Muchas gracias, Emilio, por la anécdota personal, a modo ilustrativo, de lo que es el Nombre del Padre. Para escuchar varias veces, despacio, y extraer de ello las enseñanzas pertinentes. De nuevo: GRACIAS!!!
48:37 "Hablamos de categorías, de estructuras, de tipos de síntomas, pero en este caso, cuando hablamos del sinthome, hacia el final de la obra de Lacan, lo que él dispone es de un producto que no vale más que para uno solo". Precisísimo, Emilio. Muchas gracias!!!
58:12 "El sympthom, decíamos ahí [en el Vocabulario de Psicopatología de José María Álvarez y colaboradores], es lo que proviene de una concepción continuista de la clínica - seguramente José María les ha hablado de esta concepción continuista - lo cual no invalida la noción de las estructuras clásicas - neurosis, psicosis, perversión -, sino que más bien permite franquearlas, atravesarlas de manera transversal. Habíamos dicho que un sympthom es un modo de funcionamiento de un sujeto en una clínica que no proviene del conflicto, sino que más bien es una clínica que se dice del desabonado del inconsciente. Joyce es un desabonado del inconsciente, y el sujeto que viene con esta forma del síntoma, que es un funcionamiento, está desabonado del inconsciente. Esto también nos permite pensar una clínica que - entiendo que es del interés ahora de José María, en estos últimos tiempos -, de los síntomas actuales: las caracteropatías, los sujetos con posiciones de rechazo del inconsciente, los sujetos que vienen - efectivamente - sin conflicto, aquel que no viene motivado por la asociación libre, sino por
28:41 "Los delirios tienen, también, sus clasificaciones, que son importantes, y que tienen - esas clasificaciones - tienen transcendencia clínica. No quiero dejar de señalar eso porque, cuando Lacan dice [que] bueno, hay que distinguir los delirios pasionales de los delirios interpretativos, las trascendencia que tiene eso es notable, porque no es lo mismo un delirio que cuenta con un fantasma - con una fórmula - del que solamente uno puede decir 'se interpreta', ¿no? Para Lacan, la paranoia era la interpretación, mientras que los delirios pasionales no son la paranoia - él sigue a pie juntillas a Clerambault en ese sentido -, y esto quiere decir que el tratamiento posible no son iguales, conforme al que contiene un aparato, una fórmula, con la cual incluso también interpreta, al que no cuenta con ninguna fórmula, [y] que solamente es eso que se va armando como una red, como decía Clerambault. Bueno, y así, la transcendencia que tienen los delirios pasionales en cuanto a la actuación - la posibilidad de pasaje al acto -, que es muy diferente del interpretativo que, como decía Clerambault, siempre tiene tiempo". Emilio Vaschetto nos da, con estas palabras, una pequeña pero importante lección clínica con la que se puede diferenciar los delirios interpretativos de los delirios pasionales. EXCELENTE!!!
Gracias por la grabación.
La mejor y más simple explicación del Nombre del Padre que escuche!!!!felicitaciones clarísimo muchas gracias!!!
Muchas gracias, Emilio, por la anécdota personal, a modo ilustrativo, de lo que es el Nombre del Padre. Para escuchar varias veces, despacio, y extraer de ello las enseñanzas pertinentes.
De nuevo: GRACIAS!!!
48:37 "Hablamos de categorías, de estructuras, de tipos de síntomas, pero en este caso, cuando hablamos del sinthome, hacia el final de la obra de Lacan, lo que él dispone es de un producto que no vale más que para uno solo".
Precisísimo, Emilio.
Muchas gracias!!!
Gracias Muchísimas Gracias
❤ gracias
58:12 "El sympthom, decíamos ahí [en el Vocabulario de Psicopatología de José María Álvarez y colaboradores], es lo que proviene de una concepción continuista de la clínica - seguramente José María les ha hablado de esta concepción continuista - lo cual no invalida la noción de las estructuras clásicas - neurosis, psicosis, perversión -, sino que más bien permite franquearlas, atravesarlas de manera transversal. Habíamos dicho que un sympthom es un modo de funcionamiento de un sujeto en una clínica que no proviene del conflicto, sino que más bien es una clínica que se dice del desabonado del inconsciente. Joyce es un desabonado del inconsciente, y el sujeto que viene con esta forma del síntoma, que es un funcionamiento, está desabonado del inconsciente. Esto también nos permite pensar una clínica que - entiendo que es del interés ahora de José María, en estos últimos tiempos -, de los síntomas actuales: las caracteropatías, los sujetos con posiciones de rechazo del inconsciente, los sujetos que vienen - efectivamente - sin conflicto, aquel que no viene motivado por la asociación libre, sino por
28:41 "Los delirios tienen, también, sus clasificaciones, que son importantes, y que tienen - esas clasificaciones - tienen transcendencia clínica. No quiero dejar de señalar eso porque, cuando Lacan dice [que] bueno, hay que distinguir los delirios pasionales de los delirios interpretativos, las trascendencia que tiene eso es notable, porque no es lo mismo un delirio que cuenta con un fantasma - con una fórmula - del que solamente uno puede decir 'se interpreta', ¿no? Para Lacan, la paranoia era la interpretación, mientras que los delirios pasionales no son la paranoia - él sigue a pie juntillas a Clerambault en ese sentido -, y esto quiere decir que el tratamiento posible no son iguales, conforme al que contiene un aparato, una fórmula, con la cual incluso también interpreta, al que no cuenta con ninguna fórmula, [y] que solamente es eso que se va armando como una red, como decía Clerambault. Bueno, y así, la transcendencia que tienen los delirios pasionales en cuanto a la actuación - la posibilidad de pasaje al acto -, que es muy diferente del interpretativo que, como decía Clerambault, siempre tiene tiempo".
Emilio Vaschetto nos da, con estas palabras, una pequeña pero importante lección clínica con la que se puede diferenciar los delirios interpretativos de los delirios pasionales. EXCELENTE!!!