La natación evita dolores de espalda y refuerza las lumbares. Y es que en el agua se trabaja una musculatura muy pequeña de la espalda que no se consigue tratar en el gimnasio o con ejercicios fuera del agua, lo que ayuda a estabilizar la columna vertebral y a ganar en movilidad.
La natación evita dolores de espalda y refuerza las lumbares. Y es que en el agua se trabaja una musculatura muy pequeña de la espalda que no se consigue tratar en el gimnasio o con ejercicios fuera del agua, lo que ayuda a estabilizar la columna vertebral y a ganar en movilidad.