AMORIS LAETITIA--CAP III: LA MIRADA PUESTA EN JESÚS: VOCACIÓN DE LA FAMILIA [Ep.5 2016-T1]

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  • Опубликовано: 13 май 2018
  • El modelo de familia querido por Jesús y presentado por la Iglesia.

Комментарии • 17

  • @silviarosariosanchez4347
    @silviarosariosanchez4347 6 лет назад +1

    Gracias 😊 Dios bendiga su generosidad 🙏

  • @estelaurquilla2808
    @estelaurquilla2808 4 года назад

    Gracias Padre por ayudarnos a descubrir la exortacion

    • @nancygonzalez2380
      @nancygonzalez2380 3 года назад

      Que hermosa hexhortacion gracias👏🙏🙏🙏

  • @juanpauloramirezgiraldo
    @juanpauloramirezgiraldo 2 года назад

    AMORES LAETITIA
    HEREJÍAS.
    301. Para entender de manera adecuada por qué es posible y necesario un discernimiento especial en algunas situaciones llamadas «irregulares», hay una cuestión que debe ser tenida en cuenta siempre, de manera que nunca se piense que se pretenden disminuir las exigencias del Evangelio. La Iglesia posee una sólida reflexión acerca de los condicionamientos y circunstancias atenuantes. Por eso, ya no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así llamada «irregular» viven en una situación de pecado mortal, privados de la gracia santificante
    Respuesta
    *Eclesiástico 20,24. Hay quien pierde su alma por respetos humanos, y la pierde por miramiento a un imprudente; y por un tal hombre se pierde a si mismo.
    *2da de San Pedro 2,1-3. Pero hubo también falsos profetas en el pueblo, así como entre vosotros habrá falsos doctores, que introducirán furtivamente sectarismos perniciosos, y llegando a renegar del Señor que los rescató, atraerán sobre ellos una pronta ruina. Muchos los seguirán en sus disoluciones, y por causa de ellos el camino de la verdad será calumniado. Y por avaricia harán trafico con vosotros, valiéndose de razones inventadas: ellos, cuya condenación ya de antiguo no está ociosa y cuya ruina no duerme.
    *Colosenses 2,8. Mirad, pues, no haya alguno que os cautive por medio de la filosofía y de vana falacia, fundadas en la tradición de los hombres sobre los elementos del mundo, y no sobre Cristo.

  • @juanpauloramirezgiraldo
    @juanpauloramirezgiraldo 2 года назад

    Encíclica Diuturnum Illud de León XIII.
    11. Una sola causa tienen los hombres para no obedecer: cuando se les exige algo que repugna abiertamente al derecho natural o al derecho divino. Todas las cosas en las que la ley natural o la voluntad de Dios resultan violadas no pueden ser mandadas ni ejecutadas. Si, pues, sucede que el hombre se ve obligado a hacer una de dos cosas, o despreciar los mandatos de Dios, o despreciar la orden de los príncipes, hay que obedecer a Jesucristo, que manda dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios[14]. A ejemplo de los apóstoles, hay que responder animosamente: «Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres»[15]. Sin embargo, los que así obran no pueden ser acusados de quebrantar la obediencia debida, porque si la voluntad de los gobernantes contradice a la voluntad y las leyes de Dios, los gobernantes rebasan el campo de su poder y pervierten la justicia. Ni en este caso puede valer su autoridad, porque esta autoridad, sin la justicia, es nula.
    Santiago Marín eres complice de todas las herejías que te acabo de exponer y que con tu silencio cobarde ya que llevas millones de almas al infierno.
    Ya que no se le debe llamar Papa a un hereje ya que el dogma de la infabilidad papal seria erroneo ya que Francisco enseña el error y la herejia.
    Un Pontifice no puede enseñar el error o la herejia.

