Una charla muy bonita e inspiradora en muchos sentidos. Siempre es un placer escuchar a Paloma Merello. Gracias por tu contendio Sandra, tienes un canal que es una maravilla.
Una conversación muy interesante! Me parece muy clave, como dice Paloma, el "con qué eventos de nuestra vida nos quedamos". Creo que hay sucesos importantes, eso es innegable, pero también es muy importante dónde ponemos el ojo. Deseando ver más entrevistas, Sandra! 👏
Es verdad que es complicado saber medir esa diferencia sin recurrir a una evaluación profunda por parte de un profesional experto. Yo he convivido con ambas sensaciones. Sentirme tan identificado con las ACI que me sentía convencido de que algo tenía que haber para darle sentido, aunque sin querer tampoco pecar de creído. Otros momentos en que me decía que cómo iba a serlo. Ahora, reconozco que no sé dónde está la verdad y hay muchas cosas que no sé si puedo explicar. Lo que sé es que hay experiencias, y formas de pensar y de sentir que me resultan familiares. Esa necesidad de profundidad, de no sentirme conectado con quienes se supone que deberían ser el grupo de iguales, esa sensación de brillantez acompañada de muchos momentos en que todo lo contrario, el fluir de ideas y asociaciones, esa sensación de que cuesta conectar con la gente a un nivel muy profundo, pero, cuando se consigue, es maravilloso. No sé si lo hago desde el mismo lugar que vosotras, pero con esa experiencia compartida. Si es o no es el mismo lugar, importa en ciertos contextos, pero no en otros
En efecto, tuviste mucha suerte a nivel de contexto. Mi infancia fue con un contexto familiar complicado, con bastantes gritos, amenazas de mandarnos a un colegio interno, a mi hermano y a mí, mi hermano, con el típico rol de hermano mayor celoso, un tío que, de los siete a los catorce, convirtió la convivencia en un infierno, una abuela que se encargaba de todo, pienso que TDAH hiperactiva no diagnosticada, y hacía de madre, en modo super abuela, una madre muy estricta, más cuando yo era su hijo TDAH, y un padre afable, pero un tanto pasota, aunque es verdad que algunas conversaciones intelectuales había. Había muchos libros, cintas/discos y pelis en casa. Mi padre ponía mucha música clásica, aunque solía darme sueño. También, le interesaba el imperio romano y la ciencia ficción. En clase, brillaba en alguna asignatura que me encantase, pero me veía con muchos problemas en lo demás. Los compañeros me hacían el vacío y llegaban a decirme que hablaban conmigo porque la profe les obligaba. No solía suspender, pero tampoco solía tener PA+ fuera de Conocimiento del Medio. Recuerdo empezar con muchos problemas de comportamiento y sentir que me castigaban continuamente. A partir de tercero de primaria, comencé a vagar por el patio del colegio y a seguir las normas a rajatabla para que no pudieran achacarme mal comportamiento, pero muy a mi rollo. Uno se acostumbra a camuflarse entre la masa de quienes juegan al fútbol o a que alguien te eche escupitajos en el chandal porque pasabas por allí, pero no a la sensación de vagar por un espacio que no sentía mi lugar. El recreo era un infierno para mí y fue una maravilla, en quinto y sexto de primaria, que no me echaran al patio del colegio todos los días, sino que, durante cuatro días semanales, uno tenía que escabullirme, buscar cómo quedarme en clase o aguantar el patio del recreo, ir a la biblioteca. La Biblioteca se sentía como un espacio seguro. Si bien tuve épocas en las que considero que no tenía amigos, hubo periodos en que hice algún amigo del barrio, era alguien chungo, que intentó jugar a darme balonazos, aunque, en aquel entonces, yo no sabía que eso era una línea roja indiscutible, o, siendo yo un desastre, luego, se fue a otro barrio de mi ciudad y le perdí la pista, de natación. Tuve grupos de compañeros y conocidos que no sentía como amigos. También, tuve una pandilla de amigos en un pueblo donde estuve veraneando. Lo que hizo cambiar el espacio habitual de mi primo y algún familiar más, para la socialización, por el de los amigos. En el instituto, en primero de ESO, recibí bullying personalizado, con una clase, salvo una persona, haciéndome el vacío, y varios que me hacían bullying, pero, en segundo, adquirí popularidad, fui elegido subdelegado, muchos de los que me habían hecho el vacío me hablaban y tuve una cierta amistad, magnificada por la falta de experiencia, con antiguos compañeros de clase que me habían hecho el vacío y mostrado desprecio. Hice más amigos, pero los veía en clase. Sí hablaba bastante con ellos en redes sociales. Mis notas seguían siendo muy variables, tuve más suspensos, aunque sin llegar al fracaso escolar, y, pasado el año de los 14 años, con esa popularidad efímera, fuera de mis escasos amigos, con los que me llevaba de manera bastante limitada por su parte, tenía poco trato