QUE PRISA SE DIERON por Isabel M. Miralles de su libro "PARA TI, MADRE: Poemas Pintados y Cantados"

por Isabel Ascensión Martínez Miralles de su libro "PARA TI, MADRE: Poemas Pintados y Cantados"
¡QUÉ PRISA SE DIERON…!
¡Qué prisa se dieron en romper tu carro!
Destruyeron sus ruedas y su eje,
volaron los tornillos y arandelas,
los radios, los aros, los varales,
el cabezal, la caja, la telera…
No quedó nada de esa casa,
que, ambulante, te llevó, de niña,
por pueblos, barrios y caminos,
con tus géneros, tu libro y con tu hermano,
ese gemelo tuyo que te amaba
y que cada noviembre, el veinticuatro,
era el primero en recordarte el día
en que vinisteis a la vida ambos.
Era el libro testigo de las deudas
que las buenas clientas adquirían
por la gracia y el hechizo de tu arte,
capaz de transformar una viscosa en puro lino
y una humilde franela en organdí.
No era engaño lo que había en tus ventas,
sino ilusión, entrega, compromiso:
“Aquí estoy yo si no te satisface”,
siempre fue tu garantía y tu promesa.
Al final eran amigas tus clientas,
fieles y obedientes a ese lema
que siempre pregonabas: “El deber es honra”
Fue ese carro tu escuela de la vida
cuando apenas contabas siete años.
¡Qué prisa se dieron en romper tu carro!
Yo que lo hubiera exhibido con orgullo
en el mejor lugar de mi jardín,
siento su destrozo a manos de algún bruto
que nunca supo valorar quién eras.
¡Cómo me hubiera gustado conocer al burro
que cada mañana enderezaba el carro
con su carga de sueño y de nobleza,
de sobriedad, ternura y sufrimiento!
¡Seguro que era más sensible y comprensivo
que esa otra bestia que rompió tu carro.