  • @juanpauloramirezgiraldo
    @juanpauloramirezgiraldo 2 года назад

    AMORES LAETITIA
    Herejia.
    305. En esta misma línea se expresó la Comisión Teológica Internacional: «La ley natural no debería ser presentada como un conjunto ya constituido de reglas que se imponen a priori al sujeto moral, sino que es más bien una fuente de inspiración objetiva para su proceso, eminentemente personal, de toma de decisión». A causa de los condicionamientos o factores atenuantes, es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado
    Respuesta.
    *Romanos 2,14-15. Cuando los gentiles, que no tienen Ley, hacen por la razón natural las cosas de la Ley, ellos, sin tener Ley, son Ley para si mismos, pues muestran que la obra de la Ley está escrita en sus corazones, por cuanto les da testimonio su conciencia y sus razonamientos, acusándolos o excusándolos recíprocamente.
    Explicación del vers. 14 de la Biblia Straubinger comentada
    La ley natural es una escritura que Dios graba en nuestros corazones y que se manifiesta por la voz de la conciencia, a la cual están sometidos aún los paganos. Si estos pues, no la cumplen, se condenan como si hubiesen desobedecido a la revelación. Pero como San Pablo supone aquí que pueden cumplirla, debemos concluir que en tal caso el Espíritu que les dio la gracia para ello como a Cornelio ( Hech. 10,4) les dará también el necesario conocimiento de Cristo para que tengan esa fe en Él sin la cual es imposible agradar a Dios (Hebr. 11,6; cf Hech. 4,12). Si es necesario, dice Santo Tomas, Dios les mandará un ángel , y esto coincide con el envío de Pedro a Cornelio
    (Hech. 10,9ss).
    Encíclica Humani Generis de Pío XII.
    1. Ni es de admirar que siempre haya habido disensiones y errores fuera del redil de Cristo. Porque, aun cuando la razón humana, hablando absolutamente, procede con sus fuerzas y su luz natural al conocimiento verdadero y cierto de un Dios único y personal, que con su providencia sostiene y gobierna el mundo y, asimismo, al conocimiento de la ley natural, impresa por el Creador en nuestras almas; sin embargo, no son pocos los obstáculos que impiden a nuestra razón cumplir eficaz y fructuosamente este su poder natural. Porque las verdades tocantes a Dios y a las relaciones entre los hombres y Dios se hallan por completo fuera del orden de los seres sensibles; y, cuando se introducen en la práctica de la vida y la determinan, exigen sacrificio y abnegación propia.
    22. Es notorio que estos y otros errores semejantes se propagan entre algunos hijos nuestros, equivocados por un imprudente celo o por una ciencia falsa; y con tristeza nos vemos obligados a repetirles -a estos hijos- verdades conocidísimas y errores manifiestos, señalándoles con preocupación los peligros del error.
    Todos conocen bien cuánto estima la Iglesia el valor de la humana razón, cuyo oficio es demostrar con certeza la existencia de un solo Dios personal, comprobar invenciblemente los fundamentos de la misma fe cristiana por medio de sus notas divinas, establecer claramente la ley impresa por el Creador en las almas de los hombres y, por fin, alcanzar algún conocimiento, siquiera limitado, aunque muy fructuoso, de los misterios.
    Encíclica Libertas Praestantissimus de León XIII
