PANTÓN, UN PAISAJE PARA ORAR

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  • Опубликовано: 15 сен 2024
  • El monasterio de Ferreira de Pantón, en sus ocho siglos de historia, nunca fue abandonado. Es el único de la Ribeira Sacra que todavía mantiene viva la llama del cister. Estamos en tierras benedictinas. Detrás de estos muros vive retirada una pequeña comunidad de monjas bernardas, una orden contemplativa seguidora de la regla de san Benito: Aquí llevan una vida dedicada a la oración y el trabajo.
    La abadesa nos guía por este laberinto de pasillos siempre en penumbra y silencio, nos enseña estancias de la clausura que jamás fueron mostradas al público. Así eran las antiguas celdas de la Dueñas.
    Todo sigue igual. Hay algunas monjas que siguen usándolas. La austeridad es total. En la Casa de las Dueñas cada celda tenía su propia chimenea: Aquellas monjas, hijas de la nobleza, traían al convento criada y posesiones. La abadesa nos lleva al piso superior donde estaba la cocina y dormían las criadas.

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