EL GRAN RESTAURANTE MODERNISTA DE LA EXPOSICIÓN, EL CASTELL DELS TRES DRAGONS 1888

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El Castell dels tres Dragons es obra de Lluís Domènech i Montaner. Está considerado como uno de los primeros ejemplos del Modernismo de Barcelona.
Gobernaba en España Práxedes Mateo Sagasta bajo la regencia monárquica de María Cristina, viuda del rey Alfonso XII (fallecido en 1885) y madre de Alfonso XIII.
En 1888 Barcelona tenía 450.000 habitantes y era la primera ciudad española a nivel industrial.
El Ayuntamiento de Barcelona asumió (1887) la celebración de la Exposició Universal para el año siguiente en el Parque de la Ciutadella, en unos terrenos que hasta 1851 habían pertenecido al Ejército y ahora eran de la ciudad.
La organización de la Exposición fue el reflejo de la buena armonía entre la monarquía recién restaurada y la burguesía industrial catalana, que había apoyado su regreso.
Para Barcelona, era la gran oportunidad de mostrar al mundo su potencial económico e industrial y esperaba a 400.000 visitantes al evento.
El Ayuntamiento barcelonés nombró al arquitecto Elies Rogent y Amat como Director General de las Obras y se contrataron a los mejores ingenieros y arquitectos locales para urbanizar la zona.
Adrià Casademont creó la Galería de Máquinas; Pere Falqués edificó el Palacio de la Agricultura; August Font el Palacio de Bellas Artes; Cayetano Buhïgas el Palacio de Construcciones Marítimas; Josep Vilaseca el Arco de Triunfo y Lluís Domènech el Café-Restaurante.
El castillo de los Tres Dragones es el nombre popular que recibió el edificio modernista construido en menos de un año (entre 1887-1888). Será el café-restaurante de la Exposición.
Lluís Domènech i Montaner que era una joven promesa conocido por su militancia en la Lliga de Catalunya.
El restaurante estaba situado en un extremo del parque de la Ciudadela y debía ser también un reclamo arquitectónico.
El nombre proviene de una obra cómica de Pitarra estrenada en 1865, parodia de la vida caballeresca medieval que desmitificaba la figura clásica del héroe.
En su momento era uno de los edificios principales de la exposición y ante él se encontraba el desaparecido Palacio de las Bellas Artes. Su gran salón acogió el acto de inauguración de la Exposición celebrado el día 20 de mayo de 1888 con la presencia del rey de España Alfonso XIII, que sólo tenía dos años, y de su madre la reina regente María Cristina .
En la planta baja estaba situado el café y en la segunda se ubicaba un gigantesco restaurante.
Las obras del edificio comenzaron en septiembre de 1887, y sufrieron diversos retrasos, de manera que el 8 de abril de 1888, día de la inauguración, aún no estaba listo, retrasándose su apertura hasta el 17 de agosto, a cuatro meses de la clausura de la Exposición.
Con una capacidad de hasta seiscientos comensales, decoración floral diseñada para cada evento y música en vivo, funcionó como restaurante durante los últimos cuatro meses de la Exposición.
Por ese motivo Domènech i Montaner dimitió como arquitecto responsable dejando el edificio inacabado. Lo sustituyó el arquitecto auxiliar, José Forteza.
El Castillo de los Tres Dragones reúne algunos de los rasgos más característicos del modernismo catalán: la construcción de ladrillo visto, la forma majestuosa y fantasiosa (en este caso, un castillo de planta cuadrada con cuatro torres), el uso de hierro forjado y de cerámica para la decoración.
Al finalizar la exposición, el edificio quedó abandonado y, en 1891, el alcalde Joan Coll i Pujol, pidió (1891) a Domenech que "terminara la obra" adaptándola para acoger un "Museo de la Historia".
En 1917 la Junta de Ciencias Naturales de Barcelona convirtió el castillo en una de las sedes de su Museo .
En 1920 albergó el Museo de Zoología de Barcelona, y en su planta baja, durante unos 30 años (1896-1928) se instaló la Escuela Municipal de Música.
Durante la Guerra Civil estuvo cerrado, sufriendo algunos desperfectos por los bombardeos de la aviación franquista.
De 1942 a 1945 fue comedor de Auxilio Social, para ser definitivamente destinado a Museo de Zoología.
En los años 1980 fue restaurado por los arquitectos Cristian Cirici, Pep Bonet y Carles Bassó.
En 2010 el Museo de Zoología de Barcelona cerró sus puertas al público y en 2011 el castillo de los Tres Dragones se convirtió en un fondo de documentación del Museo de Ciencias Naturales.
Hasta 2010 alojó las colecciones de zoología del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona, fecha en que fueron trasladadas al Edificio Fórum.