EMPATÍA Y COMPASIÓN POR NUESTRO EGO. Diario II, El Último Diario. 31, Marzo, 1983. J. Krishnamurti

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  • Опубликовано: 22 окт 2024

Комментарии • 6

  • @surfywave5300
    @surfywave5300 3 месяца назад

    Gracias Ruth, por compartir material de Krishnamurti...

    • @rutthh
      @rutthh  2 месяца назад

      @@surfywave5300 Hola! c: muchas Gracias a ti, por apoyarlo!!🫀✨✨ Bienvenid😊

  • @lucilavazquezgamboa6175
    @lucilavazquezgamboa6175 3 месяца назад

    Aún resuenan sus sabias palabras.
    Aún hace falta que las encarnemos 💖

    • @rutthh
      @rutthh  2 месяца назад +1

      @@lucilavazquezgamboa6175 así es 😊🙌🏿🫀✨✨✨

  • @jorgegarciapla6880
    @jorgegarciapla6880 3 месяца назад

    Siempre oportuno, Krishnamurti. Me gustaría señalar como su mensaje acerca de la separación, que destila un profundo anhelo por la paz, confluye con otras voces del mundo. Advaita Vedanta, el idealismo analítico de B. Kastrup y tantas otras.
    La separación, que aquí K aborda desde la perspectiva del sufrimiento que esta genera en la humanidad, que retrata como un absurdo innecesario, puede verse desde el prisma puramente metafísico. Es el paradigma metafísico materialista, una base que rige todo cuanto asumimos como realidad. Se resumiría así: el fundamento de la realidad es la materia, una realidad externa a la consciencia, ajena a la observación por nuestra parte. Decimos "eso es una mesa y este cuerpo de aquí soy yo". Este paradigma presupone, obviamente, que la consciencia tiene un origen material, que es generada como epifenómeno de la actividad neuronal del cerebro.
    Este paradigma materialista, asumido automática y mecánicamente, dibuja una realidad de objetos independientes, en la cual se despliega el mundo dividido al que hace mención Krishnamurti. Como esa realidad separativa excluye por completo el reconocimiento de la asunción materialista, evidentemente es una realidad ficticia: todo ese universo del que aseguramos estar envueltos no es más que el reflejo de eso que asumimos ser y no somos, esto es, seres separados y autónomos. Esa realidad ficticia, ilusoria, no es más que una experiencia, la propia actividad intrínseca y completamente incondicionada del verdadero fundamento de la realidad: la consciencia.
    La separación es algo que se experimenta, que sucede, como sucede el pasar de una luz errante en el cielo nocturno, o sucede la sensación de tener frío. Hasta ahí, no hay nada que objetar, es una obviedad. La dificultad viene cuando se asume, inconscientemente, que la separación sujeto-objeto no es una experiencia, es decir, cuando queda fijado que la mesa es independiente de "mi consciencia". En otras palabras: se considera experiencia el "yo encontrándome con la mesa", pero no se detecta ninguna experiencia "estoy tomando la forma de un ser separado que se encuentra con una mesa". El ser un "yo corpóreo" no se considera ninguna experiencia, porque el "yo" cree ser el sujeto de toda experiencia.
    En realidad, somos la consciencia que se manifiesta como experiencia de ser un "yo corpóreo". Esa consciencia ilimitada -"alma" o "atman", dirían las antiguas tradiciones espirituales; realmente la palabra es lo de menos- podríamos decir que queda atrapada en su propia manifestación, el cuerpo. Es su particular manera de mirarse a sí misma, creando la ilusión de ser dos cosas distintas -el cuerpo y la mesa-, olvidando que es todo cuanto existe. Cuando K nos contaba que "ver la estructura completa del pensamiento -separatividad-, como un todo, y no fragmento a fragmento, supone su final", se refería a esto, al reconocimiento del ser en su propia actividad fragmentadora intrínseca. Darme cuenta que yo soy la totalidad, y no el personaje corpóreo, localizado dentro de su mundo, en que esta se manifiesta.

    • @rutthh
      @rutthh  2 месяца назад +1

      Hola @@jorgegarciapla6880 muchas gracias por tomarte el tiempo de escribir este análisis tan puntual 🙂🙌🏿🫀✨✨✨👋🏿