19M, Día de la Provincia de Cádiz. Carlos Herrera, Hijo Predilecto

“Yo era un niño con un oído pegado a la radio (…) y ahora, cuando hablo, me dirijo a esa persona que escucha en su soledad”. En esa respuesta de Carlos Herrera quizás se condensen varias claves: la infancia, donde se empieza a forjar el carácter y donde se ancla la esencia de una persona; la necesidad vital de la comunicación; y la pasión por la radio. Ese niño, que va a convertirse en Hijo Predilecto de la Provincia de Cádiz, nació el verano de 1957 en el pueblo almeriense de Cuevas del Almanzora; creció y maduró en Cataluña; se licenció en Medicina, sin llegar a ejercerla; y se estrenó en un estudio de Radio Sevilla en 1977.
La voz de Carlos Herrera es una constante en el paisaje radiofónico nacional desde hace más de 30 años. Actualmente pueden seguirlo de lunes a viernes, desde las seis de la mañana, en el programa Herrera en la Cope. Hasta llegar a su hábitat actual, y desde la Radio Sevilla de sus inicios, ha transitado por diferentes emisoras, formatos, horarios, estilos, circunstancias: Radio Mataró, Radio Miramar, Radio Popular, Cadena SER -con el inolvidable Coplas de Mi Ser-, COPE -donde aborda el segundo tramo de La Mañana, de Antonio Herrero-, Canal Sur Radio, Radio Nacional de España -en un Buenos Días en el que se acuña, por un error maravilloso de una oyente, el término fósforo en lugar de forofo- y Onda Cero, donde despunta definitivamente, primero en la franja vespertina y posteriormente en la mañana relevando a otro gigante de la radio, Luis del Olmo.
También se ha prodigado en televisión. Con 28 años se incorpora al Telediario de Televisión Española; de la sobriedad del informativo pasa al entretenimiento de Sábado Noche y, un poco más tarde, se muda a Canal Sur para presentar Las Coplas. El programa de Carlos Herrera, o Así es la vida, son otras de las propuestas de la parrilla televisiva que llevan el inconfundible sello del próximo Hijo Predilecto de la Provincia de Cádiz.
Sus comentarios sobre política, gastronomía, tauromaquia, crónica social, o la propia vida vivieron impresos en Diario 16 y Cambio 16 y hoy se siguen revitalizando en columnas de ABC o de las revistas Diez Minutos o XL Semanal. Pensamientos profundos, y también los más ligeros pero siempre con sustancia que perduran en libros como ‘Catálogo de pequeños placeres’ o ‘La hora de los fósforos’.
Carlos Herrera Crusset es un comunicador que cuenta nuestros días. A veces ese papel de emisor ha cambiado para convertirse en protagonista, a veces de una manera terrible tal como sucedió el 27 de marzo del año 2000 cuando fue el destinatario de una falsa caja de puros que ocultaba un paquete bomba de ETA. El artefacto no explosionó, si bien la amenaza obligó a nuestro protagonista a buscar refugio transitorio en Estados Unidos. Años más tarde, en 2007, su compromiso con las víctimas se vio reconocido con el premio internacional concedido por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco.
Las distinciones han llegado, y con insistencia, desde su ámbito profesional. Colecciona Premios Ondas, hasta un total de cinco, que reconocen su trabajo en diferentes medios (la SER, Canal Sur, Radio Nacional, Onda Cero), señal inequívoca de que estamos ante un todo terreno. Instituciones hermanas como la Diputación de Sevilla le concedió la medalla de la provincia en 2008, y la Junta de Andalucía le reconoce la Medalla del 28 de febrero en el año 2001. Son breves referencias para un comunicador que no encuentra vitrinas para tanto premio y que se reconoce colmado ante algunas de las manifestaciones populares como la tauromaquia, la Semana Santa o el Carnaval de Cádiz, del que fue pregonero en 2003.
Tertuliano, amante del buen yantar, andariego asiduo del Camino de Santiago. Desde ahora confirma su relación con la provincia de Cádiz -que late desde hace muchos años- y que ya es oficial como Hijo Predilecto.