con los compañeros. Algo que tampoco notaba mucho porque estaba acostumbrado. No tenía tanto seguimiento de grupos de apoyo como cuando estaba en el colegio, que tenía la logopeda, en tercero de primaria, las clases de apoyo, y, en general, una cierta percepción por parte del profesorado de ser un chico con necesidades especiales, pero no precisamente por ser un genio. Sí tuve alguna reunión con una profesora de apoyo durante algún recreo, pero casi anecdótica. Era un alumno bastante variable y se iba formando la idea, de cara a la galería, sobre ser profesor de historia de mayor. Hubo momentos destacados como algunas clases de literatura, clase de Religión en Cuarto de la ESO, Ética, Psicología (Saqué sobresaliente. De haberme dado la media de la selectividad, habría hecho Psicología), mi pasión (Así, era entonces) por el francés, con el problema de coincidirme con optativas en años alternos (Para Psicología y Cultura clásica, renuncié a francés de Cuarto de la ESO y Segundo de Bachillerato. En cambio, lo hice en Primero, Segundo de la ESO, Tercero de la ESO, Primero de Bachillerato y en la universidad. En la universidad, lo acabé sacando, pero me quemé respecto al francés), o Cultura Clásica (No era demasiado brillante en latín y griego, pero me gustaban). También, a mis 16 años, tener una afinidad mágica, como nunca había sentido en mi vida hasta ese momento, por una compañera de 14 años, probablemente, ACI, que se convirtió en mi mejor amiga hasta el final del instituto. También, mi primer viaje a Italia con el impacto emocional, a nivel de sentirme enamorado de su cultura y añorar esa sensación de pandilla que tuve en esos días. El volver se había vuelto una obsesión en la sombra. A los 16 años, comenzó mi andadura como escritor y, a los 18 años, fui dejando mi época gamer. La cual estaba con intensidad desde los 7 años. Con la elección de carrera, hubo una mezcla de disponibilidad, casualidades y demás. Empecé a ver el temario de Historia y me embargó la sensación de que era aburrida. No me daba la nota para Psicología, con 6,0 de nota de corte (Los exámenes de inglés, latín y griego no fueron nada bien en selectividad. Sin embargo, la media del bachillerato me daba un 5,5 de nota media total. Las carreras Filología, Filosofía, Historia y Humanidades no requerían nota de corte. En principio, elegí una carrera multidisciplinar como Humanidades y, en reserva, tenía Filología Románica porque, ahí, podía estudiar literatura, francés, italiano y me intrigaba conocer cómo era la Edad Media en realidad), mientras que las carreras de ciencias las había descartado mucho tiempo atrás. Salvo algún examen puntual de educaciones de segundo grado y algún tema más en primaria, en un cuatrimestre de tercero de primaria, llegué a sacar PA+ en matemáticas, la tónica era de ser promedio o, incluso, malo en matemáticas. De hecho, en cuarto de la ESO, el fracaso en matemáticas B fue tan colosal que me dieron el título de ESO con la promesa de no hacer ningún bachillerato que incluyese las matemáticas. No m dieron plaza en Humanidades, que impartían en la Universidad de Alcalá, pero sí me la dieron en Filología Románica por la Universidad Complutense de Madrid. Luego, tuve mis más y mis menos con las notas, pero diría que brillaba más en la carrera, en ambas, pues, una asignatura de italiano me llevó a simultanear con Filología Italiana, que en mi época de instituto. Fui haciendo más amistades y a tener un clima de respeto. Tuve mi época de representante de alumnos, de escritor, incluyendo el colaborar en una revista literaria, y hasta tuve que rechazar un trabajo de traducción, ,"Scheletri senza armadio" de Carmen Covito, que participaron otros compañeros de clase, con publicación en Amazon de la traducción, repartiendo los beneficios de las ventas de los ejemplares, porque se me había asignado traducir los paratextos bibliográficos y el título de la otra, lo que supone una investigación sobre si hay un título oficial en español para cada obra citada, y no daba a basto. La investigación quedaba más para los doctorados. No te llamaban para investigaciones de pago previas. Por supuesto, había profesores que valoraron mi talento, de hecho, una de mis profesoras favoritas me puso varias matrículas de honor e hizo una carta de recomendación para mi viaje a Italia, pero tuve la mala suerte de que, cuando estaba acabando las carreras, hubo subida de tasas. De modo que, cuando me licencié, ya no había dinero para doctorados. No sé tampoco lo que habría hecho como tesis doctoral, pero sí supuso que la vida estándar se impusiese. No encontré otro trabajo que el de, un mes o dos al año, hacer suplencias de conserje. Hice diversas formaciones, pero no vi resultados. De hecho, he hecho más formaciones y me he replanteado muchas cosas, pero mi vida laboral no ha supuesto mejoras.
