Estoy maravillada y muy agradecida con Dios, al escuchar este testimonio me abre más los ojos y el corazón. Yo desde hace 8 años, cuando me jubilé Dios me llamó a hacer un voluntariado en una cárcel de hombres en Costa Rica, y es allí y en este tiempo donde aprendí lo que es el verdadero amor y misericordia de Dios. Valoro cada minuto todo lo que Dios me ha dado, y enseño que Dios NUNCA se ha olvidado de ellos, que les ama, y aunque la familia y sociedad no olviden el daño que ocasionaron, Dios los perdona y borra todas sus maldades. El voluntariado en una población invisible , como la de Kenia, la de una privación de libertad, de un albergue de niños o adultos mayores, etc., nos hace reflexionar y no no podemos permanecer impasibles, fríos, y seguir caminando como si fueran invisibles, como si no fueran personas creadas y amadas por Dios”. Me encantó el testimonio, y mucho que aprender para seguir sirviendo a los que más sufren, en este proceso se sana mi corazón también.
Estoy maravillada y muy agradecida con Dios, al escuchar este testimonio me abre más los ojos y el corazón. Yo desde hace 8 años, cuando me jubilé Dios me llamó a hacer un voluntariado en una cárcel de hombres en Costa Rica, y es allí y en este tiempo donde aprendí lo que es el verdadero amor y misericordia de Dios. Valoro cada minuto todo lo que Dios me ha dado, y enseño que Dios NUNCA se ha olvidado de ellos, que les ama, y aunque la familia y sociedad no olviden el daño que ocasionaron, Dios los perdona y borra todas sus maldades. El voluntariado en una población invisible , como la de Kenia, la de una privación de libertad, de un albergue de niños o adultos mayores, etc., nos hace reflexionar y no no podemos permanecer impasibles, fríos, y seguir caminando como si fueran invisibles, como si no fueran personas creadas y amadas por Dios”. Me encantó el testimonio, y mucho que aprender para seguir sirviendo a los que más sufren, en este proceso se sana mi corazón también.