¡MANOS, BENDITAS MANOS! Homenaje al Día Universal del Trabajo

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Este vídeo es un canto a la laboriosidad y al valor profundo que tienen las manos humanas, como creadoras de cosas maravillosas, desde los objetos materiales más simples, hasta los más elaborados y de valor inmaterial, con que la humanidad se ha beneficiado desde el inicio de los tiempos hasta ahora. Es también un homenaje al 1 de Mayo, Día universal del trabajo. El poema que se presenta aquí, fue creado por mí, el 19 de noviembre de 2019, y fue incluido en mi segundo libro sobre humanidad, titulado “De la oscuridad a la luz”.
Al final, incluyo también un hermoso pasillo titulado Romance de una tejedora manabita, que rinde homenaje a esas manos maravillosas de mujeres manabitas que se dedican a crear finísimos y hermosos sombreros de paja toquilla, en la provincia de Manabí, Ecuador. La letra es de Filemón Macías y Francisco del Castillo.
LETRA
¡MANOS, BENDITAS MANOS!
¡Manos, benditas manos!,
¡generoso regalo de Dios!
Manos artesanas,
constructoras de bienes para la vida.
Manos artistas,
creadoras de arte, de música y poesía.
Manos amorosas,
dadoras de caricias y de ternura.
Manos que ayer
eran medios de trabajo creador,
que empuñaban fervorosas
el arado y las semillas,
hoy se han trocado en medios
de hurto y de violencia,
creadoras de “bienes”
para el lucro y la muerte.
¡Manos, benditas manos!,
que ayer daban caricias sanadoras,
que saludaban efusivas
al hermano, al amigo y al extraño,
hoy son manos frías, desconfiadas,
vacías de amor y amistad,
en tanto que llenas de codicia,
ávidas de dinero y de lujuria.
¡Manos, benditas manos!,
que dieron forma al barro
y a los metales preciosos.
que sacaron sonidos armoniosos
al bambú, al madero y a las cuerdas.
Manos que creaban mágicos colores
y pintaban paisajes de ensueño,
hoy son manos lentas para el bien
y veloces para el mal.
¡Manos, benditas manos!,
hay que recuperarlas para el bien,
hay que convocarlas
para crear una cadena de hermandad,
que desvanezca el odio y la violencia
y nos traiga de vuelta
lo que hemos perdido
y nos hace mucha falta:
¡la cordura y la paz!
CARLOS DE LA FRAGUA
Ambato, Ecuador, Nov. 19/2018