Hijitos de mi corazón, la paz de mi Señor esté con todos vosotros. Pequeños míos, se están cometiendo muchos sacrilegios con la Santa Eucaristía. Mi Hijo está siendo ultrajado en su Divinidad por las manos indignas e impuras de mis hijos laicos. ¡Cómo Madre del Hijo de Dios y Madre de la humanidad, os pido mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la eucaristía, ni más comuniones en la mano! El Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, están siendo ultrajados por muchos laicos que se están tomando atribuciones que solo le corresponden a los Sacerdotes y demás Ministros consagrados como son: el Papa, los Cardenales y Obispos. Ninguna mano que no esté consagrada por el Ministerio Sacerdotal, puede tocar a mi Hijo. Hijitos, es impresionante la cantidad de violaciones eucarísticas que se vienen cometiendo, por los así llamados: Ministros Extraordinarios de la Eucaristía. Muchos de mis hijitos laicos con la complacencia del sacerdote, vienen ejerciendo el ministerio de la eucaristía en muchas Iglesias; la soberbia es común en muchos de ellos y se está llegando al punto de que muchas decisiones que debe de tomar el sacerdote, las están llevando a cabo los laicos. ¡Qué dolor siento en mi corazón, al ver cómo muchos de mis hijitos laicos profanan los utensilios sagrados, tomando con sus manos indignas de los tabernáculos el Cáliz donde permanecen las Hostias Consagradas ¡Os digo: ¡Sólo las manos consagradas de mis predilectos pueden tocar el Cáliz con las Hostias Consagradas, y sólo sus manos pueden repartir la comunión!. Os ruego hijitos predilectos: ¡No deleguéis más este ministerio sagrado en mis hijitos laicos; no os hagáis reos de culpa; dejad vuestra comodidad y cumplid con el Ministerio Sacerdotal que se os ha conferido!. Yo os pregunto mis predilectos: ¿qué le responderéis mañana a mi Padre, por todos los abusos y ultrajes que muchos de vosotros estáis cometiendo con la Divinidad de su Hijo? ¡El cielo llora conmigo, viendo como es ultrajado y mancillado Jesús Sacramentado en muchas de sus Casas!. Mi adversario se goza con cada profanación que recibe mi Hijo. Muchas Hostias Consagradas se están perdiendo y van a parar a las iglesias satánicas para la celebración de las mismas negras. Mi adversario ha infiltrado en muchas Casas de mi Hijo, a muchos ministros extraordinarios de la eucaristía que le sirven robándose las Hostias Consagradas para los cultos satánicos. Miles de Hostias Consagradas son vendidas y dependiendo del Ministro de la Iglesia que las haya consagrado así será su precio. Una Hostia Consagrada por el Papa, un Cardenal u Obispo, es pagada a un alto precio y con ellas hacen un rito satánico especial para causarle daño al Cuerpo Eucarístico de mi Hijo, representado en su Iglesia. Los satánicos destruyen comunidades religiosas y sacerdotales, con estas hostias consagradas por los altos ministros de la Iglesia. Mis predilectos, os pido que detengáis este ultraje a la Divinidad de mi Hijo, que se viene haciendo por parte de mis hijos laicos. Cada ultraje y profanación que mi Hijo recibe, es una espada que traspasa mi corazón. En el infierno yacen muchos de mis predilectos que en vida permitieron estos atropellos a la Divinidad de mi Hijo, y con ellos están muchos laicos, ministros extraordinarios, que su soberbia espiritual no les permitió reparar y pedir perdón a Dios por tan vil atropello. Como Madre de las almas consagradas en esta mi advocación de Rosa Mística, os pido de todo corazón mis Hijos Predilectos, que detengáis cuanto antes este atropello y ultraje que se viene cometiendo contra la Divinidad de mi Hijo; para que mañana no tengáis de qué lamentaros. ¡Hijitos no más comuniones en la mano, ni más laicos repartiendo comunión, porque este sacrilegio está haciendo perder a muchos el alma! Vuestra Madre, María Rosa Mística. Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.
