Durante mis largos años de trabajo en urgencias en el departamento de radiodiagnóstico, me tocó en dos ocasiones ayudar a hacer una traqueotomía de urgencias en infantes, 4 y seis años. Uno por un cacahuete y otro por hueso de pollo. En esos años lo mismo ayudabas a poner una escayola que controlabas a un paciente encamado, no te pasabas la guardia en la sala de informes o tumbado a la bartola mientras el residente se comía todos los marrones. Podría escribir un libro o dos de 500 páginas. Mañana después de los atracones, a llenar las urgencias con cólicos e indigestiones varias.
Durante mis largos años de trabajo en urgencias en el departamento de radiodiagnóstico, me tocó en dos ocasiones ayudar a hacer una traqueotomía de urgencias en infantes, 4 y seis años. Uno por un cacahuete y otro por hueso de pollo.
En esos años lo mismo ayudabas a poner una escayola que controlabas a un paciente encamado, no te pasabas la guardia en la sala de informes o tumbado a la bartola mientras el residente se comía todos los marrones.
Podría escribir un libro o dos de 500 páginas.
Mañana después de los atracones, a llenar las urgencias con cólicos e indigestiones varias.
Gentuza vaga hay en todos lados. Gracias a todos los currantes de la pública y la privada.