Suena interesante lo de ese examen de química como si fuera filosofía. Yo he hecho exámenes donde dejar volar la imaginación en sus conexiones, sobre todo, en Filología, pero, también, alguno en Información Juvenil. Es verdad que importa el que haya gente que lo vea, pero, también, que haya oportunidades con continuidad. Yo hice una beca de auxiliar de conversación de español en Italia. Lo haría mejor o peor, pero la realidad es que no había una continuidad. Estuve, una serie de meses, viviendo en Italia y regresé sin mayores oportunidades que el engrosar una experiencia profesional en mi currículo. Por supuesto, es importante eso, pero no he vuelto a trabajar de nada relacionado con la docencia, aunque sí me haya formado en ELE. Tampoco, en nada directamente relacionado con la traducción o ser teleoperador con idiomas. Hice mis prácticas de Información Juvenil, un mes, con un perfil que pusieron en tareas administrativas, por encuadrarlo en alguna parte, y quien era mi jefa directa me puso un sobresaliente. Me dio una carta de recomendación, dijo que yo era bueno estudiando, que opositara, pero eso no se tradujo en ningún consejo personalizado. Personalmente, uno de mis grandes retos es sentir que tengo un potencial, un brillo, pero no saber cómo encajarlo en una monetarización (0:43:30).
El algoritmo de RUclips no para de recomendarme videos de Paloma. Creo que habré visto ya como 5 entevistas diferentes. Bien por Paloma. Curra un montón
M'encanta el video, i como abordar en los niños con aacc no hay que agobiar al niño sino escucharlo i acompañar con amor i seguridad i calma... I dejar de confundir con tratar como rarita o que habla de más...
Jeje es curioso, seguro que viene acentuado por el cine, no? Muchos de los ejemplos de carreras de éxito etc no los tenemos precisamente de nuestro contexto cercano sino de la ficción. Creo además que en este caso los dos ejemplos que puse de mis opciones (la moda o trabajar en una universidad de las mejores del mundo) es muy fácil vincularlas a USA.
@PalomaMerello el marketing y publicidad usa es azúcar para la sangre jj... El sueño americano... después los mismos americanos te dicen lo contrario que es muy difícil y ha de converguer bastantes intangibles para conseguir un nivel alto de vida la mayoría son personas con nómina ke viven al día aunque muchos en casas pero heredadas ... El ojo nos hipnotiza pero el subconsciente más
A ver, en estados unidos se invierten muchísimo más dinero que en España en investigación, tienen muchísimas más posibilidades de salir adelante, de obtener nuevo material, de que se termine la investigación, que no se encalle, es un lugar donde investigadores de todo el mundo se reúnen porque pagan de putísima madre de bien. En todo caso, querer ir a estados unidos por un impulso proveniente del inconsciente no tiene mucha fuerza si está alimentado por el cine, el entretenimiento y la música, o el marketing sería más un impulso de viaje ante que de vivir ahí porque adhieren al sentimiento más que al estímulo intelectual que es lo que Paloma busca.
Una charla muy bonita e inspiradora en muchos sentidos. Siempre es un placer escuchar a Paloma Merello. Gracias por tu contendio Sandra, tienes un canal que es una maravilla.
