Una de las mejores marchas escritas para nuestra Semana Santa, posiblemente en el top 5. Cuánta elegancia, cuánta delicadeza, cuánto dice esta música con tan poco.
la primera vez que la oí, sobre todo en el estribillo cuando suben los metales a reventar y oyes los arpegios de los clarinetes, pensé "cuanto debía querer el maestro Dorado a su esposa para componerle semejante obra maestra", marchas para dedicarle a una mujer puede haber muchísimas. como esta...... ninguna. Una cosa que no deja de impresionarme de las marchas del maestro Dorado es la importancia y la sonoridad que le otorgaba a las tubas.
Una de las mejores marchas escritas para nuestra Semana Santa, posiblemente en el top 5. Cuánta elegancia, cuánta delicadeza, cuánto dice esta música con tan poco.
la primera vez que la oí, sobre todo en el estribillo cuando suben los metales a reventar y oyes los arpegios de los clarinetes, pensé "cuanto debía querer el maestro Dorado a su esposa para componerle semejante obra maestra", marchas para dedicarle a una mujer puede haber muchísimas. como esta...... ninguna. Una cosa que no deja de impresionarme de las marchas del maestro Dorado es la importancia y la sonoridad que le otorgaba a las tubas.