EL motivo de las vestimentas litúrgicas, además de que simbolizan aspectos del sacerdocio ministerial, es el de inspirar. Cuando era seminarista disfrutaba mucho usar mi sotana. Claro, el hábito no hace el monje, pero ciertamente son hermosas.
Buenas noches Dios le Bendiga, soy colombiana modista desde mis 14 años católica y me gusta donar ornamentos a los sacerdotes muy humildes,he hecho muchas cosas pero jamás una sotana,me podria hacer el favor de guiarme con los moldes,le agradesco y que Dios le multiplique en salud
Muchas bendiciones para usted hermano y que siga aportando los buenos ejemplos para nuestra madre iglesia católica y darsela a a conocer al mundo entero y que cada día más Dios le bendiga abundantemente en la presencia divina de nuestro señor Jesucristo y nuestra madre la virgen María amén
Su Santidad el Papa Francisco ,dando ejemplo de humildad ,sencillo con porte ,de grandeza ,con los más pobres ,como Jesucristo Nuestro Señor ,nos quiere ,que Dios le Bendiga 👏👏👏❤️❤️❤️🙏🙏🙏
La mayoría veo que hacen muchas críticas, pero será que ellos les colaboran para pagar los ornamentos,???? O será que uno no es libre de usar lo que uno quiera?? Zapatos de marca, Jean de marca, etcétera..... 👀
El estilo de las ceremonias religiosas no los debe marcar el Papa, sino los Ceremoniales y libros de rúbricas. Pero como hoy se permite todo, "allá cuidaos".
La Virgen María ha sido honrada y venerada como Madre de Dios desde los albores del cristianismo. "Los primeros cristianos, a los que hemos de acudir siempre como modelo, dieron un culto amoroso a la Virgen. En las pinturas de los tres primeros siglos del Cristianismo, que se conservan en las catacumbas romanas, se la contempla representada con el Niño Dios en brazos. ¡Nunca les imitaremos bastante en esta devoción a la Santísima Virgen!" (San Josemaría Escrivá) Hablamos sobre los orígenes de la devoción mariana en los primeros cristianos. “Desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada" (Lc 1, 48) Como han puesto en evidencia los estudios mariológicos recientes, la Virgen María ha sido honrada y venerada como Madre de Dios y Madre nuestra desde los albores del cristianismo. En los tres primeros siglos la veneración a María está incluida fundamentalmente dentro del culto a su Hijo. Un Padre de la Iglesia resume el sentir de este primigenio culto mariano refiriéndose a María con estas palabras: «Los profetas te anunciaron y los apóstoles te celebraron con las más altas alabanzas». De estos primeros siglos sólo pueden recogerse testimonios indirectos del culto mariano. Entre ellos se encuentran algunos restos arqueológicos en las catacumbas, que demuestran el culto y la veneración, que los primeros cristianos tuvieron por María. Tal es el caso de las pinturas marianas de las catacumbas de Priscila: en una de ellas se muestra a la Virgen nimbada con el Niño al pecho y un profeta (quizá Isaías) a un lado; las otras dos representan la Anunciación y la Epifanía. Todas ellas son de finales del siglo II. En las catacumbas de San Pedro y San Marceliano se admira también una pintura del siglo III/IV que representa a María en medio de S. Pedro y S. Pablo, con las manos extendidas y orando. Una magnífica muestra del culto mariano es la oración “Sub tuum praesidium” (Bajo tu amparo nos acogemos) que se remonta al siglo III-IV, en la que se acude a la intercesión a María. Los Padres del siglo IV alaban de muchas y diversas maneras a la Madre de Dios. San Epifanio, combatiendo el error de una secta de Arabia que tributaba culto de latría a María, después de rechazar tal culto, escribe: «¡Sea honrada María! !Sea adorado el Señor!». La misma distinción se aprecia en San Ambrosio quien tras alabar a la « Madre de todas las vírgenes» es claro y rotundo, a la vez, cuando dice que «María es templo de Dios y no es el Dios del templo» , para poner en su justa medida el culto mariano, distinguiéndolo del profesado a Dios. Hay constancia de que en tiempo del papa San Silvestre, en los Foros, donde se había levantado anteriormente un templo a Vesta, se construyó uno cuya advocación era Santa María de la Antigua. Igualmente el obispo Alejandro de Alejandría consagró una Iglesia en honor de la Madre de Dios. Se sabe, además, que en la iglesia de la Natividad en Palestina, que se remonta a la época de Constantino, junto al culto al Señor, se honraba a María recordando la milagrosa concepción de Cristo. En la liturgia eucarística hay datos fidedignos mostrando que la mención venerativa de María en la plegaria eucarística se remonta al año 225 y que en las fiestas del Señor - Encarnación, Natividad, Epifanía, etc.