    6. Siendo ésta la condición de la libertad humana, le hacía falta a la libertad una protección y un auxilio capaces de dirigir todos sus movimientos hacia el bien y de apartarlos del mal. De lo contrario, la libertad habría sido gravemente perjudicial para el hombre. En primer lugar, le era necesaria una ley, es decir, una norma de lo que hay que hacer y de lo que hay que evitar. La ley, en sentido propio, no puede darse en los animales, que obran por necesidad, pues realizan todos sus actos por instinto natural y no pueden adoptar por sí mismos otra manera de acción. En cambio, los seres que gozan de libertad tienen la facultad de obrar o no obrar, de actuar de esta o de aquella manera, porque la elección del objeto de su volición es posterior al juicio de la razón, a que antes nos hemos referido. Este juicio establece no sólo lo que es bueno o lo que es malo por naturaleza, sino además lo que es bueno y, por consiguiente, debe hacerse, y lo que es malo y, por consiguiente, debe evitarse. Es decir, la razón prescribe a la voluntad lo que debe buscar y lo que debe evitar para que el hombre pueda algún día alcanzar su último fin, al cual debe dirigir todas sus acciones. Y precisamente esta ordenación de la razón es lo que se llama ley. Por lo cual la justificación de la necesidad de la ley para el hombre ha de buscarse primera y radicalmente en la misma libertad, es decir, en la necesidad de que la voluntad humana no se aparte de la recta razón. No hay afirmación más absurda y peligrosa que ésta: que el hombre, por ser naturalmente libre, debe vivir desligado de toda ley. Porque si esta premisa fuese verdadera, la conclusión lógica sería que es esencial a la libertad andar en desacuerdo con la razón, siendo así que la afirmación verdadera es la contradictoria, o sea, que el hombre, precisamente por ser libre, ha de vivir sometido a la ley. De este modo es la ley la que guía al hombre en su acción y es la ley la que mueve al hombre, con el aliciente del premio y con el temor del castigo, a obrar el bien y a evitar el mal. Tal es la principal de todas las leyes, la ley natural, escrita y grabada en el corazón de cada hombre, por ser la misma razón humana que manda al hombre obrar el bien y prohíbe al hombre hacer el mal. Pero este precepto de la razón humana no podría tener fuerza de ley si no fuera órgano e intérprete de otra razón más alta, a la que deben estar sometidos nuestro entendimiento y nuestra libertad. Porque siendo la función de la ley imponer obligaciones y atribuir derechos, la ley se apoya por entero en la autoridad, esto es, en un poder capaz de establecer obligaciones, atribuir derechos y sancionar además, por medio de premios y castigos, las órdenes dadas; cosas todas que evidentemente resultan imposibles si fuese el hombre quien como supremo legislador se diera a sí mismo la regla normativa de sus propias acciones. Síguese, pues, de lo dicho que la ley natural es la misma ley eterna, que, grabada en los seres racionales, inclina a éstos a las obras y al fin que les son propios; ley eterna que es, a su vez, la razón eterna de Dios, Creador y Gobernador de todo el universo
    Encíclica Summi Pontificatus de Pío XII
    21. Esta ley natural tiene su fundamento en Dios, creador omnipotente y padre de todos, supremo y absoluto legislador, omnisciente y justo juez de las acciones humanas. Cuando temerariamente se niega a Dios, todo principio de moralidad queda vacilando y perece, la voz de la naturaleza calla o al menos se debilita paulatinamente, voz que enseña también a los ignorantes y aun a las tribus no civilizadas lo que es bueno y lo que es malo, lo lícito y lo ilícito, y les hace sentir que darán cuenta alguna vez de sus propias acciones buenas y malas ante un Juez supremo.

