24 Junio 2024-Nacimiento de Juan Bautista-Ciclo B-Lc 1, 57-66. 80- La Viejecita que dió a luz.

EVANGELIO DE LA SOLEMNIDAD DEL NACIMIENTO DE JUAN BAUTISTA, 24 DE JUNIO 2024-CICLO B: Lc 1, 57-66. 80: «LA VIEJECITA QUE DIO A LUZ». Evangelio del Nacimiento de Juan Bautista y se me ocurrió llamarlo: "La viejecita que dio a luz". En "Los Ángeles Times" salió la noticia de una mujer que dio a luz seis niños. Si existiera el "Nazareth Times", en aquel tiempo hubiera salido también la noticia de "La viejecita que dio a luz". Excepcional son seis hijos en un solo parto, pero también el parto de una anciana, que era además estéril.
JUAN ES VERDADERAMENTE EXCEPCIONAL. Juan el Bautista es excepcional porque es el Precursor; es un maravilloso profeta, pues el mismo Jesús dijo de él: "Ninguno hay más grande que Juan entre los nacidos de mujer". Y el Evangelio empieza muy sencillamente diciendo: "A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo". Pero, en el caso de Isabel sucede algo maravilloso. Y ¿quién es Isabel? Isabel era la prima de la Santísima Virgen, y además era una mujer anciana, que difícilmente pudiera dar a luz. Sin embargo, esta mujer anciana dio a luz. ¡Una primera maravilla de la presencia de Dios! Pero también, en segundo lugar, esta mujer, al igual que su esposo Zacarías, se pasaban orando y suplicaban al Señor que les quitara el oprobio de ser estériles. La maravilla de una mujer anciana y estéril dando a luz es para estar en el "Nazareth Times", si lo hubiera.
DIOS BENDICE AL HUMILDE QUE ORA... Podemos igualmente maravillarnos de que Dios siempre bendice a los que de rodillas y con humildad suplican. Zacarías e Isabel fueron incansables en usar la rodilla, una y otra vez, para pedirle a Dios esta gracia, y Dios se la concedió. ¿No será verdad que, a veces, Dios no nos concede muchas cosas que pedimos, porque no usamos la rodilla, porque nos cansamos, porque le pedimos de una manera orgullosa: Tú tienes que darme, Señor, porque yo he hecho mucho? Casi a Dios le estamos pasando factura, diciéndole que tiene que cumplir sus deberes, porque nosotros hemos cumplido. Pero, Dios siempre es el mismo: "A los humildes los llena de su gracia". Es importante que aprendamos esto: el camino de la humildad delante de Dios es camino de premios.
EL CAMINO DE LA HUMILDAD ES CAMINO DE BENEFICIOS. Dios ha hecho maravillas en Isabel y en Zacarías. Cuando llegaron los ocho días de haber nacido, Zacarías e Isabel se presentan en el templo, llevando a su hijo para circuncidarlo. Ahí, son preguntados sobre qué nombre quieren darle a su hijo, e Isabel intervino para decir que Juan sería su nombre. Lo mismo dijo Zacarías por señas y escribiendo en una tablilla. Nadie en la familia se llamaba así. Ni Zacarías ni Isabel estaban siguiendo la costumbre... Parecería que en esto no hay nada de maravilloso. Y, sin embargo, la única maravilla que aquí resalta es que los dos son obedientes al mensaje del ángel. A nosotros nos toca aprender que, cuando somos obedientes, somos premiados. Lo contrario también es verdad: no puede haber maravillas en la vida del hombre desobediente. San Pablo nos dirá: Por la desobediencia de un hombre entró el pecado en el mundo, y por la obediencia de Jesucristo nos vino la salvación (Rom 5 12-21).
¿QUÉ VA A SUCEDER CON ESTE NIÑO? Todos se quedaron extrañados de todas estas cosas, porque se salía de lo acostumbrado: Juan por nombre, nacido de una estéril, y además anciana. En contra de todo lo normal. Y así lo más normal es preguntarse: ¿Qué va a suceder con este niño? Y nos situamos en todas las mujeres maravillosas de la Biblia que les nace un niño en medio de su esterilidad y el niño está llamado a realizar las maravillas de Dios: Salvarnos. El niño crecía y se fortalecía viviendo en el desierto, hasta que se presentó en público. El Poder de Dios va guiando la historia. Y la mano del Señor estaba ahí por la obediencia. ¡Me maravilla cómo Dios se hace presente en la vida de todos los que obedecen. No sé por qué a veces somos tan necios, perdónenme la palabra, que pedimos a Dios nos haga maravillas, no queriendo seguir lo que nos pide. Es importante que hoy y siempre hagamos una promesa al Señor y le digamos: "Si Dios quiere, como Dios quiera, cuando Dios quiera, en el lugar que Dios quiera..., así quiero que se realice mi vida según lo que el Señor me pida". Quizá al obrar así, no saldrás en "Los Angeles Times", ni en el "New York Times", tampoco en el "Nazareth Times", pero sí saldrás en el "Heaven Times", en el "Libro de la Vida", donde se escribe la salvación de todos los hombres, en el cielo, donde Papá Dios tiene su lista. ¡Que tú estés ahí en la lista, por obedecer, por hacer siempre lo que Dios te pide, lo que Dios nos pide. ¡Ése es mi mejor deseo! ¡Bendiciones mías y de Papá Dios! P. Salvador Gómez, L.C.