- se honraba también a su Madre. Suele señalarse que hacia el año 380 se instituyó la primera festividad mariana, denominada indistintamente «Memoria de la Madre de Dios», «Fiesta de la Santísima Virgen», o «Fiesta de la gloriosa Madre». El testimonio de los Padres de la Iglesia El primer Padre de la Iglesia que escribe sobre María es San Ignacio de Antioquía (+ c. 110 ), quien contra los docetas, defiende la realidad humana de Cristo al afirmar que pertenece a la estirpe de David, por nacer verdaderamente de María Virgen. Fue concebido y engendrado por Santa María; esta concepción fue virginal, y esta virginidad pertenece a uno de esos misterios ocultos en el silencio de Dios. En San Justino (+ c. 167 ) la reflexión mariana aparece remitida a Gen 3, 15 y ligada al paralelismo antitético de Eva-María. En el Diálogo con Trifón, Justino insiste en la verdad de la naturaleza humana de Cristo y, en consecuencia, en la realidad de la maternidad de Santa María sobre Jesús y, al igual que San Ignacio de Antioquía, recalca la verdad de la concepción virginal, e incorpora el paralelismo Eva-María a su argumentación teológica. Se trata de un paralelismo que servirá de hilo conductor a la más rica y constante teología mariana de los Padres. San Ireneo de Lyon (+ c. 202), en un ambiente polémico contra los gnósticos y docetas, insiste en la realidad corporal de Cristo, y en la verdad de su generación en las entrañas de María. Hace, además, de la maternidad divina una de las bases de su cristología: es la naturaleza humana asumida por el Hijo de Dios en el seno de María la que hace posible que la muerte redentora de Jesús alcance a todo el género humano. Destaca también el papel maternal de Santa María en su relación con el nuevo Adán, y en su cooperación con el Redentor. En el Norte de África Tertuliano (+ c. 222), en su controversia con el gnóstico Marción), afirma que María es Madre de Cristo porque ha sido engendrado en su seno virginal. En el siglo III se comienza a utilizar el título Theotókos (Madre de Dios). Orígenes (+ c. 254) es el primer testigo conocido de este título. En forma de súplica aparece por primera vez en la oración Sub tuum praesidium. que -como hemos dicho anteriormente- es la plegaria mariana más antigua conocida. Ya en el siglo IV el mismo título se utiliza en la profesión de fe de Alejandro de Alejandría contra Arrio. A partir de aquí cobra universalidad y son muchos los Santos Padres que se detienen a explicar la dimensión teológica de esta verdad -San Efrén, San Atanasio, San Basilio, San Gregorio de Nacianzo, San Gregorio de Nisa, San Ambrosio, San Agustín, Proclo de Constantinopla, etc.-, hasta el punto de que el título de Madre de Dios se convierte en el más usado a la hora de hablar de Santa María. La verdad de la maternidad divina quedó definida como dogma de fe en el Concilio de Efeso del año 431. "¿Y después de la muerte del Salvador? María es la Reina de los Apóstoles; se encuentra en el Cenáculo y les acompaña en la recepción de Aquél que Cristo había prometido, del Paráclito; les anima en sus dudas, les ayuda a vencer los obstáculos que la flaqueza humana pone en su camino: es guía, luz y aliento de aquellos primeros cristianos".(San Josemaría Escrivá) Las Prerrogativas o Privilegios Marianos La descripción de los comienzos de la devoción mariana quedaría incompleta si no se mencionase un tercer elemento básico en su elaboración: la firme convicción de la excepcionalidad de la persona de Santa María - excepcionalidad que forma parte de su misterio- y que se sintetiza en la afirmación de su total santidad, de lo que se conoce con el calificativo de "privilegios" marianos. Se trata de unos "privilegios" que encuentran su razón en la relación maternal de Santa María con Cristo y con el misterio de la salvación, pero que están realmente en Ella dotándola sobreabundantemente de las gracias convenientes para desempeñar su misión única y universal. Estos privilegios o prerrogativas marianas no se entienden como algo accidental o superfluo, sino como algo necesario para mantener la integridad de la fe. San