  • @juanpauloramirezgiraldo
    @juanpauloramirezgiraldo 2 года назад

    AMORES LAETITIA
    HEREJÍAS.
    297. Acerca del modo de tratar las diversas situaciones llamadas «irregulares»
    Respuesta.
    *Isaías 5,20. Ay de los que al mal llaman bien y al bien mal
    Encíclica Humani Generis de Pío XII
    10. Por lo dicho es evidente que estas tendencias no sólo conducen al llamado relativismo dogmático, sino que ya de hecho lo contienen, pues el desprecio de la doctrina tradicional y de su terminología favorecen demasiado a ese relativismo y lo fomentan. Nadie ignora que los términos empleados, así en la enseñanza de la teología como por el mismo Magisterio de la Iglesia.

  • @juanpauloramirezgiraldo
    @juanpauloramirezgiraldo 2 года назад

    Amoris leticia.
    308. El mismo Evangelio nos reclama que no juzguemos ni condenemos (cf. Mt 7,1; Lc 6,37
    Respuesta
    EXPLICACIÓN DE SAN MATEO 7,1
    No juzguéis, para que no seáis juzgados.
    Explicación del ver.1 de San Mateo de la Biblia Straubinger comentada
    Se prohíbe el juicio temerario: San Agustín observa al respecto: “Juzguemos de lo que está de manifiesto, pero dejemos a Dios el juicio sobre las cosas ocultas”
    ( Luc. 6,37; Rom. 2,1). Hay en ese sentido una distinción fundamental entre el juicio del prójimo que nos está absolutamente prohibido, y el juicio en materia de espíritu que nos es recomendado por S. Juan, S. Pablo y el mismo Señor ( 7,15; 1 Juan 4,1; 1 Tes 5,21; Hech. 17,11; 1 Cor. 2,15).
    San Francisco de Sales
    Es necesario no juzgar las cosas según nuestro gusto, sino según el de Dios. Esta es la gran palabra: si somos santos según nuestra voluntad, nunca lo seremos; es preciso que lo seamos según la voluntad de Dios.
    TEOLOGÍA MORAL PARA LOS FIELES
    SECCIÓN SEGUNDA
    CAPÍTULO IX DEL OCTAVO MANDAMIENTO. NO DECIR FALSO TESTIMONIO NI MENTIR
    PARRAFO CUARTO.- DEL PENSAR MAL DEL PRÓJIMO O DE LOS JUICIOS TEMERARIOS.
    184. Pensar mal del prójimo es atribuirle un pecado o defecto sin motivo suficiente. Es pecado el hacerlo, porque el prójimo tiene derecho a que no se le tenga por malo sin pruebas de que lo es.
    Si se le atribuye o se piensa de él una cosa leve, será pecado leve; si se piensa de él una cosa grave, será pecado grave; pero para esto es menester que se den estas tres condiciones juntas.
    Primera. Que no tengamos motivos suficientes para pensar así, porque si los tenemos no hay pecado ninguno.
    Segunda. Que demos ese pecado por cierto, porque mientras lo tengamos por dudoso o no averiguando no se hace injuria grave al prójimo.
    Tercera. Que nos demos cuenta de la gravedad del mal que pensamos y al mismo tiempo de la insuficiencia de los motivos, y que, sin embargo, continuemos teniéndolo por cierto.
    Estas tres condiciones, rarísimas veces se dan juntas y, por lo mismo, rarísimamente se pecará gravemente pensando mal del prójimo. Tampoco se peca gravemente cuando se piensa mal de una persona indeterminada, verbigracia, que alguno de una multitud ha cometido un robo o un crimen cualquiera. Página 88.
    *San Juan de la cruz. Los que juzgan han de tener el juicio limpio y despierto, lo cual no es posible si tienen codicia o reciben dádivas que corrompen, Subida al Monte Carmelo.
    Suma Teológica de Santo Tomas de Aquino
    PARTE 2-2 ( a)
    CUESTIÓN 60
    El juicio.
    ARTICULO 2
    ¿ Es lícito juzgar?
    Solución. Hay que decir: El juicio es lícito en tanto en cuanto es acto de justicia; mas, como se deduce de lo dicho ( a.1 ad 1.3), para que el juicio sea acto de justicia se requieren tres condiciones: Primera, que proceda de una inclinación de justicia; segunda, que emane de la autoridad del que preside; y tercera, que sea pronunciado según la recta razón de la prudencia. Si faltare cualquiera de estas condiciones, el juicio sería vicioso e ilícito. Así en primer lugar, cuando es contrario a la rectitud de la justicia, se llama, de este modo, juicio vicioso o injusto. En segundo lugar, cuando el hombre juzga de cosas sobre las que no tiene autoridad , y entonces se denomina juicio usurpado. Y tercero, cuando falta la certeza racional, como cuando alguien juzga de las cosas que son dudosas u ocultas por algunas ligeras conjeturas, y en este caso se llama juicio suspicaz o temerario.

  • @Bernardo4400
    @Bernardo4400 2 года назад

    No coincido con la meditación de este padre (que no lo dice el Papa Francisco).
    En la última cena de Jesús, primera comunión, primera misa, Jesús no excluyó a Judas. Le permitió participar de la cena y estuvo al lado de Él. Comieron del mismo plato. Jesús nunca alejó a los pecadores de su lado. Al contrario, son los pecadores quiénes más lo necesitan.
    ¿Quiénes somos nosotros para convertirnos en "aduana" de la comunión, y decidir quién puede o no comulgar?

