Sé que mi Padre Celestial me ama, y yo lo amo a Él. Puedo orar a mi Padre Celestial en cualquier momento y en cualquier lugar. Me esfuerzo por recordar y seguir a Jesucristo .
Doy gracias a Dios por mi papá. En mi infancia, jamás dudaba de su cuidado de mí y de su amor por mí. Ibamos juntos a partidos de béisbol. Servíamos juntos en la iglesia. Me enseñaba sabiduría de La Biblia para mi vida. Me disciplinaba. Me corregía. Quisiera con mi vida modelar el ejemplo que mi papá me enseñó y me mostró .
Cuando entendí El Evangelio, me arrodillé delante de un Dios Santo y Todopoderoso. Me arrodillé delante de un Dios contra quien pequé, blasfemé, y desobedecí. Y aún así, pese a mi insensatez y desobediencia a Dios, Él abrió un camino en la cual yo podría tener comunión con Él por medio de Jesucristo.
Una creencia verdadera en lo que Cristo hizo por nosotros es algo que nos llena de amor. Amor por Dios, y amor por los demás. No podemos amar a Dios y los demás en una manera verdadera sin entender y atesorar el amor que ya hemos recibido en Cristo Jesús.
No existe una mejor muestra de amor por otros que la persona de Jesucristo. En vez de quitar nuestras vidas, en vez de buscar lo suyo en una manera egoísta, él se entregó por nosotros. Hasta la muerte. Jesucristo demostró con su vida todas las exhortaciones que estamos viendo aquí de parte de Juan a sus oyentes.
La fe en Jesucristo es el tronco de principal del cristianismo, y es algo que es primordial para ser contado entre los hijos de Dios. No existe el nuevo nacimiento, no existe salvación, incluso no podemos agradar a Dios sino tenemos fe.
Una experiencia verdadera del amor de Dios nos impulsa a la generosidad. Nos impulsa a buscar lo mejor para nuestro vecino, nuestro hermano en la iglesia, o alguien en necesidad. Dios ha sido bondadoso y generoso y misericordioso con nosotros, así que nosotros debemos tener el deseo de compartir con los demás en maneras tangibles. Debemos tener las ganas de compartir con los demás lo que ya hemos recibido de Dios en Cristo.
Dios en Cristo Jesús nos hizo sus hijos. Nos adoptó en su familia, en una relación llena de amor y cercanía . Como un buen padre, él quiere lo mejor para nosotros, y esto es que seamos semejantes a su Hijo Cristo Jesús. Y en la segunda venida de Jesús, este deseo será cumplido completamente. Llegaremos a ser como Dios diseñó los seres humanos en el principio.
El creer en el sacrificio de Cristo en la cruz, el depositar nuestra fe en su resurrección nos hace ser hijos de Dios como menciona el libro de Santiago. esa misma fe nos hará vivir la vida que Dios quiere que vivamos
El Espíritu Santo pone en nosotros el deseo de obedecer su Palabra y esa Palabra nos limpia. Jesús dijo: "Ya vosotros estáis limpios por medio de la palabra que os he dado. ¿Cómo podemos decir ser hijos de Dios si la Biblia es clara en que los verdaderos hijos se guían por su Palabra y no lo hacemos, ni la leemos, ni la conocemos?
Si somos hijos de Dios, nuestra relación con Dios nuestro Padre, y lealtad a Él, resultará en que el mundo no nos entiende. Seremos raros en sus ojos, porque no seguimos el corriente del mundo, lo cual está bajo el engaño de Sataná
La Biblia establece claramente, que toda la gente es creación de Dios y que Dios ama al mundo entero , pero que sólo aquellos que han nacido de nuevo son hijos de Dio
El apóstol Juan, al comienzo de su evangelio, nos señala claramente cómo podemos llegar a ser hijos de Dios: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Claramente dice quiénes son los hijos de Dios y cómo se logra esto: Creer en Él y recibirlo". Eso implica una renuncia a una vida de pecado y un acercamiento sincero, humilde y genuino, sin condicionamientos, a vivir una vida conforme a su Palabra. No se trata de una religión, no se trata de qué uno cree, no se trata de buenas obras, se trata de qué dice Dios. No hay otro camino.