Una conversación muy interesante! Me parece muy clave, como dice Paloma, el "con qué eventos de nuestra vida nos quedamos". Creo que hay sucesos importantes, eso es innegable, pero también es muy importante dónde ponemos el ojo. Deseando ver más entrevistas, Sandra! 👏
Se ha convertido en unos de mis podcast favoritos por el nivel de sabiduría, hay muchas cosas en las que trabajar
Es verdad que es complicado saber medir esa diferencia sin recurrir a una evaluación profunda por parte de un profesional experto. Yo he convivido con ambas sensaciones. Sentirme tan identificado con las ACI que me sentía convencido de que algo tenía que haber para darle sentido, aunque sin querer tampoco pecar de creído. Otros momentos en que me decía que cómo iba a serlo. Ahora, reconozco que no sé dónde está la verdad y hay muchas cosas que no sé si puedo explicar. Lo que sé es que hay experiencias, y formas de pensar y de sentir que me resultan familiares. Esa necesidad de profundidad, de no sentirme conectado con quienes se supone que deberían ser el grupo de iguales, esa sensación de brillantez acompañada de muchos momentos en que todo lo contrario, el fluir de ideas y asociaciones, esa sensación de que cuesta conectar con la gente a un nivel muy profundo, pero, cuando se consigue, es maravilloso. No sé si lo hago desde el mismo lugar que vosotras, pero con esa experiencia compartida. Si es o no es el mismo lugar, importa en ciertos contextos, pero no en otros
En efecto, tuviste mucha suerte a nivel de contexto. Mi infancia fue con un contexto familiar complicado, con bastantes gritos, amenazas de mandarnos a un colegio interno, a mi hermano y a mí, mi hermano, con el típico rol de hermano mayor celoso, un tío que, de los siete a los catorce, convirtió la convivencia en un infierno, una abuela que se encargaba de todo, pienso que TDAH hiperactiva no diagnosticada, y hacía de madre, en modo super abuela, una madre muy estricta, más cuando yo era su hijo TDAH, y un padre afable, pero un tanto pasota, aunque es verdad que algunas conversaciones intelectuales había. Había muchos libros, cintas/discos y pelis en casa. Mi padre ponía mucha música clásica, aunque solía darme sueño. También, le interesaba el imperio romano y la ciencia ficción. En clase, brillaba en alguna asignatura que me encantase, pero me veía con muchos problemas en lo demás. Los compañeros me hacían el vacío y llegaban a decirme que hablaban conmigo porque la profe les obligaba. No solía suspender, pero tampoco solía tener PA+ fuera de Conocimiento del Medio. Recuerdo empezar con muchos problemas de comportamiento y sentir que me castigaban continuamente. A partir de tercero de primaria, comencé a vagar por el patio del colegio y a seguir las normas a rajatabla para que no pudieran achacarme mal comportamiento, pero muy a mi rollo. Uno se acostumbra a camuflarse entre la masa de quienes juegan al fútbol o a que alguien te eche escupitajos en el chandal porque pasabas por allí, pero no a la sensación de vagar por un espacio que no sentía mi lugar. El recreo era un infierno para mí y fue una maravilla, en quinto y sexto de primaria, que no me echaran al patio del colegio todos los días, sino que, durante cuatro días semanales, uno tenía que escabullirme, buscar cómo quedarme en clase o aguantar el patio del recreo, ir a la biblioteca. La Biblioteca se sentía como un espacio seguro. Si bien tuve épocas en las que considero que no tenía amigos, hubo periodos en que hice algún amigo del barrio, era alguien chungo, que intentó jugar a darme balonazos, aunque, en aquel entonces, yo no sabía que eso era una línea roja indiscutible, o, siendo yo un desastre, luego, se fue a otro barrio de mi ciudad y le perdí la pista, de natación. Tuve grupos de compañeros y conocidos que no sentía como amigos. También, tuve una pandilla de amigos en un pueblo donde estuve veraneando. Lo que hizo cambiar el espacio habitual de mi primo y algún familiar más, para la socialización, por el de los amigos.
