de las calderas insondables de la Inteligencia, pero, así y todo, lo profano, lo instrumentalizo y lo empleo para saber cuándo me he de casar, con quién he de formar una empresa o cuáles son mis talentos profesionales ocultos. Acabo intentando apresar dicha Inteligencia, me autoengaño, y sigo atrapado en la carrera vital por obtener resultados y seguridad...".
Así, sin duda, la astrología vende. Mientras estuvo durmiendo en bibliotecas polvorientas, escondida del mundanal ruido, se aburrió de tal manera que ahora decide salir al mundo, exponerse y sedimentarse. Quizá sea lo más natural, acabar devorada por la vorágine del mundo, liberando, así, la inasible Inteligencia que quiso retener. La vida se abre camino.
Gracias 🙏🏵 taaan Sentido y Resonante💟☯️
Un maestro
Si las palabras confunden quizá por eso avatares hablaron en parábola (emoción hecha sonido)
Gratitud Infinita por tanto Eugenio Carutti y a Casa XI
Bellisimo dialogo! Pense en el oxigeno y las bacterias y como la mente tecnologica que no se percibe unida créa la forma de matar insectos "molestos" sin advertir que intoxica el mismo aire que somos respirando, envenena los mares y rios con petroleo y deshechos quimicos en su afan por seguir creando un mundo ··perfecto· para el ego y poder seguir sosteniendo su destino fatal porque no se siente parte del universo y no registra su inevitable final. Por lo demas, maravillosa clase practica de como aprender a vincularse con Cristian en este caso( impecable su participacion) , que me dejo dada vuelta. Igual me quede con ganas de saber cual hubiera sido el planteo de Eugenio si no hubiera habido preguntas. :)
Para que haya vínculo se necesitan elementos separados más el elemento vinculante. Y así funciona la existencia con éstos elementos vinculados y los nexos vinculantes en hiper-conexión. Si no, volveríamos a la sopa primal. Sucede que el hemisferio izquierdo no está preparado para percibir el nexo vinculante, sólo percibe elementos con la categoría de "cosas". Y cuando los conecta lo realiza a través de articulaciones mecánicas que son su constructo. Y que nada tienen que ver con la conexión sincrónica que no es construida sino percibida cuando hay madurez perveptiva...
Hola Silvia. Lo que escribiste me lo traduces al idioma astrológico.
Min 1:22:00. "Tu pregunta me desvió de lo que pretendía decir. ¿Qué hago? ¿Me impongo o trato de escucharte?". Aquí hay que ser cuidadosos, pues la complejidad estriba en no equiparar una salida con la otra, solventando aparentemente la disyuntiva. Es decir, supongamos que decido olvidar mi pregunta y reconducir el diálogo en función de tu inesperada pregunta. Cabe la posibilidad, en ese punto, de observar como, subreptíciamente, el yo opera, disfrazándose de "consideración por la opinión del otro". Ese respeto y tener en cuenta al interlocutor simplemente es la necesidad de encontrar empatía, complicidad, resguardo. Solo cuando todos esos movimientos de la mente fragmentadora son observados, la acción que se derivará del diálogo estará desnuda de artificios formales. Esa desnudez de toda forma y separación es el vínculo. Como vemos, el "peligro" aquí es confundir vínculo con empatía por el otro, lo cual sigue siendo separación tú-yo, obviamente. El fruto de un diálogo es el diálogo mismo, no lo que de él conceptualmente se derive.
Si somos meridianamente sinceros, ningún diálogo de aquellos en los que participamos se aprovecha de esa manera, pues solo interesa el contenido conceptual del mismo. Dicho contenido es infinitamente intrincado: es la mente fragmentadora, tecnológica, el pensamiento, la consciencia, lo conocido, las formas separadas. Es así como la red formal crece sin parar, metastásicamente, opacando lo vincular. Pero esa red infinita es nada en esencia, como la espuma de la bañera, que se desborda, pero que se disipa sin dejar rastro si se deja de inflar con aire (vacío).