Hijitos de mi corazón, la paz de mi Señor esté con todos vosotros.
Pequeños míos, se están cometiendo muchos sacrilegios con la Santa Eucaristía. Mi Hijo está siendo ultrajado en su Divinidad por las manos indignas e impuras de mis hijos laicos. ¡Cómo Madre del Hijo de Dios y Madre de la humanidad, os pido mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la eucaristía, ni más comuniones en la mano! El Cuerpo y la Sangre de mi Hijo, están siendo ultrajados por muchos laicos que se están tomando atribuciones que solo le corresponden a los Sacerdotes y demás Ministros consagrados como son: el Papa, los Cardenales y Obispos. Ninguna mano que no esté consagrada por el Ministerio Sacerdotal, puede tocar a mi Hijo.
Hijitos, es impresionante la cantidad de violaciones eucarísticas que se vienen cometiendo, por los así llamados: Ministros Extraordinarios de la Eucaristía. Muchos de mis hijitos laicos con la complacencia del sacerdote, vienen ejerciendo el ministerio de la eucaristía en muchas Iglesias; la soberbia es común en muchos de ellos y se está llegando al punto de que muchas decisiones que debe de tomar el sacerdote, las están llevando a cabo los laicos. ¡Qué dolor siento en mi corazón, al ver cómo muchos de mis hijitos laicos profanan los utensilios sagrados, tomando con sus manos indignas de los tabernáculos el Cáliz donde permanecen las Hostias Consagradas ¡Os digo: ¡Sólo las manos consagradas de mis predilectos pueden tocar el Cáliz con las Hostias Consagradas, y sólo sus manos pueden repartir la comunión!.
Os ruego hijitos predilectos: ¡No deleguéis más este ministerio sagrado en mis hijitos laicos; no os hagáis reos de culpa; dejad vuestra comodidad y cumplid con el Ministerio Sacerdotal que se os ha conferido!. Yo os pregunto mis predilectos: ¿qué le responderéis mañana a mi Padre, por todos los abusos y ultrajes que muchos de vosotros estáis cometiendo con la Divinidad de su Hijo? ¡El cielo llora conmigo, viendo como es ultrajado y mancillado Jesús Sacramentado en muchas de sus Casas!.
Mi adversario se goza con cada profanación que recibe mi Hijo. Muchas Hostias Consagradas se están perdiendo y van a parar a las iglesias satánicas para la celebración de las mismas negras. Mi adversario ha infiltrado en muchas Casas de mi Hijo, a muchos ministros extraordinarios de la eucaristía que le sirven robándose las Hostias Consagradas para los cultos satánicos. Miles de Hostias Consagradas son vendidas y dependiendo del Ministro de la Iglesia que las haya consagrado así será su precio. Una Hostia Consagrada por el Papa, un Cardenal u Obispo, es pagada a un alto precio y con ellas hacen un rito satánico especial para causarle daño al Cuerpo Eucarístico de mi Hijo, representado en su Iglesia. Los satánicos destruyen comunidades religiosas y sacerdotales, con estas hostias consagradas por los altos ministros de la Iglesia. Mis predilectos, os pido que detengáis este ultraje a la Divinidad de mi Hijo, que se viene haciendo por parte de mis hijos laicos. Cada ultraje y profanación que mi Hijo recibe, es una espada que traspasa mi corazón. En el infierno yacen muchos de mis predilectos que en vida permitieron estos atropellos a la Divinidad de mi Hijo, y con ellos están muchos laicos, ministros extraordinarios, que su soberbia espiritual no les permitió reparar y pedir perdón a Dios por tan vil atropello.
Como Madre de las almas consagradas en esta mi advocación de Rosa Mística, os pido de todo corazón mis Hijos Predilectos, que detengáis cuanto antes este atropello y ultraje que se viene cometiendo contra la Divinidad de mi Hijo; para que mañana no tengáis de qué lamentaros. ¡Hijitos no más comuniones en la mano, ni más laicos repartiendo comunión, porque este sacrilegio está haciendo perder a muchos el alma!
Vuestra Madre, María Rosa Mística.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.