DGPM 1055 - 5: Los últimos veceiros

Los pastores de las aldeas suben los rebaños hacia las "malladas" de Manzaneda. Los pastos se mantienen verdes todo el verano en la sierra. Durante tres meses vivirán en los curros, esas construcciones circulares de piedra seca que sirven para recoger el rebaño durante la noche y protegerlo de los lobos.
Las cumbres de las sierras ourensanas están salpicadas de estos curros que se camuflan perfectamente en el paisaje pedregoso.
La corna aún suena por los Altos da Veiga. Como cada jornada, el pastor conduce el rebaño hacia el curro. Es uno de los ultimos veceiros de Manzaneda, una forma de trashumancia comunitaria que aún sobrevive en estas montañas.
Aquí pasará varios días con la única compañía de sus perros pastores. La vida en el curro sigue siendo incómoda y solitaria como en el pasado. El pastor duerme en las cabaña, en medio de los animales.