Un banquero dejó a su mujer y a su hijo en mitad de la nada, y se marchó con su amante...

La mujer se enfadó:
-¡Ya nos hemos gastado mucho dinero en ti, en los disfraces, en los concursos! ¿Así que quiere quedarse con más de nuestro dinero? ¡Ya sabes cómo vivimos! ¡Tu papá está ganando centavos, es un inútil! ¡Y tú eres igual! ¡Ya he tenido bastante con un profesor! El domingo cenaremos con la familia de Benjamin y hablaremos de la boda. Haz lo que quieras, pero asegúrate de que Benjamín quiera casarse contigo. ¡Ve a lavarte la cara y no llores! - terminó su madre.