En el instituto, en primero de ESO, recibí bullying personalizado, con una clase, salvo una persona, haciéndome el vacío, y varios que me hacían bullying, pero, en segundo, adquirí popularidad, fui elegido subdelegado, muchos de los que me habían hecho el vacío me hablaban y tuve una cierta amistad, magnificada por la falta de experiencia, con antiguos compañeros de clase que me habían hecho el vacío y mostrado desprecio. Hice más amigos, pero los veía en clase. Sí hablaba bastante con ellos en redes sociales. Mis notas seguían siendo muy variables, tuve más suspensos, aunque sin llegar al fracaso escolar, y, pasado el año de los 14 años, con esa popularidad efímera, fuera de mis escasos amigos, con los que me llevaba de manera bastante limitada por su parte, tenía poco trato con los compañeros. Algo que tampoco notaba mucho porque estaba acostumbrado. No tenía tanto seguimiento de grupos de apoyo como cuando estaba en el colegio, que tenía la logopeda, en tercero de primaria, las clases de apoyo, y, en general, una cierta percepción por parte del profesorado de ser un chico con necesidades especiales, pero no precisamente por ser un genio. Sí tuve alguna reunión con una profesora de apoyo durante algún recreo, pero casi anecdótica. Era un alumno bastante variable y se iba formando la idea, de cara a la galería, sobre ser profesor de historia de mayor. Hubo momentos destacados como algunas clases de literatura, clase de Religión en Cuarto de la ESO, Ética, Psicología (Saqué sobresaliente. De haberme dado la media de la selectividad, habría hecho Psicología), mi pasión (Así, era entonces) por el francés, con el problema de coincidirme con optativas en años alternos (Para Psicología y Cultura clásica, renuncié a francés de Cuarto de la ESO y Segundo de Bachillerato. En cambio, lo hice en Primero, Segundo de la ESO, Tercero de la ESO, Primero de Bachillerato y en la universidad. En la universidad, lo acabé sacando, pero me quemé respecto al francés), o Cultura Clásica (No era demasiado brillante en latín y griego, pero me gustaban). También, a mis 16 años, tener una afinidad mágica, como nunca había sentido en mi vida hasta ese momento, por una compañera de 14 años, probablemente, ACI, que se convirtió en mi mejor amiga hasta el final del instituto. También, mi primer viaje a Italia con el impacto emocional, a nivel de sentirme enamorado de su cultura y añorar esa sensación de pandilla que tuve en esos días. El volver se había vuelto una obsesión en la sombra. A los 16 años, comenzó mi andadura como escritor y, a los 18 años, fui dejando mi época gamer. La cual estaba con intensidad desde los 7 años.
Con la elección de carrera, hubo una mezcla de disponibilidad, casualidades y demás. Empecé a ver el temario de Historia y me embargó la sensación de que era aburrida. No me daba la nota para Psicología, con 6,0 de nota de corte (Los exámenes de inglés, latín y griego no fueron nada bien en selectividad. Sin embargo, la media del bachillerato me daba un 5,5 de nota media total. Las carreras Filología, Filosofía, Historia y Humanidades no requerían nota de corte. En principio, elegí una carrera multidisciplinar como Humanidades y, en reserva, tenía Filología Románica porque, ahí, podía estudiar literatura, francés, italiano y me intrigaba conocer cómo era la Edad Media en realidad), mientras que las carreras de ciencias las había descartado mucho tiempo atrás. Salvo algún examen puntual de educaciones de segundo grado y algún tema más en primaria, en un cuatrimestre de tercero de primaria, llegué a sacar PA+ en matemáticas, la tónica era de ser promedio o, incluso, malo en matemáticas. De hecho, en cuarto de la ESO, el fracaso en matemáticas B fue tan colosal que me dieron el título de ESO con la promesa de no hacer ningún bachillerato que incluyese las matemáticas. No m dieron plaza en Humanidades, que impartían en la Universidad de Alcalá, pero sí me la dieron en Filología Románica por la Universidad Complutense de Madrid. Luego, tuve mis más y mis menos con las notas, pero diría que brillaba más en la carrera, en ambas, pues, una asignatura de italiano me llevó a simultanear con Filología Italiana, que en mi época de instituto. Fui haciendo más amistades y a tener un clima de respeto. Tuve mi época de representante de alumnos, de escritor, incluyendo el colaborar en una revista literaria, y hasta tuve que rechazar un trabajo de traducción, ,"Scheletri senza armadio" de Carmen Covito, que participaron otros compañeros de clase, con publicación en Amazon de la traducción, repartiendo los beneficios de las ventas de los ejemplares, porque se me había asignado traducir los paratextos bibliográficos y el título de la otra, lo que supone una investigación sobre si hay un título oficial en español para cada obra citada, y no daba a basto.