Ignacio, San Justino y Tertuliano hablan de la virginidad. También lo hace San Ireneo. En Egipto, Orígenes defiende la perpetua virginidad de María, y considera a la Madre del Mesías como modelo y auxilio de los cristianos. En el siglo IV, se acuña el término aeiparthenos - siempre virgen-, que S. Epifanio lo introduce en su símbolo de fe y posteriormente el II Concilio Ecuménico de Constantinopla lo recogió en su declaración dogmática. Junto a esta afirmación de la virginidad de Santa María, que se va haciendo cada vez más frecuente y universal, va destacándose con el paso del tiempo la afirmación de la total santidad de la Virgen. Rechazada siempre la existencia, de pecado en la Virgen, se aceptó primero que pudieron existir en Ella algunas imperfecciones. Así aparece en San Ireneo, Tertuliano, Orígenes, San Basilio, San Juan Crisóstomo, San Efrén , San Cirilo de Alejandría, mientras que San Ambrosio y San Agustín rechazan que se diesen imperfecciones en la Virgen. Después de la definición dogmática de la maternidad divina en el Concilio de Efeso (431), la prerrogativa de santidad plena se va consolidando y se generaliza el título de "toda santa" - panaguía-. En el Akathistos se canta "el Señor te hizo toda santa y gloriosa" (canto 23). A partir del siglo VI, y en conexión con el desarrollo de la afirmación de la maternidad divina y de la total santidad de Santa María, se aprecia también un evidente desarrollo de la afirmación de las prerrogativas marianas. Así sucede concretamente en temas relativos a la Dormición, a la Asunción de la Virgen, a la total ausencia de pecado (incluido el pecado original) en Ella, o a su cometido de Mediadora y Reina. Debemos citar especialmente a S. Modesto de Jerusalén, a S. Andrés de Creta, a S. Germán de Constantinopla y a S. Juan Damasceno como a los Padres de estos últimos siglos del periodo patrístico que más profundizaron en las prerrogativas marianas.
La épocas de la falda papal de gran vuelo que era levantada por varios camareros y los demás ornamentos que se usaban en las solemnidades de la Iglesia ya quedaron atras
Menos la iglesia Por qué Jesús que es Dios da La Promesa de que ni las puertas del infierno prevalecerán sobre ella Por eso la iglesia sobrevivirá hasta después del fin y para toda la eternidad Por qué la iglesia es institución de Jesús. La iglesia sobrevivirá
@@ricardonietogonzalez7764 pasará mucho más tiempo y la iglesia jamás cadera han habido grandes influyentes mundiales que han querido destruirla y no han podido
Gastar y gastar: las sacristias del Vaticano estan mas que llenas, pero hay que hacer casullas nuevas. Si las quiere sencillas, que use las de concelebrar, pero gastar de otra forma es un gasto igual. Benedicto usaba mas oro y lentejuelas pero todo antiguo, lo que ya habia en la sacristia: eso es más humilde.
Francisco todo lo hecho a la borda el papa más elegante fue Benedicto xvl el fue el gran papá con sus avitos litúrgicos en todo nos sorprendió el si fue y seguirá siendo el papa. Francisco es un usurpador sentado en la silla de San Pedro
Ni van vestido como Jesucristo iría vestido, seguro que no. La Iglesia Católica, cada vez más separada de la doctrina de los cristianos, de Jesucristo.
EL motivo de las vestimentas litúrgicas, además de que simbolizan aspectos del sacerdocio ministerial, es el de inspirar. Cuando era seminarista disfrutaba mucho usar mi sotana. Claro, el hábito no hace el monje, pero ciertamente son hermosas.
tantos misterios y hermosuras conservados y transmitidos 2020 años la historia lo avala.
Buenas noches Dios le Bendiga, soy colombiana modista desde mis 14 años católica y me gusta donar ornamentos a los sacerdotes muy humildes,he hecho muchas cosas pero jamás una sotana,me podria hacer el favor de guiarme con los moldes,le agradesco y que Dios le multiplique en salud
Muchas bendiciones para usted hermano y que siga aportando los buenos ejemplos para nuestra madre iglesia católica y darsela a a conocer al mundo entero y que cada día más Dios le bendiga abundantemente en la presencia divina de nuestro señor Jesucristo y nuestra madre la virgen María amén
dijeron "imprimido" y es IMPRESO!
Su Santidad el Papa Francisco ,dando ejemplo de humildad ,sencillo con porte ,de grandeza ,con los más pobres ,como Jesucristo Nuestro Señor ,nos quiere ,que Dios le Bendiga 👏👏👏❤️❤️❤️🙏🙏🙏
Que padrisimo!!!