  • @juanpauloramirezgiraldo
    @juanpauloramirezgiraldo 2 года назад

    AMORES LAETITIA
    HEREJÍAS.
    297. No me refiero sólo a los divorciados en nueva unión sino a todos, en cualquier situación en que se encuentren.
    Respuesta
    *Romanos 7,3. Por consiguiente, será considerada como adultera si, viviendo el marido, se uniere a otro varón.
    *1ra de Corintios 6,9. ¿No sabéis que los inicuos no heredarán el reino de Dios? No os hagáis ilusiones. Ni los fornicarios, ni los idolatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas.
    *Catecismo de San Pío V, párrafo 892: Dando principio a la explicación, por lo que se prohíbe, debemos advertir que el adulterio consiste en la violación del lecho conyugal legítimo, ya sea éste ajeno, ya propio; porque si uno que está casado peca con mujer soltera, ultraja su propio lecho, y si un hombre soltero peca con una mujer casada, mancilla el lecho ajeno con el pecado de adulterio. Por esta prohibición del adulterio se vedan todas las cosas deshonestas e impuras, como lo afirman San Ambrosio y San Agustín. Y en este sentido se deben entender estas palabras, como lo podemos ver por las Escrituras, así del Testamento antiguo como del nuevo. Porque además del adulterio se ven castigados en tiempo de Moisés otros géneros de lujuria.
    Pontífice Inocencio IV, Carta “ Sub catholicae professione” del 6 de marzo de 1.254
    18 (s14). Como quiera que afirma el Apóstol que tanto fornicarios como adúlteros son ajenos al Reino de Dios ( 1 Cor. 6,9s).
    21. Sin embargo, los presbíteros no bendigan en modo alguno a los que por segunda vez se casan.

  • @juanpauloramirezgiraldo
    @juanpauloramirezgiraldo 2 года назад

    AMORES LAETITIA
    HEREJÍAS.
    297. Nadie puede ser condenado para siempre, porque esa no es la lógica del Evangelio
    Respuesta
    *San Mateo 25,41. Entonces dirá también a los de su izquierda: “Alejaos de Mí, malditos, id al fuego eterno; preparado para el diablo y sus ángeles.
    * San Marcos 16,16. Quien creyere y fuere bautizado, será salvo; mas, quien no creyere será condenado.
    *San Mateo 23,14. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas, y pretextáis hacer largas oraciones. Por eso recibiréis condenación más rigurosa.
    *Filipenses 1,28. Sin amedrentaros por nada ante los adversarios, lo cual es para ellos señal de perdición.
    *1ra de San Pedro 4,6. Pues para eso fue predicado el Evangelio también a los muertos, a fin de que condenados en la carne, según es propio de los hombres.

  • @juanpauloramirezgiraldo
    @juanpauloramirezgiraldo 2 года назад

    AMORES LAETITIA
    HEREJÍAS.
    299. La lógica de la integración es la clave de su acompañamiento pastoral, para que no sólo sepan que pertenecen al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, sino que puedan tener una experiencia feliz y fecunda. Son bautizados, son hermanos y hermanas, el Espíritu Santo derrama en ellos dones y carismas para el bien de todos. Su participación puede expresarse en diferentes servicios eclesiales: es necesario, por ello, discernir cuáles de las diversas formas de exclusión actualmente practicadas en el ámbito litúrgico.
    Respuesta
    CÓDIGO DE DERECHO CANÓNICO DE 1.917
    PARTE TERCERA De los legos
    LIBRO TERCERO
    DE LAS COSAS ECLESIÁSTICAS
    PARTE PRIMERA . De los sacramentos
    Título I. - Del bautismo
    Capítulo IV.- De los padrinos
    II. CONDICIONES PARA LA VALIDEZ Y LICITUD. CASOS DUDOSOS
    564. - 1. Condiciones para la validez. - Para ser válidamente padrino, en sentido canónico, se requiere
    b) No pertenecer a ninguna secta herética o cismática.
    565. - 2. Condiciones para la licitud. Para que una persona pueda ser admitida lícitamente como padrino, es menester
    c) Que no sea entredicho, ni pecador público, ni infame con infamia de hecho ( mala reputación entre los fieles probos y graves) ( can. 766, 2*.)