La mirada de las piedras

Las piedras, en su aparente inmovilidad, nos enseñan sobre la perseverancia y la resistencia. Nos recuerdan que, aunque el tiempo pasa y las civilizaciones se suceden, hay elementos que perduran y nos conectan con lo eterno. Son más que simples objetos; son símbolos de nuestra capacidad para transformar el entorno y dejar una huella duradera en el mundo. En la vastedad de la naturaleza, las piedras se presentan como guardianas del tiempo, esculpidas pacientemente por los elementos. Son emblemas de la durabilidad y la permanencia, recordándonos la antigüedad de la Tierra y la insignificancia de nuestra breve existencia. Cada piedra colocada en un muro o una chimenea es un pedazo de historia, una conexión tangible con la naturaleza y con las manos que las trabajaron. Así, rindo homenaje a las piedras, tanto las que descansan en la naturaleza como aquellas que hemos utilizado para nuestro bienestar. Que nunca olvidemos su importancia y el papel fundamental que han jugado en la formación de nuestra historia y cultura.