Creencia #27 / Pastor Ted Wilson

Поделиться
HTML-код
  • Опубликовано: 18 сен 2024
  • En este episodio, el pastor Ted Wilson habla sobre el milenio y el fin del pecado, el tema de la vigésima séptima creencia fundamental de los Adventistas del Séptimo Día.
    Con las tragedias, guerras, desastres y otros sufrimientos que ocurren a nuestro alrededor, ¿habrá un final? La Biblia dice que Cristo vendrá de nuevo para llevar a sus hijos al cielo, poniendo fin al sufrimiento y la tristeza terrenales.
    Después de la segunda venida, habrá un período de 1000 años llamado el milenio, en el que todos los creyentes vivirán en el cielo hasta que Satanás y el pecado sean destruidos para siempre y la tierra sea renovada.
    Este milenio tiene lugar entre la primera y la segunda resurrección: la resurrección de los justos y la resurrección de los impíos. Comienza con Satanás, junto con sus ángeles, encerrados en un pozo para que no pueda volver a engañar a las naciones.
    ¿Y cómo terminará el pecado? Apocalipsis 20:7-10 dice que “cuando hayan transcurrido los mil años, Satanás será soltado de su prisión y saldrá a engañar a las naciones que están sobre los cuatro ángulos de la tierra… Y de Dios descendió fuego del cielo y los devoró. El diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre donde están la bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 20:7-10).
    Cuando Dios regresa para limpiar la tierra, comienza la segunda resurrección, o la resurrección de los impíos. Los que se rebelaron contra Dios, lo rechazaron y se pusieron del lado de Satanás, resucitarán para ser juzgados. Cuando Satanás los ve, intenta un engaño final, instándolos a dar la vuelta y atacar la Ciudad Santa, alegando que pueden conquistarla y tomarla como propia. Pero cae fuego del cielo y los quema. Luego, Satanás será arrojado al lago de fuego y azufre, donde será quemado y destruido para siempre.
    Apocalipsis 21:1-4 dice, “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.”
    ¡Qué hermosa promesa de que Jesús volverá y hará nuevas las cosas!
    Obtenga más información sobre el milenio y el fin del pecado en: www.adventist.org/millennium-and-the-end-of-sin/.

Комментарии • 1