Mi marido y yo visitamos y nos alojamos 3 veces en este maravilloso lugar. A mi marido le gusta el vino y a mi la naturaleza y el arte. Por lo tanto encontré el lugar perfecto para pasar unos días de absoluto descanso y disfrute. Siempre fuimos muy bien recibidos y atendidos por sus dueños, especialmente por Ana con sus riquísimos desayunos, todos naturales y caseros. En la bodega nos recibió Alejandro y disfrutamos de muy ricos almuerzos. El cactario es un lugar muy especial, con plantas exóticas y del lugar. Las habitaciones son muy acogedoras, con obras de arte de artesanos del lugar y con todas las comodidades necesarias y el silencio para poder conectarse con uno mismo. Todo el parque es precioso en las distintas épocas del año encontré flores maravillosas, estanques con lotos y nenúfares. No me cansé de recorrer todo el predio cientos de veces y siempre encontrarme y sorprenderme con algo nuevo. Ya nos sentimos un poco dueños del lugar a dónde pensamos volver pronto y tantas veces como nos sea posible. También me enamoré del pueblo, su gente, sus artesanos que vamos conociendo y disfrutando de sus obras.
Mi marido y yo visitamos y nos alojamos 3 veces en este maravilloso lugar. A mi marido le gusta el vino y a mi la naturaleza y el arte. Por lo tanto encontré el lugar perfecto para pasar unos días de absoluto descanso y disfrute. Siempre fuimos muy bien recibidos y atendidos por sus dueños, especialmente por Ana con sus riquísimos desayunos, todos naturales y caseros. En la bodega nos recibió Alejandro y disfrutamos de muy ricos almuerzos. El cactario es un lugar muy especial, con plantas exóticas y del lugar.
Las habitaciones son muy acogedoras, con obras de arte de artesanos del lugar y con todas las comodidades necesarias y el silencio para poder conectarse con uno mismo. Todo el parque es precioso en las distintas épocas del año encontré flores maravillosas, estanques con lotos y nenúfares. No me cansé de recorrer todo el predio cientos de veces y siempre encontrarme y sorprenderme con algo nuevo. Ya nos sentimos un poco dueños del lugar a dónde pensamos volver pronto y tantas veces como nos sea posible.
También me enamoré del pueblo, su gente, sus artesanos que vamos conociendo y disfrutando de sus obras.
¡Gracias por el detallado relato de sus experiencias! Saludos.