La mente fragmentadora opone un fragmento a otro, los compara. Se pregunta cómo es posible escuchar abiertamente al otro, de modo que ambas opiniones cohabiten sin chocar, sin reaccionar una a la otra. Pero el vínculo es creativo, y no sería creativo llegar a una suerte de consenso (esto nos sonará, más si estamos en periodo electoral😅) donde ambas opiniones simulen tolerarse mutuamente. El consenso, generar una idea nueva que se base en las diversas ideas personales combinadas, es absurdo, no es creativo, es un refrito. La inteligencia se basa en la aparición no estimulada de una función totalmente nueva, ortogonal a la función conceptual. En palabras llanas: la coexistencia de opiniones dispares pero que, a la vez, no implique reacción, equivale a la pérdida de toda relevancia de cada una de esas opiniones puntuales, pasando a ser relevante el mecanismo que las genera y gestiona. Del diálogo emerge otra función, que no es la función conceptual, pero que a su vez es complementaria de esta. Dicha función solo puede ser la percepción de la totalidad de la función conceptual (o inteligencia tecnológica), es decir, la percepción de su estructura íntima. Así pues, como un par de ejes de coordenadas X e Y, ortogonales (perpendiculares) entre sí, percepción y pensamiento son la matriz generatriz, son acción real, son la inteligencia creativa o vincular. (En matemáticas, dos variables X e Y son ortogonales cuando son linealmente independientes: una no se puede expresar en términos de la otra. Son mundos aparte, pero, sin embargo, combinando ambos se genera un espacio, el plano XY).
Al final, vivimos en una inmensa construcción cuyos ladrillos son vacío. Pero vacío es irrelevancia. Se vive en la sumisión a esa red, en un absurdo y forzado respeto por el otro, que al final son todo ideas, formas, nada. Perder el respeto por el prójimo (el egocentrismo se protege a sí mismo disfrazándose de formas derivadas, como el altruismo) no es atacarlo, no es polarizarse en el no respeto, sino desnudar el vínculo de dualidades, de respeto/no respeto. En ese cómico escenario, donde nos reímos unos de otros, y de uno mismo, pues no hay uno ni otro, el vínculo se descubre. Miremos por la ventana, al mundo de ahí afuera (esto es, que la mente tecnológica actúe): no hay rastro de ese encuentro cómico, al contrario, solo hay gravedad, peso, atracción gravitatoria asfixiante y no creativa. La inteligencia cósmica también es cómica, es la irrelevancia de toda forma. La inteligencia es darse cuenta que no existe tal mundo exterior, tal orden creado, tal imaginario, más allá del deseo de sostenerlo a cada instante.
Fijémonos en como explicar el vínculo en términos positivos ("qué tengo que hacer para vincularme"), conduce, precisamente, a obstruir el vínculo. "En el vínculo te transformas a cada instante", que llevado a la práctica, equivale a "pues me da miedo". Y de ahí a "pues debes afrontar el miedo", y así sucesivamente... Pero aprehender las cosas, positivamente, es la mente tecnológica. El vínculo es el desnudar, deshojar la margarita, desarmar; y, simultáneamente, el vínculo es el resultado de tal acción, por tanto, es una acción en sí misma, sin causa ni consecuencia, es acausal. No hay que hacer nada para ser vínculo, pues este ya está ahí.
Buenos días Cursos de astrología están dictando? Gracias
eugenio, he encontrado que es difícil determinar un absoluto total y que elaborar los conceptos aplicables para introvertidos y extrovertidos, ayuda enormemente a afinar la puntería
Exacto, la identidad colectiva no está separada de la identidad individual. El individuo es una partícula escindida (aislada, recortada, extraída) del núcleo o matriz (de lo indiviso). Por tanto, es inestable por definición (ver acelerador de partículas del CERN): buscará rodearse de otros individuos para confirmarse a sí misma, esto es, para "estabilizarse". Pero es obvio que partiendo de lo fragmentario, siempre se llegará a lo fragmentario: la pareja, clan o nación son altamente inestables también. Como dice Carutti, para nada son permanentes: el experimento nuclear del CERN (hagamos el paralelismo, metafóricamente, o no...) es un efecto ilusorio, la recreación de entidades individuales, tan exóticas (genuinas) como irreales.
Podríamos decir que la sociedad, la civilización, y todos los tipos de agrupamientos menores que la conforman, son la "superestructura del yo". Para entendernos, la superestructura del yo no es diferente del yo, sino simplemente son dos niveles dentro de un mismo todo; al igual que la estructura primaria de una proteína es la cadena de aminoácidos y la estructura terciaria es el pliegue tridimensional (la superestructura) de dicha cadena monodimensional de aminoácidos.
Ver todo esto equivale a descartarlo, de una tacada, todo, pues toda agrupación es solo la transcripción (copia) en otro nivel o dimensión de la identidad puntual, la cual es puro vacío en esencia. Esa "nada" (que, al final, es la totalidad indivisa jugando a ser algo concreto) plegándose en infinidad de caleidoscópicas y complejas estructuras (familias, clanes, países, estados, leyes, instituciones, colectivos, ideologías, religiones, empresas, pactos, tratados, etc.), tan ilusorias y huecas como la nada de partida, es lo que llamamos civilización. Volvamos al punto de origen: nada de eso puede permanecer, sueña con permanecer justamente porque es impermanencia. Siempre llega el incivilizado Atila o Gengis Khan de turno (metafóricamente o no...) que lo pone todo patas arriba. Y todo vuelve a empezar.
