Lo peligroso de cruzar en bici la biosfera de Sian Kaan

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Rodar de Tulum a Punta Allen fue increíble, pero tuvimos que tomar la decisión de cómo seguir nuestro recorrido a partir de ahí. Como no queríamos regresar por el mismo camino que ya habíamos recorrido, lo cual hubiera sido lo más seguro, y no pudimos conseguir una lancha para que nos llevara a Punta Herrero y de ahí seguir rodando hacia Mahahual, decidimos cruzar la reserva hasta llegar a la carretera y seguir hacia Felipe Carrillo Puerto.
Esta aventura tuvo dos facetas, estar en medio de la naturaleza acompañados de felinos en su hábitat, aves, increíbles paisajes, etc. Pero también su parte peligrosa en un camino de piedra con una superficie de moho muy resbalosa y acompañados de muchos mosquitos.
Nos caímos varias veces. Con todo y que íbamos a muy baja velocidad las caídas tenían mucho riesgo. Si alguno de los dos se hubiera lastimado fuerte hubiera sido catastrófico ya que no teníamos cobertura celular ni radio y estábamos a ~40km de la caseta de seguridad.
Si hubiéramos hecho todo el recorrido caminando empujando a la pobre Spaghetti, nos hubiera tomado la noche sólo para llegar a la carretera y de ahí otros 40 km hacia Felipe Carrillo Puerto. También consideramos acampar ahí mismo. Pero mejor decidimos cada vez que podíamos rodar otro poco.
Nos tocó ver un coche abandonado completamente destruido y con sangre fresca de unas horas antes. A pesar de ser una recta de varios kilómetros, claramente el conductor había perdido el control en el camino resbaloso y se estrelló contra los árboles de la selva. No había nadie adentro para cuando pasamos. Decidimos no incluirlo en este video.
Llegamos a la caseta de entrada, o salida para nosotros, justo al atardecer. La persona encargada no podía creer de dónde veníamos y todo el recorrido que habíamos hecho. Comentó que los conductores del coche que encontramos llevaban radio y que gracias a eso pudieron ser rescatados con una ambulancia minutos antes de que nosotros pasáramos por ahí.
Ya con más tranquilidad, al borde de la carretera federal, preparamos de comer con lo que llevamos, fruta y unas tostadas con frijoles, aguacate, atún y por supuesto chile habanero.
La rodada a Felipe Carrillo Puerto ~45km fue sumamente fácil a pesar de la noche. Sacamos nuestras lámparas para la cabeza, y las luces trasera y delantera de la bici. El acotamiento estaba muy limpio y ancho y todos los coches y trailers fueron muy respetuosos. Encontramos un hotel, un buen restaurante de pescados y mariscos y cerramos con una Marquesitas en la plaza.