HUELVA - EL CONQUERO (LA CINTA)
HTML-код
- Опубликовано: 1 ноя 2024
- Desde cualquier acceso a la ciudad de Huelva se puede observar la presencia de relieves significativos que en esta ciudad solemos llamar “cabezos”, señas de identidad de la localidad.
De la misma forma que Roma surgió en sus siete colinas, Huelva lo hizo en sus cabezos. Los cabezos han influido de forma decisiva en el desarrollo y crecimiento de la ciudad, y por tanto, en su configuración actual. Es notable la importancia de los cabezos dentro de la trama urbana de la ciudad como grandes configuradores de su aspecto a lo largo de la historia.
Hasta ahora nadie ha dado un nombre fiable a la procedencia de la palabra “conquero”. Para algunos es un gran conchero, de conchas marinas que en ese lugar se encuentran fosilizadas, pero son propias de todos los cabezos de la ciudad, que todos podrían haber tenido ese nombre pero sólo lo tiene el cénit de Huelva.
Los cabezos actuales del área urbana de Huelva se pueden dividir en cuatro grupos diferenciados: zona del Conquero, La Joya, San Pedro y La Esperanza. Cada uno engloba distintos cabezos.
Vamos a centrarnos en el primero, el cabezo del Conquero, el más emblemático de Huelva, y más concretamente en el tramo que se aproxima más al santuario de la Cinta.
Es imprescindible comenzar por comentar unos rasgos geofísicos y geológicos en cuanto a la creación de dichos cabezos.
De edades neógena y cuaternaria aparecen un conjunto de sedimentos, más o menos consolidados. Estos materiales corresponden al relleno de la prolongación de la Depresión del Guadalquivir en la provincia de Huelva. En esos diez millones de años se produce el relleno de la cuenca a partir de un conjunto de procesos (fluviales, marinos y combinación de ambos) que van a definir la disposición de materiales en la cuenca. Estos materiales, que presentan buenas propiedades de porosidad y permeabilidad, están bien representados en el entorno de la ciudad en distintos niveles, con gran riqueza paleontológica, arcillas y margas ricas en microfauna planctónica y bentónica, etc.
Es un placer pasear por los caminos, algunos inventados y otros por inventar, que serpentean las laderas del cabezo, donde podemos encontrar su particular flora. A pie y a simple vista, es habitual encontrarnos con chumberas, higueras, algunos almendros y cañaverales, arbustillos, matojos, hinojos…, y plantas comestibles como tagarninas, acelga trigo, etc., que ponen su granito de arena en la riquísima y amplia gastronomía popular onubense.
Este tramo del cabezo está rodeado de lugares emblemáticos: la Barriada del Carmen (también llamada VOSA); cerca de esta barriada se encuentra el Humilladero de Nuestra Señora de la Cinta, morabito árabe de la primera mitad del siglo XIII. Este humilladero da comienzo a la popularmente conocida como “cuesta de la Cinta”. Arriba de la cuesta se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de la Cinta, patrona de Huelva y hogar de la “Virgen Chiquita”, Patrona y Alcaldesa Perpetua de Huelva.
Este santuario es todo un icono, un referente de Huelva y de todos los onubenses, un lugar cargado de historia, de arte y de emociones.
La devoción a la imagen de la Virgen de la Cinta, la creación de su hermandad y la construcción de este santuario en su honor, datan del siglo XV, y su origen se relaciona estrechamente con la aventura del Descubrimiento, por lo tanto, en Huelva, la Virgen de la Cinta es colombina.
Fue en este santuario donde Cristóbal Colón rezó tras su primer viaje para agradecer el éxito de la expedición (3 de marzo de 1493).
Este encalado y precioso edificio es de estilo gótico-mudéjar, del siglo XV. Su planta presenta forma rectangular. Una parte la conforma un patio con acceso enrejado y en tres de sus cuatro lados, galerías porticadas con arcos de medio punto (Patio Claustral Obispo González Moralejo). Y el santuario propiamente dicho es de tres naves, siendo la central más ancha.
En el recinto exterior se encuentra un complejo de diversos edificios religiosos que tienen como centro la ermita. Los jardines que lindan con el santuario son pequeños pero espectaculares. Verdor y aroma que sugieren historia, adornados con primorosos detalles, como por ejemplo un precioso arco, todo un conjunto verde capitaneado por un pequeño monumento dedicado a la Virgen Chiquita. No podemos olvidarnos de la Plaza de los Capellanes, con su rosa de los vientos, ubicada en el “balcón del santuario”.
Cada 8 de septiembre este recinto festeja las fiestas patronales de Huelva.
(Nota: algunas imágenes o vídeos han sido cedidos por amigos y colaboradores del canal. Sin ánimo de lucro).