La mayoría veo que hacen muchas críticas, pero será que ellos les colaboran para pagar los ornamentos,???? O será que uno no es libre de usar lo que uno quiera?? Zapatos de marca, Jean de marca, etcétera..... 👀
Dios y maria lo ama
El estilo de las ceremonias religiosas no los debe marcar el Papa, sino los Ceremoniales y libros de rúbricas. Pero como hoy se permite todo, "allá cuidaos".
Humilde el emperador romano, se merece que nos inquemos para que nos someta más.
Gracias papa Juan 23
En cuanto vendes las mitras
Zeus significa dios?
Interesante trabajo, debe ser de presicion de dentista hacerlos
que lindo , hermoso
La Virgen María
ha sido honrada y
venerada como
Madre de Dios
desde los albores
del cristianismo.
"Los primeros cristianos, a
los que hemos de acudir
siempre como modelo,
dieron un culto amoroso a
la Virgen. En las pinturas
de los tres primeros siglos
del Cristianismo, que se
conservan en las
catacumbas romanas, se la
contempla representada
con el Niño Dios en brazos.
¡Nunca les imitaremos
bastante en esta devoción
a la Santísima Virgen!"
(San Josemaría Escrivá)
Hablamos sobre los
orígenes de la devoción
mariana en los primeros
cristianos.
“Desde ahora todas las
generaciones me llamarán
bienaventurada" (Lc 1, 48)
Como han puesto en
evidencia los estudios
mariológicos recientes, la
Virgen María ha sido
honrada y venerada como
Madre de Dios y Madre
nuestra desde los albores
del cristianismo.
En los tres primeros siglos
la veneración a María está
incluida fundamentalmente
dentro del culto a su Hijo.
Un Padre de la Iglesia
resume el sentir de este
primigenio culto mariano
refiriéndose a María con
estas palabras: «Los
profetas te anunciaron y los
apóstoles te celebraron con
las más altas alabanzas».
De estos primeros siglos
sólo pueden recogerse
testimonios indirectos del
culto mariano. Entre ellos
se encuentran algunos
restos arqueológicos en las
catacumbas, que
demuestran el culto y la
veneración, que los
primeros cristianos tuvieron
por María.
Tal es el caso de las
pinturas marianas de las
catacumbas de Priscila: en
una de ellas se muestra a
la Virgen nimbada con el
Niño al pecho y un profeta
(quizá Isaías) a un lado; las
otras dos representan la
Anunciación y la Epifanía.
Todas ellas son de finales
del siglo II. En las
catacumbas de San Pedro y
San Marceliano se admira
también una pintura del
siglo III/IV que representa
a María en medio de S.
Pedro y S. Pablo, con las
manos extendidas y orando.
Una magnífica muestra del
culto mariano es la oración
“Sub tuum
praesidium” (Bajo tu
amparo nos acogemos) que
se remonta al siglo III-IV,
en la que se acude a la
intercesión a María.
Los Padres del siglo IV
alaban de muchas y
diversas maneras a la
Madre de Dios. San
Epifanio, combatiendo el
error de una secta de
Arabia que tributaba culto
de latría a María, después
de rechazar tal culto,
escribe: «¡Sea honrada
María! !Sea adorado el
Señor!».
La misma distinción se
aprecia en San Ambrosio
quien tras alabar a la «
Madre de todas las
vírgenes» es claro y
rotundo, a la vez, cuando
dice que «María es templo
de Dios y no es el Dios del
templo» , para poner en su
justa medida el culto
mariano, distinguiéndolo
del profesado a Dios.
Hay constancia de que en
tiempo del papa San
Silvestre, en los Foros,
donde se había levantado
anteriormente un templo a
Vesta, se construyó uno
cuya advocación era Santa
María de la Antigua.
Igualmente el obispo
Alejandro de Alejandría
consagró una Iglesia en
honor de la Madre de Dios.
Se sabe, además, que en la
iglesia de la Natividad en
Palestina, que se remonta a
la época de Constantino,
junto al culto al Señor, se
honraba a María
recordando la milagrosa
concepción de Cristo.
En la liturgia eucarística
hay datos fidedignos
mostrando que la mención
venerativa de María en la
plegaria eucarística se
remonta al año 225 y que
en las fiestas del Señor -
Encarnación, Natividad,
Epifanía, etc.- se honraba
también a su Madre. Suele
señalarse que hacia el año
380 se instituyó la primera
festividad mariana,
denominada
indistintamente «Memoria
de la Madre de Dios»,
«Fiesta de la Santísima
Virgen», o «Fiesta de la
gloriosa Madre».
