¿Qué es ser poeta?

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  • Опубликовано: 30 сен 2024
  • Ser poeta es recorrer
    cinco mil vientos adversos
    pozos de insomnes reversos
    ser poeta es contener.
    Desarraigarse de sueños,
    carismáticos y mudos
    que destrozan los pantanos
    que te quieren atrapar.
    Desangrase las arterias
    en tinta grana y azul
    y vivir en plenitud
    esa pasión inherente
    que desde el cielo a la mente
    te llega sin inquietud.
    Ser poeta es ser un fénix
    dominante y dominado,
    un ruiseñor que ha tomado
    en su pico el agua santa
    vertiéndola en la garganta
    de un clandestino rumor.
    Ser poeta es ser amor
    pero en su más alto vuelo,
    algo que no entiende el suelo,
    cuya nostalgia es morir,
    y no beber del lirismo;
    empujarte al ostracismo
    y a la vejez permanente.
    Ser poeta es ser un dios
    de inigualable firmeza,
    un cristal que se quebranta
    cuando otra mano levanta
    su dureza de granito;
    es tocar el infinito
    con la punta de los dedos
    y no detenerse en credos,
    ni en liturgias, ni en pasados...
    Ser poeta es adentrarse
    en recintos prohibidos
    donde nadie teje nidos,
    ni arrayanes, ni ansiedades,
    ni fuego, ni manantiales
    de esplendorosa oración.
    Es cantar una canción
    entre un pulso inconveniente
    para amainar la corriente
    de dolorosas espinas
    que dejaron en las ruinas
    al amigo, al hermano,
    o al dios que duerme lejano
    sin superar su quebranto.
    Ser poeta es tanto, tanto,
    que cuando duermen los cielos
    cose cinco mil desvelos
    para despertar su manto,
    y llamar a la alborada
    entre agujas de insolencia,
    pichando su fluorescencia
    en la casa de las nubes.
    Ser poeta es ser asombro...
    ser colega, hombro con hombro,
    ser escritor y adivino
    sin necesidad del vino
    que te rompe las neuronas.
    Descender a los infiernos
    beber agua de la Estigia*,
    y en el lago Mnemosine*
    bañar el alma en penumbra...
    Porque un verso solo encumbra
    al valiente, al soñador,
    al amante rondador
    que entrega su vida noble
    sin ser un cuerpo notable
    por su ruido y su clamor.
    Ser poeta es ser actor
    en el trance de la vida,
    es hallar franca medida
    para escapar del horror.
    Levantarse entre el honor
    y la esperanza apagada
    y hacer de todo una nada
    de inigualable esplendor.

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