10 Junio 2024-Lunes 10º Ordinario-Ciclo B-Mt 4, 25-5,12 Todos podemos ir al cielo No sólo 144000.

EVANGELIO DEL LUNES DÉCIMO DEL TIEMPO ORDINARIO, 10 DE JUNIO 2024-CICLO B: Mt 4, 25-5, 12: «TODOS PODEMOS IR AL CIELO, NO SÓLO 144,000». El Evangelio dice: "Dichosos todos ustedes..." y va enumerando una serie de razones por las cuales somos dichosos. Pero antes el Libro de la Apocalipsis nos dice que 144,000 serán marcados, pertenecientes a las tribus de Israel. No dice que estos solamente se salvarán. Dice que además de los 144,000 había una enorme multitud, imposible de contar, formada por gente de todas las naciones, familias, pueblos y lenguas. Estaban delante del Cordero, vestidos con túnicas blancas y gritaban: "La salvación viene de nuestro Dios" (Apoc 7 2-14). Seremos salvados todos los que vayamos vestidos con una túnica blanca.
VESTIDOS CON TÚNICA BLANCA PARA SER SALVADOS. ¿Qué significa ir con una túnica blanca? El secreto está en todos los días conservar nuestra alma limpia, sin pecado, como es nuestra alma el día del bautismo. Fuimos señalados en el bautismo con la vestidura blanca. ¿Se acuerdan? Cuando el sacerdote les bautizó, les impuso la vestidura blanca, símbolo de la vestidura de la gracia. Y cada vez que conservas esta gracia, estás en la ocasión privilegiada para poder entrar en Cielo. ¡Qué hermosos son los niños, por su transparencia; los ancianos, que van a comulgar y su hermosura no está en sus arrugas, sino en la limpieza de su alma! Y. cuando perdemos esta hermosura, tenemos la opción de acercarnos a confesar. Si lo hacemos, estamos en ese número de los que se van a salvar. ¡Qué importante es acudir a confesarse! No nos dé miedo acudir al sacerdote para confesarnos, para que tengamos la cara para hablar con Dios el día de nuestra muerte. Quien está en la paz del Señor no teme la muerte.
DICHOSOS LOS POBRES DE ESPÍRITU. Todos podemos ser santos y pobres de espíritu, si cada uno de nosotros vive y actúa ante las cosas que tiene como si no las tuviera. Si decimos "si Dios lo quiere", estamos queriendo no disponer de nada, ni siquiera del tiempo. El pobre de espíritu es el que tiene un trabajo, una empresa, unos empleados y los trata precisamente como hijos de Dios... y busca con toda su riqueza no hacer dinero sólo para sí, sino para crear empleos, para crear oportunidades, para hacer un bien a cada familia.
DICHOSOS LOS QUE LLORAN. Alguno podría decir que se trata de los niños porque se la pasan llorando. Pero, no son de estas lágrimas que el Señor habla. "Dichosos los que lloran, porque serán consolados" significa: "Dichosos aquellos que permanentemente están llorando sus infidelidades, sus faltas de gratitud con Dios, sus pecados y, arrepentidos, se acercan a Dios". ¿Cuántas veces ofendemos a Dios cada día y, después de ofenderlo, pedimos perdón? Si así vivimos, recobramos la vestidura blanca.
DICHOSOS CUANDO LOS INJURIEN... POR CAUSA MÍA. Como católicos seremos perseguidos, a causa de nuestra fe y nuestros valores cristianos. Ya Jesús nos lo advirtió: "Si a mí me persiguieron, también a ustedes". Hoy se nos persigue, se ríen de nosotros. ¡Importante es que nos sintamos dichosos y celebremos la dicha de nuestro santo, aunque nuestro nombre no está en la lista de los santos! Y pedimos a los santos que intercedan por cada uno nosotros. Si ellos vivieron y fueron perseguidos y alcanzaron el abrazo definitivo de Dios, ¿por qué nosotros no?. Conservemos nuestra vestidura blanca. Pidamos a la Virgen también que nos acompañe siempre. ¡Bendiciones mías y de Papá Dios! P. Salvador Gómez, L.C.