El testimonio de los Padres
de la Iglesia
El primer Padre de la
Iglesia que escribe sobre
María es San Ignacio de
Antioquía (+ c. 110 ), quien
contra los docetas, defiende
la realidad humana de
Cristo al afirmar que
pertenece a la estirpe de
David, por nacer
verdaderamente de María
Virgen.
Fue concebido y
engendrado por Santa
María; esta concepción fue
virginal, y esta virginidad
pertenece a uno de esos
misterios ocultos en el
silencio de Dios.
En San Justino (+ c. 167 ) la
reflexión mariana aparece
remitida a Gen 3, 15 y
ligada al paralelismo
antitético de Eva-María.
En el Diálogo con Trifón,
Justino insiste en la verdad
de la naturaleza humana
de Cristo y, en
consecuencia, en la
realidad de la maternidad
de Santa María sobre Jesús
y, al igual que San Ignacio
de Antioquía, recalca la
verdad de la concepción
virginal, e incorpora el
paralelismo Eva-María a su
argumentación teológica.
Se trata de un paralelismo
que servirá de hilo
conductor a la más rica y
constante teología mariana
de los Padres.
San Ireneo de Lyon (+ c.
202), en un ambiente
polémico contra los
gnósticos y docetas, insiste
en la realidad corporal de
Cristo, y en la verdad de su
generación en las entrañas
de María. Hace, además, de
la maternidad divina una
de las bases de su
cristología: es la naturaleza
humana asumida por el
Hijo de Dios en el seno de
María la que hace posible
que la muerte redentora de
Jesús alcance a todo el
género humano. Destaca
también el papel maternal
de Santa María en su
relación con el nuevo Adán,
y en su cooperación con el
Redentor.
En el Norte de África
Tertuliano (+ c. 222), en su
controversia con el gnóstico
Marción), afirma que María
es Madre de Cristo porque
ha sido engendrado en su
seno virginal.
En el siglo III se comienza
a utilizar el título
Theotókos (Madre de Dios).
Orígenes (+ c. 254) es el
primer testigo conocido de
este título. En forma de
súplica aparece por primera
vez en la oración Sub tuum
praesidium. que -como
hemos dicho anteriormente-
es la plegaria mariana más
antigua conocida. Ya en el
siglo IV el mismo título se
utiliza en la profesión de fe
de Alejandro de Alejandría
contra Arrio.
A partir de aquí cobra
universalidad y son muchos
los Santos Padres que se
detienen a explicar la
dimensión teológica de esta
verdad -San Efrén, San
Atanasio, San Basilio, San
Gregorio de Nacianzo, San
Gregorio de Nisa, San
Ambrosio, San Agustín,
Proclo de Constantinopla,
etc.-, hasta el punto de que
el título de Madre de Dios
se convierte en el más
usado a la hora de hablar
de Santa María.
La verdad de la maternidad
divina quedó definida como
dogma de fe en el Concilio
de Efeso del año 431.
"¿Y después de la muerte
del Salvador? María es la
Reina de los Apóstoles; se
encuentra en el Cenáculo y
les acompaña en la
recepción de Aquél que
Cristo había prometido, del
Paráclito; les anima en sus
dudas, les ayuda a vencer
los obstáculos que la
flaqueza humana pone en
su camino: es guía, luz y
aliento de aquellos
primeros cristianos".(San
Josemaría Escrivá)
Las Prerrogativas o
Privilegios Marianos
La descripción de los
comienzos de la devoción
mariana quedaría
incompleta si no se
mencionase un tercer
elemento básico en su
elaboración: la firme
convicción de la
excepcionalidad de la
persona de Santa María -
excepcionalidad que forma
parte de su misterio- y que
se sintetiza en la
afirmación de su total
santidad, de lo que se
conoce con el calificativo de
"privilegios" marianos.
Se trata de unos
"privilegios" que
encuentran su razón en la
relación maternal de Santa
María con Cristo y con el
misterio de la salvación,
pero que están realmente
en Ella dotándola
sobreabundantemente de
las gracias convenientes
para desempeñar su misión
única y universal.
Estos privilegios o
prerrogativas marianas no
se entienden como algo
accidental o superfluo, sino
como algo necesario para
mantener la integridad de
la fe.