Hemos visto algunas cualidades que son marcas de los hijos de Dios, principalmente la presencia del amor. Y la única persona quien nos modela tales cualidades en una manera perfecta es la persona de Cristo.
Es cierto que fuimos creados por Dios y que Él ama a su creación, pero la Biblia nos enseña que no todos son hijos de Dios. De hecho, está muy claramente especificado en la Biblia a quiénes se refiere Dios como hijos, e hijos de quiénes son aquellos que no son sus hijos.
Los hijos de Dios no practican pecado. No significa una ausencia completa del pecado, pero los creyentes verdaderos no tienen una vida caracterizada por desobediencia a Dios. Alguien quien ha nacido de nuevo tiene nuevos deseos de agradar a Dios, y la presencia del Espíritu Santo para convencerles de pecado .
El nacimiento espiritual hace que alguien se convierta en hijo de Dios. Está en la Biblia, Juan 1:12-13, "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
. No todo el mundo es un hijo de Dios como la Biblia usa el término. La frase hijos (o hijos) de Dios es parte de un grupo grande y rico de términos del Nuevo Testamento que describen a las personas que han llegado a la fe en Jesucristo. Es sinónimo de otros términos familiares, como decir que alguien es salvo o redimido .
Sé que mi Padre Celestial me ama, y yo lo amo a Él. Puedo orar a mi Padre Celestial en cualquier momento y en cualquier lugar. Me esfuerzo por recordar y seguir a Jesucristo .
Doy gracias a Dios por mi papá. En mi infancia, jamás dudaba de su cuidado de mí y de su amor por mí.
Ibamos juntos a partidos de béisbol.
Servíamos juntos en la iglesia.
Me enseñaba sabiduría de La Biblia para mi vida.
Me disciplinaba.
Me corregía.
Quisiera con mi vida modelar el ejemplo que mi papá me enseñó y me mostró .
Cuando entendí El Evangelio, me arrodillé delante de un Dios Santo y Todopoderoso. Me arrodillé delante de un Dios contra quien pequé, blasfemé, y desobedecí. Y aún así, pese a mi insensatez y desobediencia a Dios, Él abrió un camino en la cual yo podría tener comunión con Él por medio de Jesucristo.
Buen video
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Nos convertimos en hijos de Dios cuando somos salvos porque somos adoptados dentro de la familia de Dios a través de nuestra relación con Jesucristo.
Una creencia verdadera en lo que Cristo hizo por nosotros es algo que nos llena de amor. Amor por Dios, y amor por los demás. No podemos amar a Dios y los demás en una manera verdadera sin entender y atesorar el amor que ya hemos recibido en Cristo Jesús.
Fue de mucha bendicion, Dios bendiga su vida...y le siga dando mas sabiduria
No existe una mejor muestra de amor por otros que la persona de Jesucristo. En vez de quitar nuestras vidas, en vez de buscar lo suyo en una manera egoísta, él se entregó por nosotros. Hasta la muerte. Jesucristo demostró con su vida todas las exhortaciones que estamos viendo aquí de parte de Juan a sus oyentes.
Gracias por la palabra pastor , me anima mucho saber que tengo un DIOS que es Padre .
La fe en Jesucristo es el tronco de principal del cristianismo, y es algo que es primordial para ser contado entre los hijos de Dios. No existe el nuevo nacimiento, no existe salvación, incluso no podemos agradar a Dios sino tenemos fe.