Aunque es crucial subrayar un aspecto: ¿existe realmente la civilización? Por tanto ¿ese agente de desorganización (mongoles, hunos, cambio climático, el caos, en definitiva) existe realmente? Echamos la mirada atrás y vemos cambios, del imperio A al B, del clima A al B, etc., pero si nos fijamos detenidamente esa mente que analiza y departamenta es fragmentación, por supuesto. Esa mente tecnológica o fragmentadora (el Yo, en su estructura primaria o en su superestructura) buscará organizarse de nuevo, autoprotegerse, crear una nueva sociedad que nazca de las cenizas de la anterior, anclada a nuevos paradigmas, a nuevas religiones. Pero esa mente se está viendo a sí misma, ve que no hay nada, que no hay familia en realidad, no hay clan ni nación. Esa vacuidad es, aunque parezca paradójico, el vínculo. El vínculo duerme debajo de multitud de capas de orden creado, ficticio.
Me despertó interés tu extensa reflexión … Me cuesta bastante aprehender tu idea… Pregunta: como llegas a saber que afuera „ no hay otro“? Gracias 🙏
@@andromedacarioni6736 Gracias a ti. Lo que está "afuera" es solo un espejismo, una ilusión, porque realmente no hay adentro ni afuera. Solo hay experiencia, es decir, consciencia (un sujeto amorfo testimoniando y conteniendo toda la existencia). Cuando afirmamos que ahí afuera está sucediendo algo independientemente de que yo lo observe -sea consciente de ello- o no, justo eso mismo es una experiencia particular dentro del campo de la consciencia, que podemos etiquetar como "experiencia de lo objetivo o externo".
Pero la consciencia es el principio fundamental e irreductible que unifica todas las percepciones o experiencias: todo es subjetividad, incluso la objetividad es subjetiva, como hemos dicho antes, pero la consciencia o subjetividad se esconde y se pierde en sus propias percepciones. Es como eliminar el factor común en una ecuación: ¿realmente desaparece, o solo se esconde de la vista, de su propia vista? De hecho, el "sentido común", tal y como era entendido en la antigüedad, apuntaba a esto, a la consciencia como base de toda la existencia, y no a la simple agudeza racional que entendemos hoy. El "factor común", el "sentido común", no desaparece, al revés, es el contenedor ilimitado de todas las ecuaciones, de todas las medidas, del infinito cúmulo que forman todas las comparaciones entre percepciones y que llamamos "vida". La consciencia, el factor común, "no importa" si se pretende destacar una ecuación particular, pero sin consciencia no es posible ninguna de ellas.
Si te interesa está manera radicalmente diferente de hacer pie en la realidad, te aconsejo los libros en español del filósofo Bernardo Kastrup. De manera magistral, señala algo que se nos escapa sistemáticamente, que es la asunción arbitraria de que existe un mundo objetivo fuera de la mente o consciencia. Esta asunción de base no es más que una metafísica muy elusiva: el materialismo metafísico.
También aconsejo los libros del filósofo Peter Kingsley, en especial, "En los oscuros lugares del saber" y "Realidad". En consonancia con Kastrup, dirigen la atención hacia la incuestionada y esquiva base materialista, cientificista, que rige nuestro mundo.
@@andromedacarioni6736Gracias a ti. Para no extenderme: quizá te ponga sobre la pista el libro "¿Por qué el materialismo es un embuste?", del filósofo Bernardo Kastrup. También "En los oscuros lugares del saber" y "Realidad", del filósofo Peter Kingsley. Difícilmente te dejarán indiferente.
@@jorgegarciapla6880 gracias Jorge! No sabés lo que aprecio tu respuesta!Despues de gastar tanta suela de zapato esotérico, necesito caminar descalza y vover a ser terrícola cardíaca! abrazos desde la Bavaria...
@@andromedacarioni6736 😄 De nada, gracias a ti por tu interés! Pero me gustaría introducir, quizá con el ejemplo más representativo, aquello de lo que estamos hablando (lo encontrarás muy bien desarrollado en los dos libros de Kastrup).