San Ignacio, San Justino y
Tertuliano hablan de la
virginidad. También lo hace
San Ireneo. En Egipto,
Orígenes defiende la
perpetua virginidad de
María, y considera a la
Madre del Mesías como
modelo y auxilio de los
cristianos.
En el siglo IV, se acuña el
término aeiparthenos -
siempre virgen-, que S.
Epifanio lo introduce en su
símbolo de fe y
posteriormente el II
Concilio Ecuménico de
Constantinopla lo recogió
en su declaración
dogmática.
Junto a esta afirmación de
la virginidad de Santa
María, que se va haciendo
cada vez más frecuente y
universal, va destacándose
con el paso del tiempo la
afirmación de la total
santidad de la Virgen.
Rechazada siempre la
existencia, de pecado en la
Virgen, se aceptó primero
que pudieron existir en Ella
algunas imperfecciones.
Así aparece en San Ireneo,
Tertuliano, Orígenes, San
Basilio, San Juan
Crisóstomo, San Efrén , San
Cirilo de Alejandría,
mientras que San Ambrosio
y San Agustín rechazan que
se diesen imperfecciones en
la Virgen.
Después de la definición
dogmática de la maternidad
divina en el Concilio de
Efeso (431), la prerrogativa
de santidad plena se va
consolidando y se
generaliza el título de "toda
santa" - panaguía-. En el
Akathistos se canta "el
Señor te hizo toda santa y
gloriosa" (canto 23).
A partir del siglo VI, y en
conexión con el desarrollo
de la afirmación de la
maternidad divina y de la
total santidad de Santa
María, se aprecia también
un evidente desarrollo de
la afirmación de las
prerrogativas marianas.
Así sucede concretamente
en temas relativos a la
Dormición, a la Asunción de
la Virgen, a la total
ausencia de pecado
(incluido el pecado original)
en Ella, o a su cometido de
Mediadora y Reina.
Debemos citar
especialmente a S. Modesto
de Jerusalén, a S. Andrés
de Creta, a S. Germán de
Constantinopla y a S. Juan
Damasceno como a los
Padres de estos últimos
siglos del periodo patrístico
que más profundizaron en
las prerrogativas marianas.
La Virgen lo acompañe al Papa Francisco
La épocas de la falda papal de gran vuelo que era levantada por varios camareros y los demás ornamentos que se usaban en las solemnidades de la Iglesia ya quedaron atras
Todas las religiones y dioses tienen un ciclo,nacen y mueren.
Menos la iglesia Por qué Jesús que es Dios da La Promesa de que ni las puertas del infierno prevalecerán sobre ella
Por eso la iglesia sobrevivirá hasta después del fin y para toda la eternidad Por qué la iglesia es institución de Jesús.
La iglesia sobrevivirá
100 años,se me hace mucho.
@@ricardonietogonzalez7764 pasará mucho más tiempo y la iglesia jamás cadera han habido grandes influyentes mundiales que han querido destruirla y no han podido
Gastar y gastar: las sacristias del Vaticano estan mas que llenas, pero hay que hacer casullas nuevas. Si las quiere sencillas, que use las de concelebrar, pero gastar de otra forma es un gasto igual. Benedicto usaba mas oro y lentejuelas pero todo antiguo, lo que ya habia en la sacristia: eso es más humilde.
Las tima q francisco no entienda la importancia de las vestimentas liturgicas
El prefiere usar algo sencillo y no por eso dejan de ser vestimentas litúrgicas
la sencillez es de Jesucristo el lujo y la pomposidad de satanas...
El hecho de que sea sencilla no quiere decir que deje de ser litúrgico.
Francisco todo lo hecho a la borda el papa más elegante fue Benedicto xvl el fue el gran papá con sus avitos litúrgicos en todo nos sorprendió el si fue y seguirá siendo el papa.
Francisco es un usurpador sentado en la silla de San Pedro
Ya estaba muy quemada la investidura papal,el próximo papa es negro,de piel.
CAPA Q USA EL PAPA
Ni van vestido como Jesucristo iría vestido, seguro que no. La Iglesia Católica, cada vez más separada de la doctrina de los cristianos, de Jesucristo.
Dudo que Jesús también se vistiera de traje como
los pastores de iglesias protestantes, o andar en carros lujosos como los ya mensionados
Aparta de aqui y estudia la fe que eso te falta
Los pastores tampoco se visten como Jesús
Estos druidas.
Que significa eso?
CURAS CACORROS!