Me parece muy interesante ese análisis -psiconeurológico - sociológico de las etapas del desarrollo, y me encanta que haya divulgación en torno a estos temas. Acabo de descubrir a Jose Ramón y su labor me parece maravillosa. Me gustaría llamar sin embargo la atención sobre un tema que considero esencial, y es que echo de menos un análisis desde la subjetividad que al menos nombre la importancia de las EXPERIENCIAS PARTICULARES de cada niño o niña en su desarrollo psíquico, su mundo interior, su emocionalidad, etc , que también va a ser una consecuencia de su vínculo con su entorno familiar, sus vínculos primarios ya desde el momento en que nace. Para que no caigamos en la estandarización de las problemáticas y por tanto, en la estandarización de los niños y niñas.(La neurociencia también demuestra hoy en día cómo el cerebro se estructura en los primeros años de crianza según el vínculo de apego más o menos amoroso, contenedor y vitalizante con los padres). El entorno familiar importa, y mucho. No cualquier adolescente se va a enganchar a cualquier droga sólo por pertenecer al grupo y por discriminarse de la familia (movimiento importantísimo, acuerdo, en esa etapa). Sino que dependiendo de sus tendencias particulares y de cómo se han desarrollado su psiquis dentro de esos vínculos familiares va a ser más o menos vulnerable y eso nos abre al campo de la subjetividad de cada niño/a y también a mirarnos a nosotros mismos como padres en nuestro vínculo con ellos desde el primer momento. El consumo de drogas, como bien dice, es a menudo la expresión de una necesidad psicológica, de "rellenar un hueco", de tapar algo que duele y con lo que no se puede lidiar, de sentir una seguridad ficticia, de calmar las tensiones o conflictos que se viven en casa o en el colegio, de sentir una falsa vitalidad frente a sentimientos depresivos (quizás mamá es depresiva y papá está afectivamente ausente, o hay violencia en casa, y la sensación al drogarse calma por un rato esas angustias). Cumple con una función (tóxica, pero función al fin y al cabo) a un nivel emocional que si bien es dañina y hay que tratarla y evitarla, más importante va a ser COMPRENDER EL POR QUÉ, cuál es la NECESIDAD QUE ESTÁ CUBRIENDO EN ESE CASO PARTICULAR. Al fin y al cabo, los adolescentes satisfechos afectivamente en sus casas, que experimentan suficiente placer y alegría en sus entornos familiares, apoyo para crecer y desarrollarse, posibilidad para dialogar y sentirse comprendidos, suficiente privacidad y límites firmes y coherentes no se vuelven adictos. Pueden probar pero no se vuelven dependientes porque no lo necesitan, tienen una buena "regulación emocional" . Una cosa es "inocular", "educar", "modelar" , parte necesaria, y otra es hacer instrospección y contacto interno con nosotros mismos para vincularnos con ellos sanamente, y abrirnos a entender realmente qué es lo que están sintiendo, y si algo de eso tiene que ver con nosotros.
Es maravilloso ver k hay personas como Gamo
Qué Bueno! lo describe a la perfección.
Me parece muy interesante ese análisis -psiconeurológico - sociológico de las etapas del desarrollo, y me encanta que haya divulgación en torno a estos temas. Acabo de descubrir a Jose Ramón y su labor me parece maravillosa. Me gustaría llamar sin embargo la atención sobre un tema que considero esencial, y es que echo de menos un análisis desde la subjetividad que al menos nombre la importancia de las EXPERIENCIAS PARTICULARES de cada niño o niña en su desarrollo psíquico, su mundo interior, su emocionalidad, etc , que también va a ser una consecuencia de su vínculo con su entorno familiar, sus vínculos primarios ya desde el momento en que nace. Para que no caigamos en la estandarización de las problemáticas y por tanto, en la estandarización de los niños y niñas.(La neurociencia también demuestra hoy en día cómo el cerebro se estructura en los primeros años de crianza según el vínculo de apego más o menos amoroso, contenedor y vitalizante con los padres). El entorno familiar importa, y mucho. No cualquier adolescente se va a enganchar a cualquier droga sólo por pertenecer al grupo y por discriminarse de la familia (movimiento importantísimo, acuerdo, en esa etapa). Sino que dependiendo de sus tendencias particulares y de cómo se han desarrollado su psiquis dentro de esos vínculos familiares va a ser más o menos vulnerable y eso nos abre al campo de la subjetividad de cada niño/a y también a mirarnos a nosotros mismos como padres en nuestro vínculo con ellos desde el primer momento. El consumo de drogas, como bien dice, es a menudo la expresión de una necesidad psicológica, de "rellenar un hueco", de tapar algo que duele y con lo que no se puede lidiar, de sentir una seguridad ficticia, de calmar las tensiones o conflictos que se viven en casa o en el colegio, de sentir una falsa vitalidad frente a sentimientos depresivos (quizás mamá es depresiva y papá está afectivamente ausente, o hay violencia en casa, y la sensación al drogarse calma por un rato esas angustias). Cumple con una función (tóxica, pero función al fin y al cabo) a un nivel emocional que si bien es dañina y hay que tratarla y evitarla, más importante va a ser COMPRENDER EL POR QUÉ, cuál es la NECESIDAD QUE ESTÁ CUBRIENDO EN ESE CASO PARTICULAR. Al fin y al cabo, los adolescentes satisfechos afectivamente en sus casas, que experimentan suficiente placer y alegría en sus entornos familiares, apoyo para crecer y desarrollarse, posibilidad para dialogar y sentirse comprendidos, suficiente privacidad y límites firmes y coherentes no se vuelven adictos. Pueden probar pero no se vuelven dependientes porque no lo necesitan, tienen una buena "regulación emocional" . Una cosa es "inocular", "educar", "modelar" , parte necesaria, y otra es hacer instrospección y contacto interno con nosotros mismos para vincularnos con ellos sanamente, y abrirnos a entender realmente qué es lo que están sintiendo, y si algo de eso tiene que ver con nosotros.
Me gustaría preguntarle, si el estrés de incomprensión TDAH puede desembocar en una tricomitinolamania