Participar del Cuerpo y la Sangre del Señor
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- Опубликовано: 9 фев 2025
- Homilía del arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, en la Misa del encuentro con profesores de la Fundación Manjón-Palencia, memoria de los beatos mártires Valentín Palencia y compañeros, pronunciada en la parroquia de san Cosme y san Damián, el 15 de enero de 2025.
Heb 2, 14-18
Salmo 104
Marcos 1, 29-39
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a la casa de Simón y Andrés.
La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, e inmediatamente le hablaron de ella. Él se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.
Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se marchó a un lugar solitario y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron en su busca y, al encontrarlo, le dijeron:
«Todo el mundo te busca».
Él les responde:
«Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido».
Así recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.