Querido Luis: Esta tarde por fin he podido oír tu Pregón de Don Bosco. La tarde invitaba a ello. Era una de esas tardes previas a las Fiestas de Nuestro Amado Padre San Juan Bosco. En tiempos de San Agustín de Hipona, se decía que profesor, era ser "vendedor de palabras"; pero el Santo de Hipona sobre otras muchas cosas, buscaba la Verdad, la auténtica verdad. La misma que tú dices todos los días a tus alumnos y a todo el que se te acerca. Porque tú no eres un profesor al uso. Profesor es el que imparte una materia; pero Maestro es el que enseña a amarla. Y tú has sabido plasmar en tu pregón esa verdad, ese verdadero camino de la salesianidad, ese Gran "Poema de Amor" que es en sí, la Obra Salesiana: "La Gloria de Dios sirviendo a la juventud". Por que tú Luis, no has hablado de: perfiles, de calidad de la enseñanza, de clientes, de protagonismo, de radicalidades, de "pasos", etc... Todas esas cosas que siendo utilizadas en nombre de Dios da como resultado: los intereses, la comodidad. Actitudes que como tú bien sabes que me han apartado de la vida salesiana activa. Tú nos has hablado de la Verdad esa Verdad que está en el espíritu de Don Bosco, como son: La caridad pastoral, ese impulso apostólico que nos mueve a buscar las almas y servir únicamente a Dios. La Predilección por los jóvenes, especialmente los más necesitados "Me basta que seáis jóvenes para amaros con toda mi alma". La Amabilidad, propia del "sistema preventivo" de Don Bosco, o sistema de bondad. "El salesiano -o el laico que haga sus veces- debe ser abierto y cordial; saber acoger con bondad y suscitar amistad" Buscar un Clima de familia, de sencillez y de alegría. Creyendo en los jóvenes, captando los valores del mundo y aprovechando lo que hay de bueno. El trabajo y la templanza: con una actividad incansable y austera. La devoción a la Eucaristía, a María Auxiliadora y al Papa. Toda esta Verdad está en tu pregón, en cada palabra, en cada línea y en cada poesía y hasta hasta en el toque de la "Sirena". Una verdad que el Santo de Valdocco buscó toda su vida, "a su tiempo lo comprenderás". Luis, decía Santo Tomás de Aquino; "que todo el que conoce la Verdad, sabe que la Verdad existe; si pues no existe la Verdad es que la Verdad no existe". Y tú nos has descubierto esa Verdad de la salesianidad auténtica. Aquella que yo viví y que muchos de mi época vinieron y compartieron. Puede estar tranquilo Don Bosco que aquí en Carmona ese su espíritu se mantiene gracias a personas como tú, que lo vivieron y lo transmiten como tú lo has hecho. En nombre de tantos salesianos, profesores compañeros tuyos, antiguos alumnos, jóvenes y alumnos actuales del centro educativo. En nombre de todos ellos, repito: GRACIAS, DON LUIS. Un saludo
Magnífico pregón. D. Luis es un auténtico trabajador de la Fe como Don Bosco, un salesiano del que me siento orgulloso de ser amigo. Un abrazo
Sencillo y preciso pregón auténtico salesiano ❤
Querido Luis:
Esta tarde por fin he podido oír tu Pregón de Don Bosco. La tarde invitaba a ello. Era una de esas tardes previas a las Fiestas de Nuestro Amado Padre San Juan Bosco.
En tiempos de San Agustín de Hipona, se decía que profesor, era ser "vendedor de palabras"; pero el Santo de Hipona sobre otras muchas cosas, buscaba la Verdad, la auténtica verdad. La misma que tú dices todos los días a tus alumnos y a todo el que se te acerca. Porque tú no eres un profesor al uso. Profesor es el que imparte una materia; pero Maestro es el que enseña a amarla. Y tú has sabido plasmar en tu pregón esa verdad, ese verdadero camino de la salesianidad, ese Gran "Poema de Amor" que es en sí, la Obra Salesiana: "La Gloria de Dios sirviendo a la juventud".
Por que tú Luis, no has hablado de: perfiles, de calidad de la enseñanza, de clientes, de protagonismo, de radicalidades, de "pasos", etc... Todas esas cosas que siendo utilizadas en nombre de Dios da como resultado: los intereses, la comodidad. Actitudes que como tú bien sabes que me han apartado de la vida salesiana activa.
Tú nos has hablado de la Verdad esa Verdad que está en el espíritu de Don Bosco, como son:
La caridad pastoral, ese impulso apostólico que nos mueve a buscar las almas y servir únicamente a Dios.
La Predilección por los jóvenes, especialmente los más necesitados "Me basta que seáis jóvenes para amaros con toda mi alma".
La Amabilidad, propia del "sistema preventivo" de Don Bosco, o sistema de bondad. "El salesiano -o el laico que haga sus veces- debe ser abierto y cordial; saber acoger con bondad y suscitar amistad"
Buscar un Clima de familia, de sencillez y de alegría. Creyendo en los jóvenes, captando los valores del mundo y aprovechando lo que hay de bueno.
El trabajo y la templanza: con una actividad incansable y austera.
La devoción a la Eucaristía, a María Auxiliadora y al Papa.
Toda esta Verdad está en tu pregón, en cada palabra, en cada línea y en cada poesía y hasta hasta en el toque de la "Sirena". Una verdad que el Santo de Valdocco buscó toda su vida, "a su tiempo lo comprenderás".
Luis, decía Santo Tomás de Aquino; "que todo el que conoce la Verdad, sabe que la Verdad existe; si pues no existe la Verdad es que la Verdad no existe". Y tú nos has descubierto esa Verdad de la salesianidad auténtica. Aquella que yo viví y que muchos de mi época vinieron y compartieron.
Puede estar tranquilo Don Bosco que aquí en Carmona ese su espíritu se mantiene gracias a personas como tú, que lo vivieron y lo transmiten como tú lo has hecho.
En nombre de tantos salesianos, profesores compañeros tuyos, antiguos alumnos, jóvenes y alumnos actuales del centro educativo. En nombre de todos ellos, repito:
GRACIAS, DON LUIS.
Un saludo