Una experiencia verdadera del amor de Dios nos impulsa a la generosidad. Nos impulsa a buscar lo mejor para nuestro vecino, nuestro hermano en la iglesia, o alguien en necesidad. Dios ha sido bondadoso y generoso y misericordioso con nosotros, así que nosotros debemos tener el deseo de compartir con los demás en maneras tangibles. Debemos tener las ganas de compartir con los demás lo que ya hemos recibido de Dios en Cristo.
Exelente video como siempre pastor.
Dios en Cristo Jesús nos hizo sus hijos. Nos adoptó en su familia, en una relación llena de amor y cercanía . Como un buen padre, él quiere lo mejor para nosotros, y esto es que seamos semejantes a su Hijo Cristo Jesús. Y en la segunda venida de Jesús, este deseo será cumplido completamente. Llegaremos a ser como Dios diseñó los seres humanos en el principio.
El creer en el sacrificio de Cristo en la cruz, el depositar nuestra fe en su resurrección nos hace ser hijos de Dios como menciona el libro de Santiago. esa misma fe nos hará vivir la vida que Dios quiere que vivamos
Mi pastor tan guapo como siempre ❤
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Bendiciones 🙏🙏
El Espíritu Santo pone en nosotros el deseo de obedecer su Palabra y esa Palabra nos limpia. Jesús dijo: "Ya vosotros estáis limpios por medio de la palabra que os he dado. ¿Cómo podemos decir ser hijos de Dios si la Biblia es clara en que los verdaderos hijos se guían por su Palabra y no lo hacemos, ni la leemos, ni la conocemos?
Si usted ha puesto su fe en Cristo Jesús como el único Salvador del pecado y Señor de su vida, entonces esta es su herencia como hijo o hija de Dios.
Si somos hijos de Dios, nuestra relación con Dios nuestro Padre, y lealtad a Él, resultará en que el mundo no nos entiende. Seremos raros en sus ojos, porque no seguimos el corriente del mundo, lo cual está bajo el engaño de Sataná
❤❤❤
La Biblia establece claramente, que toda la gente es creación de Dios y que Dios ama al mundo entero , pero que sólo aquellos que han nacido de nuevo son hijos de Dio
En la Escritura, los que se pierden nunca son mencionados como hijos de Dios.
El apóstol Juan, al comienzo de su evangelio, nos señala claramente cómo podemos llegar a ser hijos de Dios: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Claramente dice quiénes son los hijos de Dios y cómo se logra esto: Creer en Él y recibirlo". Eso implica una renuncia a una vida de pecado y un acercamiento sincero, humilde y genuino, sin condicionamientos, a vivir una vida conforme a su Palabra. No se trata de una religión, no se trata de qué uno cree, no se trata de buenas obras, se trata de qué dice Dios. No hay otro camino.
Hemos visto algunas cualidades que son marcas de los hijos de Dios, principalmente la presencia del amor. Y la única persona quien nos modela tales cualidades en una manera perfecta es la persona de Cristo.
Una característica que Juan resalta es que los hijos de Dios son extraños a los ojos del mundo.
Es cierto que fuimos creados por Dios y que Él ama a su creación, pero la Biblia nos enseña que no todos son hijos de Dios. De hecho, está muy claramente especificado en la Biblia a quiénes se refiere Dios como hijos, e hijos de quiénes son aquellos que no son sus hijos.
Los hijos de Dios no practican pecado. No significa una ausencia completa del pecado, pero los creyentes verdaderos no tienen una vida caracterizada por desobediencia a Dios. Alguien quien ha nacido de nuevo tiene nuevos deseos de agradar a Dios, y la presencia del Espíritu Santo para convencerles de pecado .
El nacimiento espiritual hace que alguien se convierta en hijo de Dios. Está en la Biblia, Juan 1:12-13, "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
. No todo el mundo es un hijo de Dios como la Biblia usa el término. La frase hijos (o hijos) de Dios es parte de un grupo grande y rico de términos del Nuevo Testamento que describen a las personas que han llegado a la fe en Jesucristo. Es sinónimo de otros términos familiares, como decir que alguien es salvo o redimido .