La investigación quedaba más para los doctorados. No te llamaban para investigaciones de pago previas. Por supuesto, había profesores que valoraron mi talento, de hecho, una de mis profesoras favoritas me puso varias matrículas de honor e hizo una carta de recomendación para mi viaje a Italia, pero tuve la mala suerte de que, cuando estaba acabando las carreras, hubo subida de tasas. De modo que, cuando me licencié, ya no había dinero para doctorados. No sé tampoco lo que habría hecho como tesis doctoral, pero sí supuso que la vida estándar se impusiese. No encontré otro trabajo que el de, un mes o dos al año, hacer suplencias de conserje. Hice diversas formaciones, pero no vi resultados. De hecho, he hecho más formaciones y me he replanteado muchas cosas, pero mi vida laboral no ha supuesto mejoras.
Suena interesante lo de ese examen de química como si fuera filosofía. Yo he hecho exámenes donde dejar volar la imaginación en sus conexiones, sobre todo, en Filología, pero, también, alguno en Información Juvenil. Es verdad que importa el que haya gente que lo vea, pero, también, que haya oportunidades con continuidad. Yo hice una beca de auxiliar de conversación de español en Italia. Lo haría mejor o peor, pero la realidad es que no había una continuidad. Estuve, una serie de meses, viviendo en Italia y regresé sin mayores oportunidades que el engrosar una experiencia profesional en mi currículo. Por supuesto, es importante eso, pero no he vuelto a trabajar de nada relacionado con la docencia, aunque sí me haya formado en ELE. Tampoco, en nada directamente relacionado con la traducción o ser teleoperador con idiomas. Hice mis prácticas de Información Juvenil, un mes, con un perfil que pusieron en tareas administrativas, por encuadrarlo en alguna parte, y quien era mi jefa directa me puso un sobresaliente. Me dio una carta de recomendación, dijo que yo era bueno estudiando, que opositara, pero eso no se tradujo en ningún consejo personalizado. Personalmente, uno de mis grandes retos es sentir que tengo un potencial, un brillo, pero no saber cómo encajarlo en una monetarización (0:43:30).
Qué guay esta charla. Geniales los dos mensajes del final...gracias a las dos ❤
El algoritmo de RUclips no para de recomendarme videos de Paloma. Creo que habré visto ya como 5 entevistas diferentes. Bien por Paloma. Curra un montón
Fantásticas las dos 👌👌
M'encanta el video, i como abordar en los niños con aacc no hay que agobiar al niño sino escucharlo i acompañar con amor i seguridad i calma... I dejar de confundir con tratar como rarita o que habla de más...
I hacerle callar, pq sabe de más... I actuar de manera protectora i callarme. Pq soy rarita
Por cierto muy bien compaginadas en color ( azul., rosa ).eso debe ser cosa del azar o inconsciente 🎉
Adorables
Es curioso como el ejemplo de anhelo y relacionarlo con estados unidos (usa ) va siempre ♾️ en muchas personas .
Jeje es curioso, seguro que viene acentuado por el cine, no? Muchos de los ejemplos de carreras de éxito etc no los tenemos precisamente de nuestro contexto cercano sino de la ficción. Creo además que en este caso los dos ejemplos que puse de mis opciones (la moda o trabajar en una universidad de las mejores del mundo) es muy fácil vincularlas a USA.
@PalomaMerello el marketing y publicidad usa es azúcar para la sangre jj... El sueño americano... después los mismos americanos te dicen lo contrario que es muy difícil y ha de converguer bastantes intangibles para conseguir un nivel alto de vida la mayoría son personas con nómina ke viven al día aunque muchos en casas pero heredadas ... El ojo nos hipnotiza pero el subconsciente más
A ver, en estados unidos se invierten muchísimo más dinero que en España en investigación, tienen muchísimas más posibilidades de salir adelante, de obtener nuevo material, de que se termine la investigación, que no se encalle, es un lugar donde investigadores de todo el mundo se reúnen porque pagan de putísima madre de bien. En todo caso, querer ir a estados unidos por un impulso proveniente del inconsciente no tiene mucha fuerza si está alimentado por el cine, el entretenimiento y la música, o el marketing sería más un impulso de viaje ante que de vivir ahí porque adhieren al sentimiento más que al estímulo intelectual que es lo que Paloma busca.