EL CANAL IMPERIAL DE ARAGON COMO ELEMENTO DINAMIZADOR DE LA ECONOMIA ZARAGOZANA.

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  • Опубликовано: 6 янв 2024
  • Los ríos Huerva, Gállego y Jalón constituyen, junto con el padre Ebro, las fuentes hídricas que desde antiguo abastecen las acequias que atraviesan la ciudad de Zaragoza, aplacando la sed de los pobladores, regando sus tierras y permitiéndoles realizar las tareas domésticas.
    Con la llegada del Canal se incorpora a la ciudad un notable caudal, que se destina a poner en labor un buen número de terrenos baldíos.
    Se levantan a sus orillas almenaras que nutren de agua las viejas y nuevas acequias.
    Partiendo de las esclusas de Casablanca, dirección Torrero, nos encontramos a la orilla izquierda del canal, con la almenara de Nuestra Señora del Pilar, desde la que se vierte un ingente caudal de aguas del Ebro a un río Huerva que llega exhausto al lugar, tras haber satisfecho generosamente las demandas requeridas a lo largo de su curso.
    Próximo al Cabezo de Buenavista, en el lugar donde el paseo de Ruiseñores se encuentra con el del Canal, abre sus puertas en los años sesenta del siglo XIX La imperial, una fábrica de harinas que obtiene sus recursos energéticos, de las aguas que por allí discurren.
    Se mantiene en funcionamiento hasta los años 80 del siglo XX, en que la empresa cierra sus puertas.
    En lugar de conservar tan relevante testimonio de arqueología industrial, los poderes públicos autorizan su demolición para construir viviendas de lujo. Para mitigar tan bochornoso comportamiento, deciden preservar una parte de la fachada.
    Cerca del puente de América, se instala en una de sus orillas, con el discurrir del tiempo, un embarcadero, destinado al alquiler de barcas de recreo.
    En la otra, se levanta la almenara de Santa Engracia, de la que nace la acequia nueva del Plano.
    Tras ella, destaca la torre rectangular de la Iglesia de San Antonio de Padua, que acoge los restos de los combatientes italianos fallecidos durante la guerra civil española.
    Y cerca del convento capuchino, el edificio que en su día fuera cine y hoy estudio televisivo. A él acudía toda la chiquillería del barrio de Torrero, para disfrutar de las interminables dobles sesiones.
    Integrada la almenara de Santa Engracia en el colegio de San Antonio de Padua, el nacimiento de la acequia se oculta a la vista del espectador, pudiéndose apreciar únicamente la conclusión del arco por el que se encauza.
    Transita esta vena hídrica por la vía de San Fernando, atravesando la actual avenida de San José.
    En tiempos pasados, las mujeres hacen la colada en el lavadero denominado La Balseta, también desaparecido.
    Hoy se levanta en el lugar la Glorieta de la Balseta, presidida por una lavandera en bronce que rinde homenaje a nuestras abnegadas abuelas.
    Allí se ubica la conocida como Cuesta de Morón, integrada hoy en la Avenida de San José.
    Y es que Antonio Morón es un empresario que adquiere en 1900 la harinera que opera en el lugar desde 1860, y que antes ha sido molino y fundición, remontándose los orígenes del inmueble a los primeros años de la llegada del Canal Imperial.
    Las turbinas de su interior se nutren de la energía que genera el salto de agua de la ya citada acequia del Plano, apenas visible en la actualidad en la parte trasera del edificio.
    Tras cesar la actividad industrial en 2001, el movimiento vecinal consigue salvar el inmueble, que es adquirido por el consistorio zaragozano.
    En la actualidad, es un espacio municipal destinado al fomento de la creatividad juvenil.
    Próximo a este edificio se encuentra el parque del Jardín de la Memoria, reseñable porque el tramo de la acequia del Ontanar que lo atraviesa se ha dejado abierto a la contemplación de los paseantes.
    Estas nuevas acequias y el refuerzo hídrico de las preexistentes contribuyen al desarrollo industrial de la ciudad, construyéndose en las zonas de acusado desnivel, como la cuesta de Morón, harineras, yeserías o carpinterías que se proveen de su agua y de la energía que generan.
    Y en torno a ellas van instalándose los obreros y sus familias, dando lugar al nacimiento de nuevas barriadas.
    Además de las ya citadas "La Imperial" o la harinera de Morón, nuevas empresas van surgiendo al abrigo del Canal.
    Es el caso de la Tudor, La Veneciana, la fábrica de cervezas "La Zaragozana", o la de tejidos e hilados "Pina y Marín".
    Precisamente su propietario, Dámaso Pina, disfruta de una magnífica vivienda, con espléndidos jardines, regados por la acequia del Ontanar.
    Conocida como Torre de Pina, ocupa el primer plano visual desde el puente de Torrero, en dirección al puerto de Miraflores.
    El inmueble desaparece en los años 70 del siglo XX, levantándose sobre el solar unos enormes bloques de viviendas.
    En la actualidad, muchas empresas siguen obteniendo sus recursos hídricos del Canal, desde Opel hasta Saica, pasando por Vicasa o Tudor.
    La Central hidroeléctrica de Casablanca continúa hoy en día funcionando a pleno rendimiento.
    Para conocer las fuentes, consulta en este enlace:

Комментарии • 4

  • @ricardorodrigo652
    @ricardorodrigo652 6 месяцев назад +1

    Tiene unos videos preciosos, que a mi me parecen entrañables como aragones. Mereceria tener muchos seguidores. Por mi parte soy un incondicional de su canal. Gracias por su trabajo y un abrazo

    • @serdearagon
      @serdearagon  6 месяцев назад

      Muchas gracias, Ricardo. Eres muy amable.

  • @beatrizgil9650
    @beatrizgil9650 6 месяцев назад +1

    El video del canal es precioso....quien lo ha elaborado???....gracias

    • @serdearagon
      @serdearagon  6 месяцев назад

      Muchas gracias, Beatriz. El video es mío y si te interesa el tema del canal imperial puedes ver videos míos en mi "canal". Un saludo.