El cerebro humano, los procesos neuronales. Es dogma de fe que las neuronas causan la consciencia; solo hace falta colocar los instrumentos necesarios y monitorizar la actividad cerebral para ver como cambia en consonancia con la experiencia subjetiva de su portador. Pero, ¿qué está pasando realmente, en toda su amplitud factual? Pues que hay una correlación de experiencias o percepciones, situadas en dimensiones muy diferentes, pero en absoluto una causalidad: la experiencia subjetiva -en primera persona- del paciente se correlaciona, sincronísticamente, con la experiencia del analista que observa en un monitor la actividad cerebral -en segunda persona-. Ambas percepciones son caras de la misma moneda, son imágenes correlacionadas del mismo proceso en la consciencia. La consciencia que comparten las dos personas, que no son más que centros disociados de la misma y única consciencia. Es como medir el campo magnético terrestre y observar la orientación "magnética" de los salmones: una cosa no causa la otra, sino que "campo magnético" y "comportamiento orientado del salmón" son exactamente la misma cosa expresada en dimensiones diferentes.
Fíjate en esto. Al afirmar que las reacciones químicas del cerebro generan el epifenómeno llamado "consciencia", se está justificando la naturaleza humana, porque el cerebro humano es el rasgo diferencial respecto del resto del cosmos. El cosmos ha tenido a bien crear esa máquina compleja que es capaz de estudiar el propio cosmos, el cual es preexistente respecto del ser humano, su cerebro y su consciencia. Es decir, aparentemente se llega a cerrar el círculo. Pero nada más lejos de la realidad: no se cierra el círculo, porque ello requeriría que las reacciones químicas del cerebro y la consciencia FUERAN UNA MISMA COSA, y NO UNA RELACIÓN CAUSAL; es esto último lo que, contradictoriamente, se asume y con ello se da por hecho que se cierra el círculo. Con una línea abierta, no circular, efectivamente la energía, en general, se está escapando por el hueco. Metafóricamente, es lo que vivimos. Ser humano y consciencia son literalmente lo mismo.
Un abrazo desde la provincia romana de la Tarraconense.😊
“Las palabras nos confunden” o estamos confundidos y por eso nos expresamos así?
Imagínate que respondemos tu pregunta. Ello implicaría determinar, fijar algo. Esa determinación se registra en forma de memoria y esta será empleada en posteriores actuaciones. Lo de posterior no es baladí, aunque lo parezca: la memoria implica tiempo, de hecho, es tiempo, es pasado. Ese proceso de experimentar algo concreto (objeto), registrar en la memoria y la subsiguiente acción condicionada en el futuro es el movimiento del pensamiento. Carutti lo llama "inteligencia o mente tecnológica", pero es el mismo "pensamiento" que explicaba Krishnamurti el siglo pasado.
Por tanto, cualquier pregunta, trate sobre lo que trate, cualquier aleteo sutil de las actuaciones básicas que ocupan la vida, sirve para ser observada, cortar el infinito proceso de registro y copia y constatar que la vida genera el tiempo y el espacio (en lugar de estar esta contenida en ellos, lo cual equivale a una prisión).
Es un psicólogo neto. La astrología es psicología antigua entre tantas otras cosas....se olvidó que es astrologo tambien.... Se olvidó le falta el diván haja
Es un hombre culto Eugenio, pero solo reflexiona en términos filosóficos y psicológicos no habla de astrologia. Quiero que Eugenio nos hable en términos astrológicos lo que él reflexiona de modo contrario, astrológicamente hablando, no tiene validez. Por ejemplo: Las conexiones sociales con el otro me son imprescindibles para tomar consciencia de la importancia de cumplir mis obligaciones en los compromisos, traducido Mercurio en conjunción con el Sol en casa 7 al idioma astrológico quedaría así: "las conexiones sociales" es Mercurio, "el otro" es la casa 7, "me son imprescindibles para tomar consciencia de la importancia" es el Sol, "en cumplir mis obligaciones en los compromisos" nuevamente la casa 7.
Este tipo de explicación es lo que yo quiero y busco, lo contrario no sirve para aprender o iluminarse astrológicamente. Una cosa es explicar la filosofía o psicología de los vínculos en sus leguajes respectivos y otra cosa es explicar la filosofía y la psicología en términos astrológicos. No importa si lo que esta explicándonos sea erróneo o no, eso les corresponde solucionar a sus respectivas disciplinas académicas pero sí me interesa que esa filosofía vincular sea errónea o no, la psicología sea acertada o no en los vínculos me lo explique en términos astrológicos, eso es lo que interesa y enriquece a la astrología.
Justamente, lo que explica es que las explicaciones, las palabras, las interpretaciones, tanto astrológicas como cualquier otra, tienen un alcance limitado, y aun así, representan un mecanismo hegemónico. Emplear la astrología como lenguaje básico impide ir más allá de él.