Devocional diario - 23 de Agosto - Día 236

Поделиться
HTML-код
  • Опубликовано: 12 сен 2024
  • LECTURA: JUAN 1:19-34
    "Y yo no le conocía, mas el que me envió a bautizar con agua, aquel me dijo: Sobre quien vieres descender el Espíritu, y que reposa sobre él, este es el que bautiza con Espíritu Santo" (vers. 33).
    El hecho de tener algunas meditaciones sobre un tema como el bautismo, se debe a que la base doctrinal del mismo ha sido muy tergiversada por el diablo, quien ha engañado a muchas personas haciéndo les creer que, mediante esa práctica, ya son salvas. Grave pecado que comprende, no solamente a los romanistas, con el erróneo y antibíblico bautismo de niños, sino también muchas iglesias llamadas evangélicas, especialmente las pentecostales, que conceden este sacramento a personas que no son renacidas.
    Es por ello que hemos elegido estas palabras de Juan, quien fue el primero en establecer esta práctica, para llamar nuestra atención al hecho cierto que los hombres sólo pueden bautizar a la gente con agua, en cambio, el Señor Jesucristo es el único que ha de hacerlo con Espíritu Santo que, en definitiva, es la forma como podemos entrar en el Reino de los Cielos (Jn. 3:3 y 5); pues el anterior es solamente un símbolo de algo que ya debimos experimentar.
    Por eso queremos señalar con todas las letras: si alguien muere sin estar bautizado, pero ya ha creído en Cristo como Salvador Personal, ha de ir al cielo.
    Por el contrario, toda persona que aún estando perfectamente bautizada por inmersión, pero no se ha arrepentido de sus pecados o no tiene la fe de Jesucristo en su corazón, que le ha hecho un hijo de Dios; aunque sea miembro de una Iglesia Cristiana Evangélica, si no ha nacido de nuevo, irremediablemente se irá al infierno.
    Es muy importante, en consecuencia, estemos o no bautizados como corresponde; realizar lo que Pablo aconseja: "Examinaos a vosotros mismos, si estáis en fe; probaos a vosotros mismos" (2 Co. 13:5).

Комментарии • 1